Cómo reducir el riesgo de enfermarse

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La mayoría de las personas experimentan resfriados o gripe de vez en cuando. Sin embargo, existen algunas formas comprobadas de reducir las posibilidades de infectarse.

Aunque la mayoría de las infecciones por resfriado y gripe ocurren durante las temporadas de otoño e invierno, los virus responsables de estas enfermedades están presentes durante todo el año.

Luchar contra una infección viral pasa factura a la mayoría de las personas, lo que hace que pierdan días de trabajo y tiempo valioso con sus amigos y familiares.

En este artículo, describimos ocho formas basadas en la evidencia para evitar enfermarse, para que las personas puedan mantener su salud y aprovechar al máximo su tiempo.

1. Vacunarse

La vacunación ofrece la protección más sólida contra las infecciones de gripe estacional.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), vacunarse es la mejor manera de protegerse contra las infecciones de gripe estacional.

La gripe ocurre cuando una persona se infecta con el virus de la influenza. Las vacunas contra la influenza contienen antígenos de la influenza, que le indican al sistema inmunológico que produzca anticuerpos. Estos anticuerpos pueden proteger contra los virus invasores de la gripe y evitar que las personas se enfermen.

Hay cuatro tipos de virus de la influenza, todos los cuales pueden mutar durante el año. Estas mutaciones pueden reducir la eficacia de las vacunas contra la influenza estacional. Si la vacuna es compatible con el virus de la influenza circulante, puede prevenir entre el 40 y el 60 por ciento de las infecciones por influenza.

Si bien las vacunas contra la influenza no garantizan una inmunidad total, pueden reducir la gravedad de los síntomas y disminuir el riesgo de hospitalizaciones y muertes relacionadas con la influenza.

A continuación, se presentan algunas otras razones para vacunarse contra la gripe:

  • Los CDC estiman que la vacunación contra la influenza previno 5.3 millones de enfermedades causadas por la influenza entre 2016 y 2017.
  • Según un estudio de 2018, durante 2012-2015, los adultos de Nueva Zelanda que habían recibido una vacuna contra la influenza tenían un 59 por ciento menos de probabilidades de ser ingresados ​​en una unidad de cuidados intensivos debido a la influenza, en comparación con las personas que no estaban vacunadas.
  • Un estudio de 2017 encontró que las vacunas contra la influenza redujeron la cantidad de muertes relacionadas con la influenza en niños de 6 meses a 17 años en un 65 por ciento.

2. Desinfección de superficies

Los virus pueden sobrevivir en muchos tipos diferentes de superficies, que incluyen:

  • metal
  • el plastico
  • tejidos
  • papel
  • vidrio

El tiempo que un virus puede permanecer infeccioso en estas superficies depende de una variedad de factores, como la temperatura y la humedad. Sin embargo, un estudio de 2016 sugiere que los virus de la influenza pueden sobrevivir fuera del cuerpo durante períodos prolongados, posiblemente incluso meses.

Las personas pueden reducir el riesgo de infección mediante el uso de productos que contengan alcohol o lejía para desinfectar los objetos de uso frecuente, como encimeras, escritorios y teclados.

Al usar desinfectantes y productos de limpieza, es esencial leer las etiquetas y seguir las instrucciones cuidadosamente para asegurarse de que las superficies estén correctamente desinfectadas.

3. Mantener el aire limpio

Los resfriados comunes y la gripe son tipos de infecciones respiratorias. Los virus que causan estas enfermedades se replican en las membranas mucosas que recubren el tracto respiratorio y pueden viajar a través del aire en pequeñas gotas de moco.

Esto significa que las personas con un resfriado o gripe pueden transmitir el virus cada vez que tosen o estornudan. Por ejemplo, los virus de la influenza pueden viajar hasta 3,7 metros, alrededor de 12,2 pies, a través del aire después de que una persona tose o estornuda.

Las personas pueden reducir el riesgo de infectar a otros si se quedan en casa cuando están enfermas y se cubren la cara cuando estornudan o tosen.

4. Practicar una buena higiene

Lavarse las manos con regularidad es una forma eficaz de protegerse contra las infecciones virales.

Los virus pueden ingresar al tracto respiratorio a través de los ojos, la nariz o la boca de una persona. Una persona puede infectarse al tocar una superficie contaminada y luego tocarse la cara.

