¿Podrían las bayas ayudar a combatir el cáncer?

Los compuestos que se encuentran en una variedad de bayas pronto pueden ayudar a tratar el cáncer y retrasar el proceso de envejecimiento. Según un nuevo estudio, la magia reside en sus pigmentos naturales.

Los pigmentos que se encuentran en las bayas ofrecen una nueva visión de los mecanismos detrás del cáncer.

Hay poco más agradable a la vista que una baya recién arrancada. Parte de esta belleza se debe a sus pigmentos o antocianinas.

Las capacidades antioxidantes de las antocianinas, que son particularmente frecuentes en los arándanos, los arándanos, las frambuesas y las grosellas negras, han intrigado a los investigadores durante años.

Las antocianinas son un tipo de flavonoide. Gran parte del trabajo que analiza su acción antioxidante, hasta la fecha, se ha llevado a cabo en el laboratorio y no en animales.

Debido a esto, existe cierto debate sobre si las antocianinas se absorben fácilmente en el cuerpo. Después de todo, existe una diferencia sustancial entre introducir un compuesto en una célula en una placa de Petri y comerlo.

Además, con más de 500 tipos diferentes de antocianinas, se necesitará mucho trabajo para desentrañar todas las posibles interacciones en el cuerpo.

A pesar de estas preocupaciones, existe una creciente evidencia de que las antocianinas pueden ayudar a proteger contra algunas enfermedades humanas, como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes tipo 2. Sin embargo, los resultados se mezclan en los estudios en humanos.

Otros han investigado si también podrían ayudar o no en la lucha contra el cáncer, y aunque algunos estudios de laboratorio y animales han ofrecido esperanzas, los estudios observacionales en humanos no han sido tan alentadores.

En resumen, hay mucho que aprender sobre las antocianinas y cómo afectan la salud humana.

Antocianinas y su influencia

Actualmente, se sabe poco acerca de cómo las antocianinas pueden interactuar e influir en las vías moleculares del cuerpo. Aquí es donde entra en juego el estudio de hoy.

Recientemente, un equipo de investigadores de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Finlandia Oriental se asoció con el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de los Estados Unidos.

Examinaron específicamente los efectos de las antocianinas en una enzima implicada en el cáncer y el envejecimiento: la sirtuina 6 (SIRT6). Sus hallazgos fueron publicados en la revista Informes científicos.

Las sirtuinas regulan la expresión de genes implicados en una serie de vías de señalización celular. A medida que envejecemos, la sirtuina, como gran parte del resto de nosotros, también deja de funcionar, lo que puede contribuir a una variedad de enfermedades.

De esta familia de enzimas, la SIRT6 es menos conocida, pero se cree que es importante en el metabolismo de la glucosa. Ha despertado bastante interés por parte de los farmacólogos, como explican los autores:

"Debido a que SIRT6 se ha implicado en la longevidad, el metabolismo, la reparación del ADN y la reducción de la respuesta inflamatoria, es un objetivo interesante en enfermedades inflamatorias y metabólicas, así como en el cáncer".

Bayas, genes del cáncer y el futuro

Los investigadores, dirigidos por la Dra. Minna Rahnasto-Rilla, encontraron que un tipo de antocianina, conocida como cianidina, podría ser de particular interés.

Se encuentra en arándanos, frambuesas y arándanos silvestres, y se demostró que la cianidina aumenta la producción de SIRT6 en las células en un impresionante 55 veces. De manera similar, aumentó la expresión de la enzima en las células de cáncer colorrectal.

Curiosamente, la cianidina disminuyó la expresión de los genes del cáncer Twist1 y GLUT1, y también aumentó la expresión del gen FOXO3, que es un supresor de tumores.

En otras palabras, este compuesto pareció reducir la actividad de los genes que causan cáncer y estimular la actividad de los genes que detienen el cáncer.

Como se mencionó anteriormente, existe cierto debate sobre si las antocianinas que consumimos sobreviven a nuestro canal alimentario y entran en nuestras células, pero independientemente de esto, los hallazgos son útiles.

Cuanto más comprendamos cómo los productos químicos interactúan con las células cancerosas y las vías que utilizan para sobrevivir, mejor equipados estaremos para combatir la enfermedad. Los medicamentos que regulan la vía SIRT6 pueden, algún día, ser útiles en la batalla contra el cáncer.

Por lo tanto, comer bayas todos los días puede mejorar o no su salud y aumentar su vida útil. Tendremos que esperar pacientemente a que los científicos desenreden la red cada vez más compleja que tejen las antocianinas.

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