Eliminar solo un gen puede 'prevenir completamente' el cáncer de páncreas

Utilizando un modelo de ratón de cáncer de páncreas, los investigadores se han acercado a un solo gen que detuvo el desarrollo del cáncer de páncreas agresivo cuando los científicos lo extirparon.

Una nueva investigación arroja luz sobre los impulsores genéticos del cáncer de páncreas.

El cáncer de páncreas es una forma agresiva de cáncer que tiende a diagnosticarse bastante tarde y, a menudo, se resiste al tratamiento.

Según el Instituto Nacional del Cáncer (NCI), el cáncer de páncreas es la cuarta causa principal de muerte por cáncer en los Estados Unidos. Algunas estimaciones predicen que para 2020, el cáncer de páncreas se convertirá en la segunda causa principal de muerte.

El NCI estima que en 2019 habrá 56,770 nuevos casos de cáncer de páncreas y 45,750 muertes resultantes de él.

Uno de los principales impulsores del cáncer de páncreas es el llamado oncogén KRAS. Pero una nueva investigación identifica otro gen cuya acción es crucial para el desarrollo de este cáncer.

La Dra. Diane Simeone, directora del Centro de cáncer de páncreas del Centro de cáncer Perlmutter de Langone Health de la Universidad de Nueva York, es la autora correspondiente de esta nueva investigación.

La Dra. Simeone y sus colegas llevaron a cabo un estudio en ratones y muestras de pacientes humanos para examinar el papel de un gen llamado “complemento de ataxia-telangiectasia grupo D” (ATDC) en la formación de tumores pancreáticos.

Los investigadores publicarán sus hallazgos en la revista. Genes y desarrollo.

Estudiar cómo las células normales se vuelven cancerosas

La nueva investigación partió de la teoría de que los tumores surgen como resultado de la reversión de las células adultas a una etapa anterior, más "primitiva" similar a la de las células de desarrollo fetal de alto crecimiento.

Las células adultas vuelven a esta etapa para reparar las lesiones y la inflamación y suministrar al cuerpo nuevas células que pueden reemplazar las que se pierden. En un cuerpo sano, este proceso comienza y se detiene rápidamente una vez que ha terminado de reparar el daño.

Sin embargo, en combinación con otros defectos genéticos, dice la teoría, lo que nuestro cuerpo pretende como proceso de curación no se detiene, sino que sale mal y causa cáncer.

En el estudio actual, el Dr. Simeone y su equipo se centraron en un tipo de célula pancreática llamada células acinares. Estas células secretan enzimas digestivas que también pueden dañar el tejido del intestino delgado.

Para compensar este daño, las células acinares pueden volver rápidamente a una etapa similar a la de las células madre que caracteriza el alto crecimiento.

Las células acinares, explican los investigadores, pueden volverse cancerosas cuando adquieren mutaciones en el ADN, incluidas las que caracterizan al oncogén KRAS.

Más específicamente, cuando están estresadas, las células acinares pueden transformarse en lo que se llama "metaplasia acinar-ductal" (ADM), una etapa intermedia que conduce a tipos de células primitivas de alto crecimiento.

Estas células pueden transformarse aún más en una segunda etapa llamada "neoplasia intraepitelial pancreática" (PanIN), en la que las células se multiplican más de lo que deberían.

"Uno de los bloqueos tumorales más profundos"

En el presente estudio, el Dr. Simeone y su equipo utilizaron por primera vez ratones para crear un modelo de pancreatitis, una afección inflamatoria que puede hacer que las células acinares se conviertan en células ductales de alto crecimiento.

Las "células ductales adultas comparten algunas similitudes con los conductos primitivos embrionarios y pueden conservar la capacidad de generar células endocrinas en el adulto".

El Dr. Simeone y sus colegas encontraron que la expresión del gen ATDC aumentó unos días después de que la pancreatitis causara daño tisular y aumentó a los niveles requeridos para que las células acinares se transformen en células ductales.

Además, cuando estaba presente el gen ATDC, en combinación con el oncogén KRAS, todos los ratones del estudio desarrollaron un cáncer de páncreas agresivo.

Sin embargo, cuando los investigadores eliminaron el gen ATDC, ninguno de los ratones propensos al cáncer desarrolló cáncer. Es más, las células acinares ni siquiera progresaron a la etapa ADM o PanIN.

El Dr. Simeone comenta lo sorprendentes que fueron los hallazgos, diciendo: "Pensamos que la eliminación [del gen ATDC] retardaría el crecimiento del cáncer, no lo evitaría por completo".

“Descubrimos que la eliminación del gen ATDC en las células pancreáticas resultó en uno de los bloques más profundos de formación de tumores jamás observados en un modelo de ratones bien conocido diseñado para desarrollar adenocarcinoma ductal pancreático, […] que imita fielmente la enfermedad humana”.

Dra. Diane Simeone

Otros experimentos que llevaron a cabo los investigadores revelaron detalles adicionales del mecanismo de reacción en cadena que explica cómo el ATDC termina desencadenando el cáncer.

Es decir, los investigadores también identificaron otra proteína de señalización y un gen adicional, los cuales están involucrados en este proceso de formación de tumores, y que pueden constituir objetivos potenciales para nuevas estrategias terapéuticas y de prevención contra el cáncer de páncreas.

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