10 formas de prevenir los cálculos renales

Los cálculos renales son depósitos de minerales y sales que cristalizan en los riñones. Se vuelven sólidos y su expulsión por la orina puede ser extremadamente dolorosa.

Por lo general, el líquido en la orina evita que los productos de desecho entren en contacto entre sí. Sin embargo, los cálculos renales pueden comenzar a formarse cuando no hay suficiente líquido o demasiado contenido de desechos sólidos en la orina.

Aunque la mayoría de los cálculos renales se desarrollan en los riñones, pueden formarse en cualquier parte del tracto urinario.

En este artículo, analizamos varias formas de prevenir los cálculos renales, la incidencia de cálculos renales y cuándo buscar tratamiento.

Prevención

Mantenerse hidratado puede ayudar a prevenir los cálculos renales.

Los investigadores aún no están seguros de cómo o por qué se desarrollan los cálculos renales.

La deshidratación es el principal factor de riesgo de cálculos renales. Sin embargo, ciertos alimentos y diversos hábitos de estilo de vida también pueden aumentar el riesgo de desarrollarlos.

Las personas que sospechan que tienen cálculos renales o tienen un alto riesgo de desarrollarlos deben consultar a un médico para averiguar qué tipo de cálculos renales tienen y determinar qué alimentos o actividades específicas evitar.

Hay muchos pasos que una persona puede tomar para reducir el riesgo de cálculos renales, que incluyen:

1. Mantenerse hidratado

Cuando la orina contiene más líquido, es menos probable que los minerales y las sales se agrupen y formen cálculos. La orina más oscura es un signo de deshidratación. Idealmente, la orina debe tener un color amarillo pálido.

Los médicos tienden a recomendar que una persona beba entre seis y ocho vasos de 8 onzas (oz) de agua por día.

Conozca los diferentes colores de la orina y lo que significan aquí.

2. Reducir la ingesta de sal

El sodio o la sal pueden causar retención de agua y provocar deshidratación. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) sugiere que los adultos intenten mantener su ingesta de sal por debajo de los 2.300 miligramos (mg) al día. Esto equivale a alrededor de una cucharadita de sal de mesa.

Algunos ejemplos de alimentos con alto contenido de sal incluyen:

  • fiambres o carnes ahumadas
  • la mayoría de las comidas empaquetadas o preparadas
  • patatas fritas
  • la mayoría de las sopas enlatadas
  • la mayoría de los fideos o guarniciones listos para hacer
  • alimentos que contienen otros tipos de sodio, como bicarbonato de sodio, fosfato de disodio, glutamato monosódico, levadura en polvo, nitritos y nitrato de sodio

Obtenga más información sobre los pasos dietéticos para prevenir los cálculos renales aquí.

3. Mantener un peso corporal saludable

Tener sobrepeso u obesidad puede ejercer presión sobre los riñones. Sin embargo, siempre es importante perder peso de forma gradual y segura.

Una dieta estricta y una dieta rica en proteínas animales pueden aumentar el riesgo de cálculos renales.

4. Limitar los alimentos con oxalato de calcio

Los cálculos renales pueden constar de muchos compuestos diferentes, incluidos ácido úrico, estruvita y cisteína. El tipo más común de cálculo renal involucra el oxalato de calcio.

Un estudio de 2014 examinó casi 44,000 cálculos renales y encontró que el 67% estaban compuestos predominantemente de oxalato de calcio.

Los médicos generalmente solo recomiendan restringir la ingesta de oxalato a aquellos con un alto riesgo de cálculos renales o aquellos con niveles altos de oxalato.

El consumo de calcio junto con alimentos ricos en oxalato puede reducir el riesgo de cálculos renales al unir las sustancias químicas antes de que lleguen a los riñones.

Los alimentos que contienen altos niveles de oxalato incluyen:

  • jugo de toronja y arándano
  • papas
  • soja
  • Espinacas
  • algunos frutos secos, incluidos anacardos y cacahuetes
  • chocolate
  • ruibarbo
  • remolacha
  • espárragos
  • la mayoría de las bayas
  • apio y perejil
  • cereales integrales

5. Evitar el consumo excesivo de cafeína

La cafeína acelera el metabolismo y puede causar deshidratación. El límite superior recomendado para adultos es de 400 mg de cafeína al día, lo que equivale a unas cuatro tazas de café.

Es importante recordar que ciertos refrescos, chocolate, tés y bebidas energéticas también pueden contener cafeína.

6. Evitar las bebidas azucaradas

Algunos estudios han relacionado las bebidas endulzadas, especialmente las que contienen jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, con el desarrollo de cálculos renales.

Al menos la mitad de la ingesta de líquidos de una persona debe ser agua pura. Algunas investigaciones sugieren que las bebidas con cafeína pueden aumentar el riesgo de cálculos, al igual que las bebidas endulzadas y los refrescos.

