Todo lo que necesita saber sobre el accidente cerebrovascular
El accidente cerebrovascular se produce debido a una disminución o bloqueo en el suministro de sangre al cerebro. Una persona que sufre un derrame cerebral necesita tratamiento de emergencia inmediato.
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El accidente cerebrovascular es la quinta causa principal de muerte en los Estados Unidos. De hecho, casi 800.000 personas sufren un accidente cerebrovascular cada año. Eso equivale a alrededor de una persona cada 40 segundos.
Hay tres tipos principales de accidente cerebrovascular:
- Accidente cerebrovascular isquémico: este es el tipo más común de accidente cerebrovascular y representa el 87% de todos los casos. Un coágulo de sangre evita que la sangre y el oxígeno lleguen a un área del cerebro.
- Accidente cerebrovascular hemorrágico: ocurre cuando se rompe un vaso sanguíneo. Suelen ser el resultado de aneurismas o malformaciones arteriovenosas (MAV).
- Ataque isquémico transitorio (AIT): esto ocurre cuando el flujo sanguíneo a una parte del cerebro es inadecuado durante un breve período de tiempo. El flujo sanguíneo normal se reanuda después de un corto período de tiempo y los síntomas se resuelven sin tratamiento. Algunas personas llaman a esto un mini-golpe.
El accidente cerebrovascular puede ser fatal. Según la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA), la tasa de mortalidad ajustada por edad para 2017 fue de 37,6 por cada 100.000 diagnósticos de accidente cerebrovascular. Los médicos han avanzado mucho en el manejo de los accidentes cerebrovasculares, lo que significa que esta tasa de mortalidad es un 13,6% más baja que en 2007.
Este artículo explica por qué ocurren los accidentes cerebrovasculares y cómo tratarlos. También explora los diferentes tipos de accidentes cerebrovasculares, así como los pasos que una persona puede tomar para prevenirlos.
¿Qué es un derrame cerebral?
El accidente cerebrovascular requiere atención médica inmediata.Un derrame cerebral ocurre cuando un bloqueo o sangrado de los vasos sanguíneos interrumpe o reduce el suministro de sangre al cerebro. Cuando esto sucede, el cerebro no recibe suficiente oxígeno o nutrientes y las células cerebrales comienzan a morir.
El accidente cerebrovascular es una enfermedad cerebrovascular. Esto significa que afecta los vasos sanguíneos que alimentan el oxígeno del cerebro. Si el cerebro no recibe suficiente oxígeno, pueden comenzar a producirse daños.
Esto es una emergencia médica. Aunque muchos accidentes cerebrovasculares son tratables, algunos pueden provocar discapacidad o la muerte.
Tratamiento
Debido a que los accidentes cerebrovasculares isquémicos y hemorrágicos tienen diferentes causas y efectos en el cuerpo, ambos requieren diferentes tratamientos.
El diagnóstico rápido es importante para reducir el daño cerebral y permitir que el médico trate el accidente cerebrovascular utilizando un método adecuado para el tipo.
Las secciones siguientes cubren las opciones de tratamiento para el accidente cerebrovascular isquémico y el accidente cerebrovascular hemorrágico, así como algunos consejos generales de rehabilitación para ambos tipos.
Accidente cerebrovascular isquémico
El accidente cerebrovascular isquémico ocurre debido a arterias bloqueadas o estrechas. El tratamiento tiende a centrarse en restaurar un flujo sanguíneo adecuado al cerebro.
El tratamiento comienza tomando medicamentos que descomponen los coágulos y evitan que se formen otros. Un médico puede administrar anticoagulantes como aspirina o una inyección de activador del plasminógeno tisular (TPA).
El TPA es muy eficaz para disolver los coágulos. Sin embargo, la inyección debe realizarse dentro de las 4.5 horas posteriores al inicio de los síntomas del accidente cerebrovascular.
Los procedimientos de emergencia incluyen la administración de TPA directamente en una arteria del cerebro o el uso de un catéter para eliminar físicamente el coágulo. Se están realizando investigaciones sobre los beneficios de estos procedimientos.