Lavarse las manos con regularidad y minuciosamente con agua limpia y jabón es una forma eficaz de protegerse contra las infecciones virales. Según los CDC, lavarse las manos correctamente puede resultar en una disminución del 16 al 21 por ciento en las enfermedades respiratorias, como los resfriados y la gripe.

Si no hay jabón disponible, una persona puede usar un desinfectante de manos a base de alcohol. Hay una variedad de desinfectantes para manos disponibles para comprar en línea.

5. Tomar suplementos de zinc

El zinc es un micronutriente importante que se encuentra naturalmente en la carne, el pescado, las nueces y otros alimentos.

Según una revisión de 2016, la deficiencia de zinc puede provocar una respuesta inmune debilitada y afecciones inflamatorias de la piel. Las personas con una respuesta inmunitaria debilitada son menos capaces de combatir las infecciones.

Un metanálisis de 2017 sugiere que las pastillas de zinc pueden reducir la duración de los resfriados comunes en aproximadamente un 33 por ciento. Los participantes del estudio consumían entre 80 y 207 miligramos de zinc por día.

6. Consumir más fibra

La fibra dietética tiene muchos beneficios para la salud, incluida la regulación de la digestión, la prevención del estreñimiento y la reducción del riesgo de una serie de afecciones.

Un estudio de 2018 en ratones sugiere que la fibra dietética también puede estimular el sistema inmunológico.

Los investigadores compararon las respuestas inmunitarias en ratones que consumieron una dieta baja en fibra con los que consumieron una dieta alta en fibra. Los resultados del estudio sugieren que los ácidos grasos de cadena corta presentes en la fibra dietética mejoraron la inmunidad de los ratones a las infecciones por influenza.

7. Evitar el humo del cigarrillo

El tabaquismo es un factor de riesgo conocido de varias enfermedades, como el cáncer, el asma y las infecciones respiratorias. Respirar humo de segunda mano también puede aumentar el riesgo de que una persona desarrolle estas afecciones.

Las personas que fuman o inhalan el humo del cigarrillo con regularidad también tienen más probabilidades de experimentar síntomas graves cuando se resfrían o tienen gripe. Según una revisión de 2018, el humo del cigarrillo puede afectar el sistema inmunológico y reducir la capacidad de una persona para combatir las infecciones.

Dejar de fumar y evitar el humo de segunda mano son formas excelentes de mejorar la salud en general y reducir las posibilidades de enfermarse.

8. Hacer ejercicio

La participación en una actividad física regular reduce el riesgo de contraer una serie de enfermedades.

La actividad física regular puede mejorar la salud y el bienestar general de una persona y reducir el riesgo de una serie de enfermedades, que incluyen:

  • enfermedad del corazón
  • estrés y ansiedad
  • Alta presión sanguínea
  • diabetes tipo 2
  • ciertos tipos de cáncer

Además de estos beneficios, la investigación de 2016 indica que la actividad física también puede mejorar la función inmunológica de una persona y disminuir el riesgo de infecciones respiratorias.

Un estudio de 2018 también examinó los beneficios de la meditación y el ejercicio para prevenir infecciones respiratorias agudas. El estudio de 8 semanas siguió a 390 participantes, a quienes los investigadores habían asignado al azar a uno de tres grupos:

  • sin entrenamiento (grupo de control)
  • Entrenamiento de reducción del estrés basado en la atención plena (MBSR)
  • entrenamiento de ejercicio de intensidad moderada (EX)

Los investigadores informaron una reducción del 14 al 33 por ciento en el número de infecciones respiratorias agudas entre los participantes de los grupos MBSR y EX, en comparación con el grupo de control.

Las personas de los grupos MBSR y EX que desarrollaron infecciones respiratorias agudas también experimentaron síntomas menos graves.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos afirma que cualquier actividad física es mejor que nada.

Sin embargo, para experimentar beneficios sustanciales para la salud, recomiendan que los adultos hagan al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada por semana o 75 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad vigorosa por semana. Una persona puede difundir esta actividad a lo largo de la semana.

Resumen

Los virus están presentes todo el año, pero hay formas de prepararse para la temporada de resfriados y gripe y reducir las posibilidades de enfermarse.

Recibir una vacuna anual contra la influenza y practicar una buena higiene son excelentes formas para que una persona se proteja a sí misma y a los demás.

Algunos cambios en el estilo de vida y la dieta que pueden reducir la probabilidad de enfermarse incluyen el ejercicio regular, el aumento de la ingesta de zinc y fibra y dejar de fumar.

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