Solo 6 horas de pérdida de sueño aumenta el riesgo de diabetes

La importancia del sueño es bien conocida. Un estudio reciente refuerza esto al demostrar que la falta de sueño podría aumentar el riesgo de diabetes, después de perder solo una noche de sueño.

Un nuevo estudio investiga el vínculo entre el sueño y la diabetes.

El sueño es sin duda una de las funciones más misteriosas pero esenciales de la fisiología.

Todos lo necesitamos, pero aún se están debatiendo las razones exactas por las que es tan importante.

Lo que sí sabemos es que el sueño es importante para la consolidación de la memoria; también parece darle tiempo al cerebro para eliminar las toxinas que se acumulan a lo largo del día.

La falta de sueño tiene una relación bidireccional con las afecciones psiquiátricas: la alteración del sueño puede ser causada por una enfermedad mental y la falta de sueño puede exacerbar, o incluso causar, enfermedades mentales.

Físicamente, el sueño permite que el cuerpo se recupere; por ejemplo, a los músculos se les da tiempo para sanar y crecer.

La falta de sueño se considera una preocupación a gran escala en los Estados Unidos. Debido a una variedad de factores, que incluyen tiempo de pantalla excesivo, iluminación artificial, vidas ocupadas y trabajos agitados, alrededor de 1 de cada 3 personas en los EE. UU. No duermen las 7 horas recomendadas cada noche.

Los científicos todavía están desentrañando las posibles consecuencias de esta epidemia en la salud.

Falta de sueño y diabetes.

Los estudios ya han demostrado que las personas que no duermen lo suficiente tienen más probabilidades de comer más, hacer menos ejercicio y aumentar de peso.

Los estudios también han demostrado un mayor riesgo de diabetes, pero no se ha entendido exactamente por qué podría ocurrir la diabetes.

Un nuevo estudio amplía nuestra comprensión de esta relación. Los autores del último estudio, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Toho en Japón, explican con más detalle:

"No estaba claro si la intolerancia a la glucosa se debía a los cambios en la ingesta de alimentos o al gasto energético o a la propia falta de sueño".

En otras palabras, ¿son los cambios en la dieta y el ejercicio relacionados con la falta de sueño la razón de un aumento en el riesgo de diabetes, o hay algo más en el trabajo? Los investigadores se propusieron comprender exactamente por qué la falta de sueño podría socavar la sensibilidad a la insulina.

Para hacerlo, utilizaron un modelo de ratón, centrándose en los cambios en sus hígados. Durante solo 1 noche, mantuvieron despiertos a la mitad de los ratones durante 6 horas durante su tiempo habitual de sueño.

Los científicos observaron atentamente a los ratones y, cada vez que parecían dormidos, los manipulaban o tocaban con suavidad. De esta forma, los mantenían despiertos sin causar un estrés indebido al animal.

Para distinguir el impacto de los factores del estilo de vida, durante 2 semanas antes de que comenzara el estudio, todos los ratones tuvieron acceso ilimitado a alimentos ricos en grasas y agua azucarada; además, se restringió el movimiento de los ratones.

De esta forma, los investigadores pudieron observar el efecto de la privación del sueño de forma aislada porque, tanto si los ratones habían dormido como si no, se les alimentaba con dietas similares y no podían hacer ejercicio.

Sus hallazgos ahora se publican en el American Journal of Physiology: endocrinología y metabolismo.

Los efectos de 6 horas de privación del sueño.

Inmediatamente después de la intervención del sueño, los científicos midieron los niveles de glucosa y el contenido de grasa en el hígado. Encontraron niveles elevados de glucosa en sangre en el hígado de ratones privados de sueño. Estos cambios fueron significativos después de solo un período de privación de sueño de 6 horas.

Los investigadores también midieron los niveles de triglicéridos en el hígado porque un aumento en la producción está asociado con un aumento en la resistencia a la insulina o con la incapacidad para procesar la insulina correctamente. Como era de esperar, en los ratones privados de sueño, los niveles estaban elevados.

Además, en los ratones privados de sueño, los investigadores midieron los cambios en las enzimas hepáticas que están asociados con el metabolismo. Los autores creen que estos pueden ser la causa principal de la resistencia a la insulina y la acumulación de grasa en el hígado.

Los autores concluyen que la falta de sueño es, por tanto, un factor de riesgo de diabetes, independientemente de los cambios en la actividad y la dieta. Si este es el caso, y más estudios respaldan los hallazgos, garantizar que las personas con mayor riesgo de diabetes tengan una buena rutina de sueño podría ser vital.

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