¿Las bacterias intestinales afectan el desarrollo del cáncer de intestino?

Ser capaz de identificar el riesgo de cáncer de una persona es vital para salvar vidas. Sin embargo, es difícil predecir la probabilidad de que una persona desarrolle un tipo específico. Se conocen algunos vínculos, incluido el vínculo entre el tabaquismo y el cáncer de pulmón, mientras que otros aún no se han descubierto.

Una nueva investigación explora el impacto de las bacterias en el desarrollo del cáncer de intestino.

Según varios estudios, las bacterias que viven en el intestino pueden predecir la aparición del cáncer de intestino.

El cáncer de intestino es el tercer cáncer más común en los Estados Unidos.

También conocido como cáncer colorrectal, también es la tercera causa principal de muerte relacionada con el cáncer tanto para hombres como para mujeres en los EE. UU.

Sin embargo, este factor de riesgo no es sencillo. La composición del microbioma intestinal, que se refiere a los billones de microbios que residen en el intestino, varía de persona a persona.

Numerosos estudios han investigado si tipos o combinaciones de microbios específicos podrían conducir a cáncer de intestino o empeorar su progresión.

Ahora, investigadores de la Universidad Federal de Viçosa de Brasil han realizado una revisión de estos estudios para ver si podían descubrir tendencias o patrones.

Cómo los microbios afectan el desarrollo del cáncer

Apareciendo en el Revista de microbiología médica, el análisis del equipo encontró tres formas principales en que los microbios intestinales pueden aumentar el riesgo de cáncer de intestino.

La autora principal del estudio, la Dra. Sandra dos Reis, espera usarlos para la creación de nuevas herramientas de diagnóstico temprano.

“Se pueden desarrollar nuevas formas de prevención y tratamiento de determinadas enfermedades utilizando la microbiota intestinal, ya que la composición de esta microbiota puede ser modificada por una serie de factores, como la dieta, el uso de probióticos, prebióticos y antimicrobianos entre otros”. ella explica.

Su primer hallazgo se relaciona con la inflamación intestinal. Los investigadores encontraron que las bacterias en el intestino capaces de desencadenar una afección inflamatoria pueden hacer algo similar con el desarrollo del cáncer.

Por lo tanto, sugieren que las personas que viven con inflamación intestinal crónica son más susceptibles al cáncer.

Los científicos también sugieren que las bacterias que producen toxinas y carcinógenos podrían ser desencadenantes. Ciertas bacterias, incluidas Escherichia coli, liberan moléculas que se adhieren a las células que recubren el colon, lo que afecta la división y el comportamiento celular. Uno de los efectos puede ser la división incontrolable de las células, lo que podría provocar cáncer.

E. coli está catalogado como una bacteria productora de carcinógenos, junto con B. fragilis y Clostridium. Estos tipos de microbios pueden producir moléculas que hacen que se desarrolle cáncer y que los tumores benignos se vuelvan cancerosos.

Un estudio dentro de la revisión analizó un tipo particular de tumor benigno llamado adenoma. La revisión encontró que los niveles altos de una bacteria llamada Fusobacterium resultó en que una persona tuviera 3,5 veces más probabilidades de desarrollar adenomas en el colon. Si no se tratan, los adenomas pueden convertirse en cáncer.

Los autores del estudio señalan que Fusobacterium Es poco probable que esté presente en un intestino sano, lo que lo marca de interés para futuras investigaciones y diagnósticos.

La importancia de las bacterias buenas

La Dra. Dos Reis y su equipo también descubrieron que algunos microbios podrían reducir la probabilidad de que se desarrolle cáncer en el intestino delgado e incluso reducir el crecimiento tumoral.

Las bacterias que producen ácido butírico fueron clave aquí, dice.

“El ácido butírico puede inhibir el desarrollo de tumores a través de diferentes mecanismos. Por lo tanto, cuando abundan en la microbiota intestinal, las bacterias productoras de ácido butírico ejercerían un efecto protector contra el cáncer colorrectal ”.

Dra. Sandra dos Reis

Los probióticos o "bacterias buenas" también pueden ayudar. “Al interactuar con el huésped y otros microorganismos presentes en la microbiota intestinal”, explica el Dr. dos Reis, “estos microorganismos modulan el funcionamiento de todo el organismo a través de diferentes mecanismos, contribuyendo a la salud intestinal y sistémica”.

“Teniendo en cuenta la importancia que tiene el intestino para mantener nuestra salud, el consumo regular de probióticos puede tener un impacto positivo en la salud”, agrega. El yogur, los encurtidos y algunos tipos de queso son alimentos saludables que contienen probióticos.

Estos hallazgos son solo el primer paso de un largo viaje. Se necesitarán muchos más estudios antes de que los investigadores puedan decir que el vínculo entre los microbios y el cáncer es sólido, y antes de que sea posible utilizar el microbioma para ayudar al diagnóstico y tratamiento del cáncer.

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