Hay otros procedimientos que los cirujanos pueden realizar para reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares o AIT. Una endarterectomía carotídea, por ejemplo, implica la apertura de la arteria carótida y la eliminación de la placa que podría romperse y viajar al cerebro.
Otra opción es la angioplastia. Esto implica que un cirujano infla un pequeño globo dentro de una arteria estrechada usando un catéter. Luego, insertarán un tubo de malla, o un stent, en la abertura. Esto evita que la arteria se vuelva a estrechar.
Ataque hemorragico
La sangre que ingresa al cerebro puede causar un derrame cerebral hemorrágico. El tratamiento se centra en controlar el sangrado y reducir la presión sobre el cerebro.
El tratamiento a menudo comienza tomando medicamentos que reducen la presión en el cerebro y controlan la presión arterial en general, además de prevenir convulsiones y cualquier constricción repentina de los vasos sanguíneos.
Si una persona está tomando anticoagulantes anticoagulantes o medicamentos antiplaquetarios, como warfarina o clopidogrel, pueden recibir medicamentos para contrarrestar los efectos de los anticoagulantes.
Los cirujanos pueden reparar algunos de los problemas con los vasos sanguíneos que han provocado o podrían provocar accidentes cerebrovasculares hemorrágicos.
Cuando un aneurisma, o una protuberancia en un vaso sanguíneo que puede estallar, causa un accidente cerebrovascular hemorrágico, un cirujano puede colocar pequeñas pinzas en la base del aneurisma o llenarlo con espirales desmontables para detener el flujo sanguíneo y encoger el aneurisma.
Si la hemorragia se debe a una MAV, un cirujano puede extirparla. Las MAV son conexiones entre arterias y venas que pueden tener riesgo de hemorragia.
Rehabilitación
El accidente cerebrovascular es un evento que puede cambiar la vida y que puede tener efectos físicos y emocionales duraderos.
La recuperación exitosa de un accidente cerebrovascular a menudo implicará terapias y sistemas de apoyo específicos, que incluyen:
- Terapia del habla: ayuda con los problemas para producir o comprender el habla. La práctica, la relajación y el cambio de estilo de comunicación pueden facilitar la comunicación.
- Fisioterapia: esto puede ayudar a una persona a volver a aprender el movimiento y la coordinación. Es importante mantenerse activo, aunque esto pueda resultar difícil al principio.
- Terapia ocupacional: puede ayudar a una persona a mejorar su capacidad para realizar las actividades diarias, como bañarse, cocinar, vestirse, comer, leer y escribir.
- Grupos de apoyo: unirse a un grupo de apoyo puede ayudar a una persona a lidiar con problemas comunes de salud mental que pueden ocurrir después de un accidente cerebrovascular, como la depresión. A muchos les resulta útil compartir experiencias comunes e intercambiar información.
- Apoyo de amigos y familiares: los familiares y amigos cercanos deben tratar de ofrecer apoyo práctico y consuelo después de un accidente cerebrovascular. Es muy importante que los amigos y la familia sepan qué pueden hacer para ayudar.
La rehabilitación es una parte importante y continua del tratamiento del accidente cerebrovascular. Con la asistencia adecuada y el apoyo de los seres queridos, generalmente es posible recuperar una calidad de vida normal, dependiendo de la gravedad del accidente cerebrovascular.
Prevención
La mejor forma de prevenir un accidente cerebrovascular es abordar las causas subyacentes. Las personas pueden lograrlo realizando cambios en el estilo de vida como:
- comer una dieta saludable
- manteniendo un peso moderado
- hacer ejercicio regularmente
- no fumar tabaco
- Evitar el alcohol o beber solo moderadamente.
Llevar una dieta nutritiva significa incluir en abundancia:
- frutas
- verduras
- cereales integrales
- nueces
- semillas
- legumbres
Asegúrese de limitar la cantidad de carne roja y procesada en la dieta, así como el colesterol y las grasas saturadas. Además, ingesta moderada de sal para mantener niveles saludables de presión arterial.
