Todo lo que necesita saber sobre los trasplantes fecales

Un trasplante fecal es cuando un médico trasplanta heces de un donante sano a otra persona para restaurar el equilibrio de bacterias en su intestino. Los trasplantes fecales pueden ayudar a tratar infecciones gastrointestinales y otras afecciones.

El sistema digestivo depende de las bacterias beneficiosas para absorber los nutrientes y digerir los alimentos de manera eficiente, pero algunas afecciones médicas y los antibióticos pueden destruir estas bacterias buenas. Un trasplante fecal es una forma de reintroducirlos.

Otros nombres para un trasplante fecal incluyen bacterioterapia y trasplante de microbiota fecal (FMT).

En este artículo, aprenda cómo funcionan los trasplantes fecales y qué afecciones pueden tratar. También cubrimos los posibles riesgos de este procedimiento.

¿Qué es un trasplante fecal?

Los trasplantes fecales pueden ayudar a tratar una variedad de afecciones.

Un trasplante fecal de un donante sano estimula al cuerpo del receptor a desarrollar bacterias saludables, que pueden curar algunas infecciones y reducir la gravedad de ciertos problemas de salud intestinal.

El intestino alberga un delicado equilibrio de millones de bacterias. Cuando estas bacterias se desequilibran, una persona puede desarrollar diarrea y otros problemas intestinales.

En algunos casos, los antibióticos que tratan las infecciones intestinales también eliminan las bacterias útiles. Por ejemplo, aproximadamente el 20% de las personas que toman antibióticos para Clostridium difficile, una infección estomacal bacteriana común que causa diarrea, vuelve a desarrollar la afección. Esta recurrencia puede deberse a que los antibióticos alteran el microbioma intestinal, en cuyo caso, la reintroducción de bacterias buenas mediante un trasplante fecal puede ayudar.

Un médico examinará cuidadosamente a los donantes de trasplantes fecales para asegurarse de que sus intestinos y heces estén sanos. Los examinarán para detectar diversas enfermedades, como la hepatitis.

En la mayoría de los casos, un médico entregará las heces del donante al receptor a través de un colonoscopio. Un colonoscopio es un tubo pequeño y flexible que se puede insertar en el colon a través del recto. Las personas generalmente toman medicamentos sedantes antes del procedimiento, por lo que no sentirán ningún dolor o malestar.

Otro enfoque implica inyectar heces líquidas a través de un enema en lugar de usar un colonoscopio.

Los trasplantes fecales se originaron en la antigua medicina china hace más de 1.700 años. En el pasado, este procedimiento implicaba beber una suspensión líquida de las heces de otra persona, una técnica de alto riesgo. Los trasplantes fecales de hoy en día son estériles y seguros, y cada vez hay más investigaciones que respaldan su uso.

Usos

Las personas con EII pueden beneficiarse de los trasplantes fecales.

Los médicos utilizan principalmente los trasplantes fecales para tratar C. difficile-enfermedad asociada (CDAD). En los Estados Unidos, la CDAD mata a unas 15.000 personas cada año, a menudo debido a una inflamación grave del colon.

La investigación encuentra consistentemente que los trasplantes fecales son altamente efectivos para tratar esta peligrosa condición.

En un ensayo a pequeña escala de 2014, el 70% de los participantes no presentaron síntomas después de un tratamiento de trasplante fecal. La tasa de curación general fue del 90% entre los que se sometieron a múltiples tratamientos. Los participantes también tuvieron menos evacuaciones intestinales y clasificaron mejor su salud general después del tratamiento. Otros estudios han informado tasas de éxito similares.

Los médicos también pueden recomendar trasplantes fecales para controlar otras afecciones gastrointestinales. Por ejemplo, los problemas con las bacterias intestinales pueden causar o empeorar la enfermedad inflamatoria intestinal (EII).

Los investigadores han descubierto que los trasplantes fecales pueden ayudar a tratar la EII, aunque su eficacia varía entre los estudios. Una revisión de 2016 encontró que las tasas de éxito en los ensayos oscilaron entre el 36,2% y el 77,8%, lo que indica la necesidad de realizar más investigaciones.

