Ansiedad: 11 de 21 estudios dicen que regular las bacterias intestinales puede ayudar

Se están acumulando pruebas que sugieren que nuestras bacterias intestinales desempeñan funciones complejas en el mantenimiento y el impacto de la salud en general. Una nueva revisión de la literatura científica ha descubierto que regular la microbiota intestinal puede ayudar a aliviar los síntomas de la ansiedad.

¿Deberían los investigadores mirar al intestino para aliviar la ansiedad?

Investigaciones recientes sugieren que las bacterias que pueblan naturalmente el intestino humano pueden desempeñar un papel importante no solo en la salud física de una persona, sino también en su bienestar mental.

Un estudio estableció un vínculo entre ciertos grupos de bacterias y un mayor riesgo de problemas de salud mental, incluida la depresión.

Otro sugirió que nuestras bacterias intestinales pueden influir en ciertos mecanismos cerebrales y contribuir a la ansiedad.

Ahora, investigadores del Centro de Salud Mental de Shanghai de la Facultad de Medicina de la Universidad Jiao Tong de Shanghai en China han evaluado la evidencia de 21 estudios, que involucraron a 1.503 participantes en total, que analizaron diferentes intervenciones establecidas para regular la microbiota intestinal y si tuvieron algún efecto. sobre los síntomas de ansiedad.

Entre los investigadores se encontraban Beibei Yang, Jinbao Wei, Peijun Ju y Jinghong Chen. Los hallazgos, que aparecieron ayer en la revista Psiquiatría general, enfatizan la idea de que los científicos no deben ignorar el posible papel de la flora intestinal a la hora de aportar soluciones para la salud mental.

En la introducción a su artículo de estudio, los investigadores explican que aunque los estudios en ratones han sugerido que las intervenciones que regulan el equilibrio de las poblaciones bacterianas intestinales pueden ser útiles para reducir comportamientos compatibles con un estado de ansiedad, actualmente no existe un consenso científico sobre la efectividad. de estas intervenciones.

A través de su revisión y metanálisis, los científicos esperan acercarse a algunas de las respuestas buscadas por aquellos interesados ​​en la relación entre el intestino y el cerebro.

Más del 50% de los estudios encontraron efectos positivos

Los estudios que evaluó el equipo eligieron diferentes tipos de intervención. De los 21 estudios, 14 utilizaron probióticos, o bacterias "buenas", como agente principal en sus intervenciones para regular la flora intestinal. Los siete restantes optaron por intervenciones que no usaban probióticos, como simplemente ajustar la dieta típica de una persona.

De los 14 que utilizaron intervenciones centradas en probióticos, siete utilizaron un solo probiótico, dos utilizaron dos tipos de probióticos y cinco utilizaron tres o más tipos diferentes de probióticos.

El equipo encontró que 11 de los 21 estudios (52%) concluyeron que las intervenciones que regulan la flora intestinal ayudaron a reducir los síntomas de ansiedad.

Más específicamente, entre los estudios que utilizaron probióticos en sus intervenciones, el 36% concluyó que la estrategia fue efectiva. Entre los estudios que no usaron probióticos, 6 de 7 sugirieron que las intervenciones ayudaron a aliviar la ansiedad.

"Vale la pena mencionar que la eficiencia de la suplementación de preparaciones no probióticas es tan alta como 86%", escriben los autores en su artículo de estudio.

Cinco de los estudios utilizaron intervenciones que regulan la flora intestinal para complementar los tratamientos tradicionales para la ansiedad. Entre estos, solo los estudios que no usaron probióticos llevaron a una mejora de los síntomas de ansiedad.

¿Por qué algunas intervenciones son más efectivas?

Los investigadores también encontraron que las intervenciones no probióticas por sí solas parecían tener un efecto positivo mayor que las intervenciones que usaban probióticos, con una tasa de efectividad del 80% en las primeras frente al 45% en las segundas.

Esto, dicen, puede deberse a que intervenciones como el ajuste de la dieta diaria pueden contribuir más a regular el microbioma al ofrecer diferentes fuentes de energía a las bacterias que pueblan los intestinos.

"La fuente de energía del crecimiento de la microbiota intestinal es principalmente la comida", explican los autores del estudio. "Ajustar la microbiota intestinal mediante la modulación de la estructura dietética puede cambiar directamente la estructura de suministro de energía de la microbiota intestinal y esto juega un papel decisivo en el crecimiento de la microbiota intestinal, por lo que el efecto es obvio".

Debido a que la investigación reciente fue de naturaleza observacional, los científicos advierten que los resultados no hablan de manera concluyente de causa y efecto.

Sin embargo, más de la mitad de los estudios que analizaron ofrecían datos de alta calidad que sugerían que regular la microbiota intestinal podría ser útil para reducir los síntomas de ansiedad.

Los autores concluyen que sus hallazgos, si la investigación adicional los respalda, pueden tener importantes implicaciones clínicas. Ellos dicen:

“En el tratamiento clínico de los síntomas de ansiedad, además del uso de fármacos psiquiátricos para el tratamiento, también podemos considerar regular la flora intestinal para aliviar los síntomas de ansiedad”.

“Especialmente para pacientes con enfermedades somáticas que no son aptas para la aplicación de medicamentos psiquiátricos para el tratamiento de la ansiedad, los métodos probióticos y / o formas no probióticas […] pueden aplicarse de manera flexible según las condiciones clínicas”, concluyen los investigadores.

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