¿Podría el estrógeno ayudar a tratar la enfermedad de Parkinson?

Los investigadores ya sabían que los hombres y las mujeres posmenopáusicas tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson que las mujeres premenopáusicas. Ahora, un estudio reciente en ratones concluye que el estrógeno puede ser el responsable. Los autores también esperan que el estrógeno pueda formar la base de tratamientos futuros.

¿Por qué el Parkinson afecta más a los hombres que a las mujeres? La respuesta puede ser el estrógeno.

La enfermedad de Parkinson es una afección neurodegenerativa. Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH), alrededor de 50.000 personas en los Estados Unidos reciben un diagnóstico de Parkinson cada año.

En la actualidad, aproximadamente 500.000 personas en los EE. UU. Viven con la enfermedad de Parkinson.

Uno de los principales factores de riesgo es la edad avanzada, por lo que a medida que la población envejece, es probable que aumente el número de casos de Parkinson.

Comprender cómo y por qué se desarrolla la afección es fundamental porque actualmente no existe una cura.

Alfa-sinucleína y Parkinson

El principal impulsor del Parkinson es una versión mutada, más corta de lo normal, de una proteína llamada alfa-sinucleína.

Esta proteína se congrega dentro de las neuronas productoras de dopamina que son responsables de coordinar los movimientos y forma estructuras llamadas cuerpos de Lewy y neuritas.

Con el tiempo, la acumulación de alfa-sinucleína impide que las células cerebrales funcionen y, finalmente, mueren. La pérdida de neuronas resultante provoca los problemas de movimiento característicos del Parkinson, como temblores y rigidez.

Aunque los científicos han estado estudiando el Parkinson durante décadas, todavía existen muchas lagunas en su conocimiento.

Una de estas preguntas sin respuesta es por qué el Parkinson se presenta antes en los hombres y es más común en las mujeres posmenopáusicas.

Recientemente, un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard en Boston, MA, decidió analizar de cerca el papel del estrógeno. Publicaron sus hallazgos en la revista. JNeurosci.

¿Por qué el estrógeno?

Estudios anteriores identificaron una relación entre el estrógeno y la enfermedad de Parkinson.

Por ejemplo, los autores de un estudio de 2004 que investigaba el riesgo de Parkinson y su relación con las "características reproductivas" concluyeron que había "[una] asociación entre los factores que reducen la estimulación del estrógeno durante la vida y [la enfermedad de Parkinson]".

Otros hallazgos a lo largo de los años han insinuado que el estrógeno podría proteger el cerebro. Un estudio reclutó a mujeres que se habían sometido a una ooforectomía, que es la extirpación quirúrgica de uno o ambos ovarios, la principal fuente de estrógeno en las mujeres.

Descubrieron que estas mujeres tenían un mayor riesgo de deterioro cognitivo y enfermedad de Parkinson.

Otros estudios han encontrado evidencia de que el estrógeno podría ayudar a reducir los síntomas de la enfermedad de Parkinson. Un estudio a pequeña escala, por ejemplo, encontró que las dosis bajas de estrógeno reducen los síntomas motores en mujeres posmenopáusicas con Parkinson.

Aunque los poderes neuroprotectores del estrógeno están cada vez mejor establecidos, la forma exacta en que el estrógeno podría proteger contra la enfermedad de Parkinson sigue siendo un misterio.

Un nuevo modelo de ratón de Parkinson

Los investigadores de Harvard utilizaron un nuevo modelo de ratón de la enfermedad de Parkinson que describieron por primera vez en 2018. Trataron a los ratones con DHED, una sustancia química que aumenta los niveles de estrógeno en el cerebro.

Los científicos eligieron este enfoque porque la terapia con estrógenos puede tener un efecto negativo en otros sistemas biológicos. Por ejemplo, aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular y cáncer de mama.

Los investigadores compararon la función motora de ratones machos y hembras antes y después del tratamiento. También observaron cómo se comportaba la alfa-sinucleína dentro del cerebro y la tasa de muerte neuronal.

Las hembras tenían síntomas menos graves que los machos, pero el tratamiento con estrógenos aún mejoró sus síntomas. En los ratones machos, el estrógeno ralentizó la pérdida de fibras nerviosas y mejoró los síntomas motores.

Los científicos notaron que el estrógeno redujo la acumulación de alfa-sinucleína mutada al impulsar la autofagia, que es uno de los mecanismos del cuerpo para eliminar los desechos celulares.

Entre otros cambios, demostraron que el tratamiento con DHED en ratones machos aumentó la cantidad de fibras nerviosas que producen tirosina hidroxilasa; esta enzima ayuda a convertir un aminoácido en L-DOPA, un precursor de la dopamina. También observaron que estas fibras eran más abundantes en ratones hembra con o sin tratamiento.

En combinación con trabajos anteriores, estos hallazgos refuerzan la idea de que el estrógeno protege contra la enfermedad de Parkinson.

También sugieren que el tratamiento con estrógenos podría ser beneficioso incluso después de que hayan comenzado los síntomas, lo cual es importante porque detectar las condiciones neurodegenerativas antes de que aparezcan los síntomas es un desafío.

Sin embargo, como siempre, la transición de un modelo animal a los ensayos clínicos en humanos será el hecho o la ruptura de esta intervención teórica.

Los investigadores esperan que la potenciación del estrógeno en el cerebro humano pueda, algún día, ofrecer una forma de ralentizar la progresión de la enfermedad de Parkinson.

none:  epilepsia medicina-complementaria - medicina-alternativa atención primaria