Más evidencia de que los alimentos ultraprocesados ​​pueden dañar la salud

Investigaciones anteriores han sugerido que consumir altos niveles de alimentos ultraprocesados, como refrigerios envasados ​​y refrescos, podría dañar la salud. Dos nuevos estudios confirman esta noción y proporcionan más evidencia de los riesgos de mortalidad cardiovascular y por todas las causas asociados.

Comer alimentos procesados ​​puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular y la mortalidad general.

Numerosos estudios han relacionado un alto consumo de alimentos ultraprocesados ​​con un mayor riesgo de enfermedades crónicas.

El cáncer, la diabetes tipo 2, la enfermedad celíaca y la esclerosis múltiple son solo algunos de los resultados asociados con el consumo de alimentos procesados.

Algunos estudios también han sugerido que consumir carne procesada puede aumentar el riesgo de muerte prematura.

Ahora, dos estudios que aparecen en el BMJ fortalecer la idea de que los alimentos procesados ​​pueden ser perjudiciales para la salud.

Un estudio se centró en el riesgo de eventos cardiovasculares adversos, mientras que el otro examinó el riesgo de mortalidad por todas las causas.

Los riesgos cardiovasculares de los alimentos procesados

Bernard Srour, del Centro de Investigación en Epidemiología y Estadística de la Sorbonne Paris Cité en Francia, es el autor principal del primer estudio.

Srour y sus colegas examinaron los vínculos entre el consumo de alimentos ultraprocesados ​​y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Los investigadores analizaron los datos de 105.159 adultos que se habían inscrito en el estudio NutriNet-Santé, que es uno de los estudios mundiales más grandes sobre nutrición y salud.

Los participantes tenían 43 años, en promedio, y en su mayoría mujeres (79%). Completaron seis cuestionarios que examinaron sus patrones dietéticos durante un período de 24 horas, eligiendo alimentos de una lista de 3.300 elementos.

El equipo clasificó los alimentos según su "grado de procesamiento". Srour y sus colegas definen los alimentos ultraprocesados ​​como aquellos que contienen muchos ingredientes que los fabricantes utilizan exclusivamente para fines industriales, pero que los consumidores perciben como "seguros, convenientes y muy apetecibles".

Los alimentos ultraprocesados ​​"a menudo tienen un mayor contenido de grasa total, grasa saturada, azúcar agregada, densidad energética y sal, junto con una menor densidad de fibra y vitaminas", explican los autores del estudio.

Productos horneados, bocadillos, refrescos azucarados, comidas preparadas con aditivos alimentarios y sopas de verduras deshidratadas son algunos ejemplos de alimentos ultraprocesados.

En el estudio, Srour y su equipo siguieron clínicamente a los participantes durante una década, entre 2009 y 2018.

Los hallazgos revelaron que por cada aumento del 10% en la cantidad de alimentos ultraprocesados ​​que consumían los participantes, el riesgo de:

  • la enfermedad cardiovascular aumentó en un 12%
  • la enfermedad coronaria aumentó en un 13%
  • la enfermedad cerebrovascular aumentó en un 11%

Por el contrario, quienes consumían alimentos mínimamente procesados ​​o no procesados ​​tenían un riesgo menor de desarrollar estas enfermedades cardiovasculares.

Los científicos calcularon el riesgo cardiovascular en términos relativos, lo que significa que compararon el riesgo cardiovascular de quienes consumieron más alimentos procesados ​​con el de quienes consumieron menos.

“Varios factores en el procesamiento, como la composición nutricional del producto final, aditivos, materiales de contacto y contaminantes neoformados, podrían jugar un papel en estas asociaciones”, sugieren, agregando que se necesita más investigación.

Según la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA), 1 de cada 3 muertes en los Estados Unidos ocurre como resultado de una enfermedad cardiovascular.

Los alimentos ultraprocesados ​​pueden aumentar el riesgo de muerte

Anaïs Rico-Campà, del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra en Pamplona, ​​España, dirigió el segundo estudio.

Rico-Campà y sus colegas se propusieron examinar los vínculos entre el consumo de alimentos ultraprocesados ​​y el riesgo de mortalidad por cualquier causa.

Examinaron un total de 19,899 adultos, 12,113 de los cuales eran mujeres. Los participantes tenían en promedio 38 años y se habían inscrito en el estudio Seguimiento Universidad de Navarra.

Como parte de este estudio, los participantes completaron un cuestionario de alimentos de 136 ítems. Los científicos los siguieron durante 10 años y agruparon los alimentos que comían de acuerdo con su grado de procesamiento.

El estudio encontró que las personas que consumían más de cuatro porciones de alimentos ultraprocesados ​​cada día tenían un 62% más de probabilidades de morir por cualquier causa en comparación con las que consumían dos porciones o menos.

El riesgo relativo de mortalidad prematura aumentó en un 18% con cada porción adicional de alimentos ultraprocesados.

"Los formuladores de políticas deberían cambiar sus prioridades"

Aunque los estudios son puramente observacionales, los investigadores instan a los funcionarios de salud pública a tomar medidas para promover el consumo de alimentos no procesados.

En un editorial vinculado, investigadores del Instituto de Actividad Física y Nutrición de la Universidad Deakin en Geelong, Australia, también apoyan estos puntos de vista y comentan los dos estudios.

Dicen: "Los autores diseñaron bien sus estudios, realizando varios análisis de sensibilidad y secundarios, ajustando por factores de riesgo sociodemográficos y antropométricos bien conocidos y por marcadores establecidos de la calidad de la dieta".

Se necesitan estudios más amplios, dicen los autores, pero señalan que los responsables de la formulación de políticas deberían comenzar a considerar la implementación de algunos cambios. Concluyen:

"Los formuladores de políticas deben cambiar sus prioridades de la reformulación de alimentos, que corre el riesgo de posicionar los alimentos ultraprocesados ​​como una solución a los problemas dietéticos, hacia un mayor énfasis en promover la disponibilidad, asequibilidad y accesibilidad de alimentos sin procesar o mínimamente procesados".

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