Cómo deshacerse de la acumulación de ácido láctico
El ácido láctico es a menudo el resultado de un metabolismo normal. El oxígeno en la sangre es necesario para convertir la glucosa en energía. Sin embargo, cuando no hay suficiente oxígeno, el cuerpo descompone la glucosa sin oxígeno, lo que produce ácido láctico.
El ácido láctico, o lactato, se acumula en muchos tejidos, incluidos los músculos, y luego ingresa al torrente sanguíneo. El cuerpo puede utilizar pequeñas cantidades de lactato como energía.
Las personas a menudo experimentan altos niveles de ácido láctico durante o después de un ejercicio extenuante. Esto se llama hiperlactatemia inducida por el ejercicio o relacionada con el ejercicio.
Una acumulación de ácido láctico puede hacer que los músculos se sientan doloridos o cansados. Por lo general, el hígado descompondrá el exceso de lactato en la sangre.
Algunas condiciones de salud pueden aumentar la producción de ácido láctico o reducir la capacidad del cuerpo para eliminar el lactato de la sangre. Esto puede resultar en una acumulación más severa de lactato, que los médicos denominan acidosis láctica.
Este artículo ofrece consejos para prevenir y reducir la hiperlactatemia inducida por el ejercicio. También describimos otras causas de acumulación de lactato y acidosis láctica.
Prevención de la hiperlactatemia inducida por el ejercicio
Beber mucha agua puede ayudar al cuerpo a descomponer el exceso de ácido láctico.La acumulación de ácido láctico en los músculos durante o después del ejercicio no es perjudicial. De hecho, algunos expertos creen que puede resultar beneficioso. En pequeñas cantidades, el ácido láctico puede:
- ayudar al cuerpo a absorber energía
- ayudar al cuerpo a quemar calorías
- aumentar los niveles de resistencia
Sin embargo, muchas personas encuentran que el dolor muscular y los calambres por la acumulación de ácido láctico afectan negativamente sus entrenamientos.
Hay varias formas de prevenir la hiperlactatemia inducida por el ejercicio, de la siguiente manera:
Beber mucha agua
Mantener el cuerpo hidratado durante el ejercicio le brinda la mejor oportunidad de descomponer el exceso de ácido láctico. Las personas pueden asegurarse de mantenerse hidratadas bebiendo mucha agua.
Tomando respiraciones profundas
El cuerpo comienza a producir ácido láctico cuando tiene poco oxígeno necesario para convertir la glucosa en energía. Respirar profundamente ayudará a llevar oxígeno a los músculos, lo que ralentizará la producción de ácido láctico.
Disminuir la intensidad del ejercicio
Cuando una persona siente los efectos de la acumulación de ácido láctico, puede ralentizar y reducir la intensidad de su entrenamiento. Esto permitirá que se recuperen los niveles de oxígeno en sangre.
Estirar después de un entrenamiento
Estirar ligeramente los músculos después de un entrenamiento puede ayudar a aliviar cualquier sensación de ardor o calambres que pueda causar la acumulación de ácido láctico.
Ácido láctico y ejercicio
En la mayoría de los casos, la acumulación de ácido láctico es una respuesta inofensiva al ejercicio intenso y desaparecerá por sí sola. Una vez que el cuerpo ha utilizado el lactato resultante para obtener energía, el hígado descompone cualquier exceso en la sangre.
Durante mucho tiempo, los expertos pensaron que el ácido láctico era responsable del dolor muscular de aparición tardía (DOMS) después del ejercicio. Sin embargo, los expertos ya no creen que este sea el caso. En cambio, ahora dicen que el dolor y la rigidez de DOMS son el resultado de un daño microscópico a las fibras musculares.
Es más probable que DOMS ocurra en las siguientes situaciones:
- iniciar un nuevo programa de ejercicios
- cambiar rutinas de ejercicio
- aumentar la duración o la intensidad de un entrenamiento regular
Acidosis láctica no inducida por ejercicio
Una persona con acidosis láctica puede experimentar dolor en el estómago, náuseas y aliento con olor dulce.
Ciertas condiciones de salud pueden reducir los niveles de oxígeno en sangre, lo que resulta en una mayor producción de lactato. Estas condiciones incluyen:
- insuficiencia cardiaca
- infección severa
- choque
- diabetes mal controlada
Además, el daño hepático y la enfermedad hepática pueden afectar la capacidad del hígado para eliminar el lactato de la sangre. Esto puede resultar en niveles altos de lactato en sangre, lo que los médicos llaman hiperlactatemia.
En algunos casos, la hiperlactatemia puede progresar a acidosis láctica. Sin tratamiento, la acidosis láctica puede alterar el equilibrio del PH de la sangre de una persona. Esta alteración puede resultar en graves complicaciones de salud.
Los síntomas que los médicos asocian con la acidosis láctica incluyen:
- aliento con olor dulce
- piel fría y húmeda
- dolor en el vientre
- náuseas o vómitos
- Diarrea
- dolor de cabeza
- Confusión
- sentirse desorientado
- sintiéndose débil
- coloración amarillenta de la piel o el blanco de los ojos en la ictericia
- coma
La acidosis láctica también es un efecto secundario poco común de algunos medicamentos contra el VIH.
Cualquiera que piense que tiene acidosis láctica o hiperlactatemia inducida por no ejercicio debe hablar con un médico de inmediato.
Un médico generalmente realizará un análisis de sangre para verificar los niveles de lactato en la sangre. En algunos casos, pueden pedirle a la persona que no coma, beba ni haga ejercicio durante varias horas antes de la prueba.
Si las pruebas detectan acidosis láctica, el médico trabajará para diagnosticar y tratar su causa subyacente. El tratamiento permitirá que el cuerpo elimine el ácido láctico de la forma habitual.
Resumen
El cuerpo produce ácido láctico cuando tiene poco oxígeno que necesita para convertir la glucosa en energía. La acumulación de ácido láctico puede provocar dolor muscular, calambres y fatiga muscular.
Estos síntomas son típicos durante el ejercicio intenso y, por lo general, no son motivo de preocupación, ya que el hígado descompone el exceso de lactato.
Mantenerse hidratado y respirar profundamente durante el ejercicio puede ayudar a prevenir la hiperlactatemia inducida por el ejercicio.
Las condiciones de salud específicas pueden aumentar el riesgo de que una persona desarrolle hiperlactatemia y acidosis láctica. Sin tratamiento, la acidosis láctica puede provocar graves complicaciones de salud.