Los trasplantes fecales también pueden ayudar con el síndrome del intestino irritable (SII), una afección poco conocida que causa una amplia gama de problemas digestivos.

La investigación sobre los trasplantes fecales para esta afección aún está en su infancia, pero los autores de la revisión anterior señalaron que en un estudio en el que participaron 13 personas con SII, un trasplante fecal resolvió los síntomas en el 70% de los participantes.

Investigación sobre trasplantes fecales

La investigación sobre los efectos más amplios de las bacterias intestinales aún se está desarrollando, pero si la salud intestinal afecta la salud en general, los trasplantes fecales podrían eventualmente tratar una variedad de afecciones.

Algunas investigaciones han relacionado la salud intestinal con otras afecciones, como la demencia. Estas asociaciones pueden existir porque la salud intestinal afecta la capacidad del cuerpo para absorber y utilizar nutrientes.

Los autores de una revisión de 2016 sugirieron que los trasplantes fecales pueden eventualmente tratar afecciones como:

  • diabetes
  • síndrome de fatiga crónica
  • fibromialgia
  • obesidad
  • trastornos del estado de ánimo, como depresión
  • enfermedad del hígado graso no alcohólico
  • fiebre del heno
  • artritis
  • asma
  • eczema

Riesgos y consideraciones

Tomar antibióticos puede aumentar el riesgo de complicaciones después de un trasplante fecal.

La mayoría de los estudios sugieren que los trasplantes fecales son seguros, especialmente cuando la muestra proviene de un donante sano y minuciosamente examinado.

Los médicos saben menos sobre la seguridad a largo plazo de los trasplantes fecales. A partir de 2019, un ensayo clínico aún evalúa la seguridad a largo plazo de los trasplantes fecales mediante enema.

Sin embargo, una muerte reciente debido a una infección severa resistente a los antibióticos que se desarrolló después de FMT ha llevado a la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. A suspender todos los ensayos clínicos que utilizan el trasplante.

Han emitido una advertencia de eventos adversos a los proveedores de atención médica.

Tomar antibióticos después de un trasplante fecal puede causar complicaciones, por lo que es importante informar al médico sobre cualquier medicamento y antibiótico que esté tomando actualmente. Asimismo, una persona debe mencionar un trasplante fecal reciente si está recibiendo antibióticos para una infección.

Aunque la investigación ha demostrado que los trasplantes fecales son seguros, muchas personas se sienten ansiosas por el procedimiento.

A algunos les preocupa que sea peligroso o sucio trasplantar las heces de otra persona a su cuerpo. Sin embargo, las personas con afecciones médicas crónicas o potencialmente mortales pueden encontrar que pueden pasar por alto el factor "asco".

Un estudio de 2016 identificó varios factores de riesgo para el fracaso del trasplante fecal, que incluyen:

  • ser mujer
  • hospitalización previa
  • cirugía reciente antes del trasplante

Puede ser difícil acceder a los trasplantes fecales, especialmente para afecciones distintas de la CDAD.

Algunas personas y un puñado de defensores de la salud natural sugieren realizar trasplantes fecales en el hogar tomando una pastilla o un enema de heces de un donante sano. Sin embargo, ninguna investigación respalda la realización de trasplantes fecales en el hogar y no hay evidencia de que sea seguro.

Sin una evaluación adecuada, un donante podría transmitir enfermedades graves y potencialmente letales.

Resumen

La idea de aceptar heces de un donante sano puede parecer peculiar, pero la ciencia que respalda los trasplantes fecales se está volviendo cada vez más común.

Cuando otros tratamientos fallan, este procedimiento innovador puede restaurar naturalmente la salud del intestino, permitiendo que las bacterias beneficiosas crezcan, combatan infecciones y mejoren la salud de una persona.

No todos los médicos conocen los trasplantes fecales, por lo que es importante consultar a un experto con suficiente experiencia en la realización de este procedimiento.

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