Otras medidas que una persona puede tomar para ayudar a reducir el riesgo de accidente cerebrovascular incluyen:
- controlar sus niveles de presión arterial
- controlar la diabetes
- recibir tratamiento para una enfermedad cardíaca
Además de realizar estos cambios en el estilo de vida, tomar medicamentos anticoagulantes o antiplaquetarios también puede reducir el riesgo de sufrir otro accidente cerebrovascular.
Someterse a una cirugía de arteria cardíaca, arteria carótida o aneurisma cerebral también puede reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares adicionales, al igual que algunas otras opciones quirúrgicas que aún se están investigando.
Causas y factores de riesgo
Cada tipo de accidente cerebrovascular tiene un conjunto diferente de causas potenciales. Sin embargo, en general, es más probable que un accidente cerebrovascular afecte a una persona si:
- tiene sobrepeso u obesidad
- tiene 55 años de edad o más
- tiene antecedentes personales o familiares de accidente cerebrovascular
- tiene presión arterial alta
- tiene diabetes
- tiene colesterol alto
- tiene una enfermedad cardíaca, enfermedad de las arterias carótidas u otra enfermedad vascular
- son sedentarios
- consumir alcohol en exceso
- fumar
- usar drogas ilícitas
Algunos estudios han encontrado que los hombres tienen un mayor riesgo de muerte por accidente cerebrovascular que las mujeres. Sin embargo, una revisión de estudios de 2016 sugiere que estas diferencias no tienen en cuenta los ajustes por raza, edad, gravedad del accidente cerebrovascular y otros factores de riesgo.
La revisión explica que el riesgo de mortalidad por accidente cerebrovascular a menudo aumenta debido a la edad y la demografía, más que a las diferencias biológicas entre hombres y mujeres.
Según un análisis de 2016, las personas afroamericanas tienen un riesgo significativamente mayor de sufrir un accidente cerebrovascular por primera vez. También tienen alrededor de un 60% más de probabilidades de sufrir otro accidente cerebrovascular en 2 años.
Las siguientes secciones describen las causas específicas de cada tipo de accidente cerebrovascular.
Accidente cerebrovascular isquémico
Este tipo de accidente cerebrovascular se produce debido a bloqueos o estrechamiento de las arterias que suministran sangre al cerebro. Esto causa isquemia, o un flujo sanguíneo muy reducido, que daña las células cerebrales.
Los coágulos de sangre a menudo causan un accidente cerebrovascular isquémico. Se pueden formar coágulos en las arterias cerebrales y otros vasos sanguíneos del cuerpo. El torrente sanguíneo los lleva a arterias más estrechas del cerebro.
Los depósitos de placa grasa dentro de las arterias también pueden causar coágulos que resultan en isquemia.
Ataque hemorragico
Las arterias con fugas o reventadas en el cerebro pueden dar lugar a accidentes cerebrovasculares hemorrágicos.
La sangre filtrada ejerce presión sobre las células cerebrales y las daña. También reduce el suministro de sangre que puede llegar al tejido cerebral después de la hemorragia.
Los vasos sanguíneos pueden estallar y derramar sangre en el cerebro o cerca de la superficie del cerebro. Esto también puede enviar sangre al espacio entre el cerebro y el cráneo.
Tener hipertensión, sufrir un trauma físico, tomar medicamentos anticoagulantes y tener un aneurisma pueden hacer que un vaso sanguíneo gotee o reviente.
La hemorragia intracerebral es el tipo más común de accidente cerebrovascular hemorrágico. Esto ocurre cuando el tejido cerebral se inunda de sangre después de que una arteria estalla.
La hemorragia subaracnoidea es otro tipo de accidente cerebrovascular hemorrágico. Estos son menos comunes. En una hemorragia subaracnoidea, el sangrado ocurre en el área entre el cerebro y los tejidos delgados que lo cubren.
AIT
Los AIT sólo interrumpen brevemente el flujo de sangre al cerebro. Son similares a los accidentes cerebrovasculares isquémicos, ya que ocurren debido a coágulos.