7. Obtener suficiente calcio en la dieta

Aunque el oxalato de calcio es el compuesto más común en los cálculos renales, consumir algo de calcio en la dieta ayuda a reducir el riesgo de cálculos.

La mayoría de los productos lácteos son una buena fuente de calcio. Los fabricantes fortifican muchos otros alimentos con calcio, que incluyen:

  • zumo de naranja
  • pescado enlatado con espinas, como sardinas
  • tofu
  • algunos cereales

8. Aumento de la ingesta de ácido cítrico

Aproximadamente el 60% de las personas con cálculos renales también tienen niveles bajos de ácido cítrico.

Algunas buenas fuentes de ácido cítrico incluyen:

  • un vaso de 4 oz de jugo de limón o lima sin diluir y sin azúcar
  • un vaso de 8 oz de jugo de naranja
  • un vaso de 8 oz de jugo de melón o mango

9. Seguimiento de la ingesta de alimentos con alto contenido de ácido

La orina muy ácida puede aumentar el riesgo de cálculos renales de ácido úrico y hacer que su expulsión sea más dolorosa.

Las altas cantidades de ácido en la orina también estimulan a los riñones a reabsorber el citrato en lugar de excretarlo. El citrato es un compuesto que puede ayudar a eliminar los cálculos a base de calcio, además de afectar su crecimiento.

Los alimentos muy ácidos incluyen:

  • carnes rojas y cerdo
  • aves de corral
  • la mayoría de los tipos de pescado
  • la mayoría de los quesos
  • huevos

Las personas no necesitan evitar por completo los alimentos con alto contenido de ácido, ya que pueden ser una buena fuente de proteínas. Sin embargo, una persona debe controlar y limitar la ingesta de estos alimentos si experimenta cálculos renales frecuentes.

10. Tomar suplementos y vitaminas.

Se encuentra disponible una amplia gama de suplementos naturales y vitaminas que pueden ayudar a reducir el riesgo de cálculos renales en algunas personas, que incluyen:

  • citrato de potasio
  • vitamina B-6, que se encuentra en alimentos como plátanos, mangos, soja, aguacates y fletán
  • otras vitaminas B, que incluyen riboflavina, tiamina y B-12, ninguna de las cuales es dañina para las personas con cálculos renales
  • vitamina D
  • calcio
  • aceites de pescado

Sin embargo, para muchos de estos, es mejor consultar con un médico o dietista antes de usarlos. Algunos suplementos pueden aumentar el riesgo para algunas personas.

¿Qué tan comunes son los cálculos renales?

Según la National Kidney Foundation, casi 1 de cada 10 personas en los Estados Unidos desarrolla un cálculo renal durante su vida. El riesgo ronda el 19% para los hombres y el 9% para las mujeres.

La mayoría de los hombres experimentan su primer cálculo renal después de los 30 años.

Síntomas

Los cálculos renales pequeños pueden no causar ningún síntoma y, a veces, se transmiten por sí solos sin causar mucha incomodidad. Los cálculos renales de tamaño mediano a grande, sin embargo, pueden causar un dolor intenso y agudo.

Los síntomas generalmente comienzan una vez que los cálculos han comenzado a viajar a través del sistema urinario. Las piedras que se atascan pueden provocar una acumulación de orina. Esto puede resultar extremadamente doloroso.

Los síntomas comunes de los cálculos renales incluyen:

  • dolor constante e intenso en la zona lumbar
  • orina con sangre
  • vómitos o náuseas, a menudo por el dolor
  • fiebre y escalofríos
  • orina muy desagradable o con olor extraño
  • orina turbia
  • dolor de estómago que no mejora con la medicación para gases

Tratamiento y cuando ver a un médico

Si una persona sospecha que un cálculo renal es la causa de un dolor o malestar considerable, es importante consultar a un médico.

Aunque la mayoría de las personas no experimentan consecuencias a largo plazo por los cálculos renales, pueden ser extremadamente dolorosos y requieren control médico.

En la mayoría de los casos, el tratamiento de los cálculos renales implica aumentar la ingesta de líquidos, tomar analgésicos y utilizar medicamentos que reduzcan la acidez de la orina.

Las personas con piedras más pequeñas pueden volver a casa y esperar a que pasen la piedra o las piedras. Es posible que las personas con cálculos más grandes o más graves deban permanecer en el hospital.

Las piedras que son demasiado grandes para pasar o que se atascan en el tracto urinario pueden requerir cirugía. También puede ser necesaria una cirugía para extraer los cálculos si se ha desarrollado una infección a su alrededor.

Aquí, obtenga más información sobre la litotricia, una opción quirúrgica para los cálculos renales.

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