¿Cómo saber si tiene un esguince en el pulgar?
Un esguince puede ocurrir cuando se lesiona o desgarra un ligamento del pulgar. Los ligamentos conectan dos huesos, formando una articulación. Un esguince puede ser muy doloroso y puede confundirse con un hueso roto o un problema en las articulaciones, como la artritis.
La mano está formada por un grupo complejo de articulaciones, que incluye tendones, ligamentos y músculos. Cuando las articulaciones soportan demasiada presión, reciben golpes fuertes o se extienden demasiado, los ligamentos pueden lesionarse y provocar un esguince.
La gravedad de un esguince depende de muchos factores, incluido si el ligamento está desgarrado y la gravedad del desgarro. Los esguinces también pueden ser difíciles de distinguir cuando ocurren con otras lesiones.
Datos rápidos sobre los pulgares torcidos:
- Un esguince ocurre cuando un ligamento se estira o se desgarra.
- El esguince de pulgar más común implica un desgarro del ligamento colateral cubital.
- La mayoría de los esguinces se curan con remedios caseros y no requieren cirugía.
¿Cuánto tiempo se tarda en recuperarse?
Cuando los ligamentos se lesionan, puede resultar en un esguince.
Los esguinces menores pueden sanar en tan solo 2 semanas. Los esguinces más graves pueden tardar de 6 a 12 semanas o más. Cualquiera que experimente dolor en el pulgar, especialmente si dura más de unos pocos días, debe consultar a un médico.
Aunque la mayoría de los esguinces no requieren tratamiento, un médico puede recomendar una férula y asegurarse de que no haya daños adicionales.
Si bien ningún tratamiento médico puede reparar un esguince, hay algunas cosas que una persona puede hacer para aliviar el dolor y reducir la hinchazón durante la recuperación.
Algunas estrategias simples para reducir la hinchazón y el dolor durante la recuperación incluyen:
- Descanso: Evite escribir y otras actividades que requieran mucho movimiento del pulgar. Use una férula si se recomienda.
- Hielo: aplique hielo a la lesión durante 20 minutos a la vez y repita a intervalos regulares, de cuatro a ocho veces al día.
- Medicamentos: tome medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), como ibuprofeno.
- Elevación: Mantenga el área elevada durante los primeros días.
Evitar que la articulación se mueva también puede acelerar el tiempo de curación, particularmente con esguinces más severos. Un médico puede recomendar el uso de una férula o yeso durante varias semanas.
Si un esguince severo no se trata, puede ocasionar otros problemas. El ligamento puede romperse más y las áreas circundantes pueden lesionarse. Algunas personas desarrollan debilidad crónica, inestabilidad, deformidad o artritis.
¿Cuándo es necesaria la cirugía?
Algunos de los esguinces más graves pueden requerir cirugía. En algunos esguinces, un ligamento desgarrado puede arrancar pedazos de hueso. Cuando esto sucede, un cirujano puede reparar el ligamento y restaurar los fragmentos de hueso. Después de la cirugía, la mayoría de las personas necesitarán usar un yeso durante 6 a 8 semanas.
Permanecer cómodo durante la recuperación
A medida que la hinchazón y el dolor disminuyan, regrese lentamente a sus actividades normales. Hacer demasiado y demasiado rápido puede agravar la lesión.
Los ejercicios de fortalecimiento pueden ayudar a sanar el pulgar, pero el ejercicio correcto dependerá del ligamento lesionado. Consulte a un médico o fisioterapeuta que pueda recomendar qué ejercicio hacer, cuándo comenzar y con qué frecuencia realizarlo.
¿Un esguince o una rotura?
Un médico puede ordenar una radiografía para determinar si el pulgar está roto.Cuando el pulgar se ha estirado demasiado o se ha dañado de alguna otra manera, es probable que la lesión sea un esguince. Sin embargo, los síntomas pueden tardar en aparecer, por lo que puede ser difícil distinguir el esguince de otras lesiones. El dolor de estas otras lesiones también puede irradiarse por todo el pulgar, empeorando el dolor del esguince.
Los cambios en la forma del pulgar, un crujido después de una caída y entumecimiento a menudo ocurren cuando se rompe el pulgar o un hueso cercano.
Un médico puede realizar una radiografía para asegurarse de que no haya huesos rotos. Esto también puede ayudar a determinar si una condición como la artritis está causando los síntomas.
Los síntomas comunes de un esguince incluyen:
- dolor que se irradia a lo largo de la mano o muñeca
- moretones, hinchazón o decoloración alrededor del pulgar
- aflojamiento en la articulación o dificultad para mover el pulgar
Grados de esguince de pulgar
Los médicos juzgan la gravedad de un esguince mediante un sistema de clasificación:
- Esguinces de grado 1: ocurren cuando un ligamento se estira o recibe un pequeño desgarro. Puede haber hinchazón y dolor leve.
- Esguinces de grado 2: implican un desgarro parcial de un ligamento. El pulgar puede estar sensible y doloroso al moverlo, o puede sentirse inusualmente suelto.
- Esguinces de grado 3: implican un desgarro completo de un ligamento. El esguince puede ser muy doloroso y puede resultar difícil mover el pulgar.
A continuación se muestra un modelo en 3-D de un esguince de pulgar, que es completamente interactivo.
Explore el modelo con el mouse pad o la pantalla táctil para comprender más sobre un esguince de pulgar.
Prevención
Cualquiera puede torcerse un pulgar y no hay forma de eliminar el riesgo.
Los esquiadores son especialmente vulnerables porque un bastón de esquí puede extender demasiado el pulgar durante una caída. Un esquiador puede minimizar el riesgo de una caída si se mantiene consciente de su entorno. Puede ser útil practicar la caída, ya que esto puede entrenar los reflejos del cuerpo para ayudarlo a aterrizar de manera segura.
Agarrar un bastón de esquí como apoyo durante una caída puede aumentar la probabilidad de lesiones.
Quitar
Es fácil descartar un esguince como una lesión menor, pero los esguinces pueden ser increíblemente dolorosos. Si se ignoran, los esguinces severos pueden causar daño a largo plazo y dolor crónico.
Si bien un esguince no es una emergencia médica, un médico puede confirmar que el pulgar no esté roto y asegurarse de que la persona reciba el tratamiento adecuado.
Con una atención inmediata, la mayoría de las personas se recuperan por completo y pueden volver a sus actividades habituales.