¿Cómo se apoderan de nuestro estómago las bacterias que causan cáncer?

Un nuevo estudio en ratones utiliza técnicas de imagen de vanguardia para investigar cómo H. pylori, que están presentes en aproximadamente la mitad de los humanos en la tierra, sobreviven y prosperan en el estómago.

¿Cómo coloniza H. pylori (en la foto de arriba) a los humanos con tanto éxito?

Las bacterias intestinales son uno de los temas más candentes de la ciencia médica actual.

A medida que los científicos se suman a la lista sorprendentemente larga de afecciones que pueden involucrar a las bacterias, comprender más sobre cómo burlan tanto a los medicamentos como a nuestro sistema inmunológico se ha vuelto cada vez más importante.

Una bacteria que tiene una capacidad increíble para colonizar a los humanos es Helicobacter pylori. De hecho, se estima que vive en el estómago de aproximadamente la mitad de todos los humanos.

Tiende a entrar primero en los seres humanos cuando somos jóvenes y luego permanece in situ durante gran parte de la vida de un individuo.

En la mayoría de las personas, la bacteria parece no causar daño; sin embargo, en algunos, H. pylori puede provocar cáncer gástrico y úlceras pépticas. Un autor escribe:

“Aproximadamente el 75% de la carga mundial de cáncer gástrico y el 5,5% de las neoplasias malignas en todo el mundo son atribuibles a H. pylori-inflamaciones y lesiones inducidas ".

Los secretos de H. pylori

A pesar de la prevalencia y ramificaciones de H. pylori infección, comprender cómo se comporta la bacteria en nuestro estómago ha resultado un desafío.

Investigadores, muchos de ellos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, en California, llevaron a cabo recientemente una serie de estudios para comprender cómo H. pylori permanecen en el estómago con tanto éxito. Los científicos también esperan proporcionar pistas sobre cómo podrían desplazarse estas bacterias.

Utilizando herramientas de visualización de vanguardia, los científicos identificaron H. pyloriEs el escondite. Publicaron sus hallazgos recientemente en la revista. PLOS Biología.

H. pylori están altamente especializados para colonizar el estómago, que es un lugar particularmente inhóspito para vivir; es esencialmente una tina de ácido clorhídrico. A pesar de esto, las bacterias prosperan y pueden mantener su posición durante décadas.

Aparte de la intensa química del estómago, sus células se reemplazan rápidamente, lo que dificulta aún más mantener un punto de apoyo en el estómago.

Los antibióticos pueden matar H.pylori pero, por lo general, no erradican la bacteria por completo y la población vuelve a crecer pronto. El autor principal, el Dr. Manuel Amieva, explica que "la cepa reemergente es invariablemente la misma que se cree que ha sido erradicada".

Esto infiere que H. pylori tener un escondite, en algún lugar, fuera de peligro, donde las bacterias puedan regenerarse con seguridad. Los autores del artículo reciente querían descubrir este escondite.

Cómo H. pylori esconder

H. pylori tienen flagelos giratorios, que son estructuras largas en forma de látigo que permiten que las bacterias se muevan a través de sus entornos. Los científicos creen que la bacteria utiliza este motor a bordo en miniatura para hacer un túnel en la capa de moco del estómago.

La capa de moco protege el revestimiento del estómago y, por lo tanto, también podría ofrecer cierta protección a la bacteria.

Los científicos encontraron que esta táctica ciertamente juega un papel importante, pero también descubrieron otra forma en que las bacterias se protegen.

Para investigar, los investigadores infectaron ratones con dos cepas de H. pylori; uno fue modificado genéticamente para emitir luz verde fluorescente, el otro produjo luz roja fluorescente. También utilizaron una técnica llamada CLARIDAD, que permitió a los científicos "moverse a través" del tejido intacto y desarrollar una imagen en 3D de dónde se habían asentado las bacterias en los estómagos de los ratones.

Investigaciones anteriores del mismo grupo mostraron que H. pylori esconderse en las glándulas gástricas, que son pequeños hoyos en la pared del estómago.

Si una bacteria particularmente resistente entra en uno de estos pozos y se multiplica, se vuelven increíblemente difíciles de desalojar. Los científicos no pudieron identificar exactamente por qué deberían estar tan arraigados, pero creen que podría deberse a que cada glándula tiene una sola entrada, cuyo diámetro es solo alrededor de cuatro veces más ancho que H. pylori.

Mapeo de la propagación

La nueva investigación investigó la forma en que H. pylori se propaga una vez que ha llegado a un animal. Los científicos esperaban que las dos cepas de bacterias (que eran idénticas aparte de su coloración) se mezclaran y se convirtieran en una población combinada de ambos colores.

Sin embargo, encontraron que una vez que una bacteria, ya sea roja o verde, se instaló en una glándula gástrica, redujo la capacidad de entrada de otras bacterias. Entonces, a pesar de que estas bacterias eran todas de la misma cepa de la misma especie, los investigadores determinaron que superarían a los de su propia especie.

Una vez que una bacteria roja o verde hubiera colonizado una glándula y se hubiera replicado, tomaría posiciones en las glándulas vecinas; esto creó un patrón de mosaico de rojo y verde en el revestimiento del estómago del ratón.

Todavía no está claro exactamente cómo cada bacteria se apodera de un pozo y lo reclama como propio. Sin embargo, en uno de sus experimentos, los científicos utilizaron bacterias que habían sido diseñadas para carecer de la maquinaria sensorial química que utilizan para navegar; estas bacterias no pudieron establecer colonias exclusivas de color rojo o verde.

En el pasado reciente, los probióticos se han utilizado para deshacerse de las llamadas bacterias malas; pero, como explica la Dra. Amieva: "No es suficiente encontrar una buena cepa probiótica que pueda sobrevivir en el órgano en el que desea que viva. Es necesario crear un espacio para ella".

Por ejemplo, el Dr. Amieva sugiere un enfoque: tentar a las bacterias para que salgan de sus escondites y luego reemplazarlas con una bacteria menos virulenta.

Este estudio proporciona una imagen más clara de cómo H. pylori asentarse en nuestros estómagos. Con suerte, en el futuro, esta información podría ayudarnos a encontrar una manera de eliminarla.

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