¿Podrían las bacterias intestinales impulsar el cáncer de colon?

La microbiota intestinal podría desempeñar un papel en el desarrollo del cáncer de colon, revela un nuevo estudio. Si esto es cierto, con el tiempo puede conducir a tratamientos que detengan el crecimiento de tumores cancerosos.

Los investigadores creen que algunas bacterias intestinales pueden interactuar con el microARN de formas que podrían facilitar el desarrollo del cáncer de colon.

Las cifras del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) sugieren que se podrían diagnosticar 140,250 nuevos casos de cáncer colorrectal en los Estados Unidos en 2018.

Entre todos los factores de riesgo conocidos para este cáncer, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) mencionan antecedentes familiares de cáncer de colon, una dieta poco saludable y obesidad.

Últimamente, los investigadores están cada vez más interesados ​​en saber si las variaciones en las poblaciones bacterianas de nuestro intestino afectan la regulación de la expresión génica y facilitan el desarrollo del cáncer de colon.

Un nuevo estudio de la Universidad de Minnesota en Twin Cities, que ahora se ha publicado en la revista mSystems, sugiere que existe un vínculo entre la composición del microbioma intestinal de una persona y la aparición del cáncer de colon.

Los investigadores, dirigidos por Ran Blekhman, creen que ciertas bacterias intestinales influyen en la actividad de algunos tipos de microARN (miARN), que son moléculas no codificantes que ayudan a regular la expresión génica.

Tal interacción, suponen, puede conducir a desregulaciones a nivel celular que son características del cáncer de colon.

"Esta es una correlación, pero sigue siendo muy emocionante, porque si vemos un efecto causal, se pueden pensar en formas de manipular el microARN en los tumores cambiando el microbioma, y ​​eso podría potencialmente usarse como terapia contra el cáncer".

Ran Blekhman

¿Son fundamentales las interacciones entre bacterias intestinales y miARN?

La noción de que las bacterias intestinales podrían potencialmente desempeñar un papel en el cáncer de colon, el hecho de que, según una investigación reciente, las disregulaciones de miARN pueden facilitar el crecimiento tumoral y la creencia de que estas moléculas no codificantes pueden interactuar con las bacterias intestinales influyeron en la decisión del equipo de comenzar su reciente investigación.

“Queríamos analizar todas estas cosas juntas”, continúa diciendo Blekhman, “para ver si existe alguna interacción entre el microARN del huésped y el microbioma en el contexto del cáncer de colon”.

Los investigadores comenzaron evaluando el tumor de cáncer de colon, así como las muestras de tejido de colon recolectadas de pacientes humanos durante un estudio anterior realizado en la Universidad de Minnesota. En total, analizaron 88 muestras de 44 personas.

A continuación, Blekhman y su equipo utilizaron la secuenciación de miARN para determinar la presencia de estas moléculas en las muestras de tejido y tumor. Luego, trazaron asociaciones entre composiciones particulares de microbiota y niveles de expresión de miARN en las muestras de pacientes.

Revelaron que muchos tipos de moléculas de miARN se expresaban de manera diferente en los tumores de colon, en comparación con el tejido sano del colon. Además, estas diferencias parecían ser coherentes con la abundancia bacteriana encontrada en los tumores.

Bacterias intestinales previamente relacionadas con el cáncer de colon, como Fusobacterium y Providencia, se relacionaron con la expresión de miARN, como miARN-182, miARN-503 y miARN17-92, que pueden desempeñar un papel en la producción de glicanos, compuestos de carbohidratos que se han relacionado con el desarrollo del cáncer.

Esperanza de mejores terapias contra el cáncer de colon

“Encontramos redes de microbios que dependen del microARN”, explica Blekhman. “Luego, investigamos específicamente los microbios que se han relacionado previamente con el cáncer e identificamos todos los microARN que se correlacionan con la abundancia de estos microbios”.

Aunque los investigadores están contentos con sus hallazgos recientes, señalan que, hasta ahora, solo han observado correlaciones, y será necesario más trabajo para probar una relación causal entre la interacción microARN-bacterias intestinales y el desarrollo del cáncer de colon.

"Este es un resultado emocionante, pero por ahora, hemos mostrado correlación", advierte Blekhman.

Sin embargo, los investigadores ya se están ocupando de la tarea de identificar los posibles mecanismos subyacentes que probarían la causalidad. "Actualmente estamos trabajando para mostrar un efecto directo del microbioma en el microARN utilizando modelos animales", dice Blekhman.

Si esta hipótesis es correcta, podría orientar a los investigadores en el desarrollo de tratamientos que actúen sobre la expresión de miARN de tal manera que prevengan el crecimiento tumoral.

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