Escuchar y leer evocan una actividad cerebral casi idéntica
Ya sea que las palabras de una historia provengan de escuchar o leer, parece que el cerebro activa las mismas áreas para representar su semántica o significado, según una nueva investigación.
Leer libros y "escucharlos" activa las mismas áreas del cerebro.Utilizando escáneres cerebrales detallados, los científicos de la Universidad de California (UC), Berkeley, han creado mapas semánticos 3D interactivos que pueden predecir con precisión qué partes del cerebro responderán a categorías particulares de palabras.
Cuando compararon los mapas semánticos del cerebro para escuchar y leer, los investigadores encontraron que eran casi idénticos.
Parece que la representación del significado del cerebro no depende de qué sentido adquiere las palabras que lo transmiten.
Un reciente Revista de neurociencia El artículo describe cómo el equipo llegó a esta conclusión.
Los hallazgos arrojan nuevos conocimientos sobre la compleja actividad cerebral de la comprensión. También deberían mejorar la comprensión de las dificultades en el procesamiento del lenguaje, como la dislexia.
"En un momento en que más personas están absorbiendo información a través de audiolibros, podcasts e incluso textos de audio", dice la autora principal del estudio Fatma Deniz, investigadora postdoctoral en neurociencia en UC, Berkeley, "nuestro estudio muestra que, ya sea que estén escuchando o leyendo los mismos materiales, están procesando la información semántica de manera similar ".
Mapas semánticos 3D
Para crear los mapas cerebrales semánticos en 3D, el equipo invitó a voluntarios a escuchar y leer las mismas historias mientras grababan imágenes de resonancia magnética funcional detalladas de sus cerebros.
Los escáneres permitieron a los investigadores monitorear la actividad cerebral midiendo el flujo sanguíneo en diferentes partes del cerebro.
Los investigadores compararon la actividad cerebral con transcripciones codificadas en el tiempo de las historias. De esa manera, podrían saber qué parte del cerebro respondía a cada palabra.
También utilizaron un programa informático para asignar las miles de palabras de las historias a categorías semánticas. Por ejemplo, las palabras "gato", "pez" y "oso" pertenecen a la categoría "animal".
Luego, utilizando una herramienta llamada "codificación por voxel", el equipo asignó las categorías semánticas a sus áreas activadas asociadas en la corteza cerebral. Esta es la capa externa del cerebro, que se ocupa de la información motora y sensorial.
Los mapas parecen parches de colores vibrantes que revolotean en la corteza cerebral. Diferentes manchas de color representan diferentes categorías de palabras.
Los investigadores se sorprendieron al descubrir que los mapas para escuchar y leer eran casi idénticos, especialmente porque implicaban tantas regiones del cerebro. Esperaban que la lectura y la escucha procesaran la información semántica de manera diferente.
Aplicaciones potenciales de mapas semánticos
Los investigadores prevén que los hallazgos del estudio ayudarán a aumentar la comprensión de cómo el cerebro procesa el lenguaje.
Los mapas semánticos también podrían ayudar al estudio de personas sanas y con afecciones que afectan la función cerebral, como derrames cerebrales, epilepsia y lesiones que pueden afectar el habla.
Deniz sugiere que los mapas también podrían brindar nuevos conocimientos sobre la dislexia, una afección neurológica común que afecta la capacidad de leer.
La dislexia surge de una diferencia en el cableado cerebral y no afecta la inteligencia. La mayoría de las personas con dislexia pueden aprender a leer con la enseñanza adecuada.
Según la Asociación Internacional de Dislexia, alrededor de 1 de cada 10 personas tiene dislexia, aunque muchas no han recibido un diagnóstico ni ninguna ayuda.
"Si, en el futuro", sugiere Deniz, "encontramos que el cerebro disléxico tiene una rica representación del lenguaje semántico cuando escucha un audiolibro u otra grabación, eso podría traer más materiales de audio al aula".
También considera que los mapas son útiles para comprender las deficiencias del procesamiento auditivo. Las personas con estas afecciones no pueden distinguir los fonemas o las sutiles diferencias de sonido en las palabras. Por ejemplo, es posible que no puedan diferenciar entre "gato" y "murciélago".
"Sería muy útil poder comparar los mapas semánticos de comprensión auditiva y lectura para personas con trastornos del procesamiento auditivo".
Fatma Deniz