Las personas deben tratarlos como emergencias médicas, incluso si los síntomas son temporales. Sirven como señales de advertencia para futuros accidentes cerebrovasculares e indican una arteria parcialmente bloqueada o una fuente de coágulo en el corazón.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), más de un tercio de las personas que experimentan un AIT sufren un accidente cerebrovascular grave en el plazo de un año si no reciben ningún tratamiento. Aproximadamente entre el 10 y el 15% de las personas sufrirán un accidente cerebrovascular importante en los 3 meses posteriores a haber experimentado un AIT.
Síntomas
Los síntomas de un accidente cerebrovascular a menudo aparecen sin previo aviso. Algunos de los principales síntomas incluyen:
- confusión, incluida la dificultad para hablar y comprender el habla
- dolor de cabeza, posiblemente con alteración de la conciencia o vómitos
- entumecimiento o incapacidad para mover partes de la cara, el brazo o la pierna, particularmente en un lado del cuerpo
- problemas de visión en uno o ambos ojos
- dificultad para caminar, incluidos mareos y falta de coordinación
El accidente cerebrovascular puede provocar problemas de salud a largo plazo. Dependiendo de la velocidad del diagnóstico y el tratamiento, una persona puede experimentar discapacidades temporales o permanentes después de un accidente cerebrovascular.
Algunas personas también pueden experimentar:
- problemas de control de la vejiga o los intestinos
- depresión
- parálisis o debilidad en uno o ambos lados del cuerpo
- dificultad para controlar o expresar sus emociones
Los síntomas varían y pueden variar en gravedad.
Aprender el acrónimo "FAST" es una buena forma de recordar los síntomas del accidente cerebrovascular. Esto puede ayudar a una persona a buscar tratamiento inmediato. FAST significa:
- Cara caída: si la persona trata de sonreír, ¿se inclina un lado de la cara?
- Debilidad del brazo: si la persona intenta levantar ambos brazos, ¿uno de ellos se desplaza hacia abajo?
- Dificultad en el habla: si la persona intenta repetir una frase simple, ¿su habla es inusual o arrastrada?
- Es hora de actuar: si se presenta alguno de estos síntomas, comuníquese con los servicios de emergencia de inmediato.
El resultado depende de la rapidez con la que alguien reciba el tratamiento. La atención inmediata también significa que sería menos probable que sufrieran daño cerebral permanente o la muerte.
Diagnóstico
El accidente cerebrovascular comienza rápidamente. Para obtener el mejor resultado, una persona debe recibir tratamiento en un hospital dentro de las 3 horas posteriores a la aparición de los primeros síntomas.
Hay varias pruebas de diagnóstico diferentes que un médico puede usar para determinar el tipo de accidente cerebrovascular. Éstos incluyen:
- Examen físico: un médico le preguntará sobre los síntomas y el historial médico de la persona. Comprobarán la fuerza muscular, los reflejos, la sensación, la visión y la coordinación. También pueden controlar la presión arterial, escuchar las arterias carótidas en el cuello y examinar los vasos sanguíneos en la parte posterior de los ojos.
- Análisis de sangre: un médico puede realizar análisis de sangre para determinar si existe un alto riesgo de hemorragia o coágulos de sangre, medir los niveles de determinadas sustancias en la sangre, incluidos los factores de coagulación, y comprobar si existe o no una infección.
- Tomografía computarizada: una serie de radiografías puede mostrar hemorragias, accidentes cerebrovasculares, tumores y otras afecciones dentro del cerebro.
- Imágenes por resonancia magnética: utilizan ondas de radio e imanes para crear una imagen del cerebro, que un médico puede utilizar para detectar tejido cerebral dañado.
- Ecografía de la carótida: un médico puede realizar una ecografía para comprobar el flujo sanguíneo en las arterias carótidas y ver si hay algún estrechamiento o placa presente.
- Angiograma cerebral: un médico puede inyectar un tinte en los vasos sanguíneos del cerebro para hacerlos visibles con rayos X o resonancia magnética. Esto proporciona una vista detallada de los vasos sanguíneos del cerebro y el cuello.
- Ecocardiograma: esto crea una imagen detallada del corazón, que los médicos pueden usar para buscar cualquier fuente de coágulos que pudieran haber viajado al cerebro.
Solo es posible confirmar el tipo de accidente cerebrovascular mediante un escáner cerebral en un entorno hospitalario.