Esclerosis múltiple: una molécula pequeña podría retrasar su aparición

El tratamiento con una pequeña molécula podría retrasar el daño que causa la esclerosis múltiple en el cerebro y otras partes del sistema nervioso central, dicen los científicos.

Es posible que pronto esté a la vista un nuevo tratamiento para la EM.

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad incapacitante que destruye la vaina de mielina que protege las fibras nerviosas, provocando la pérdida de la señalización y el daño de las células nerviosas del sistema nervioso central (SNC).

Ahora, un estudio reciente de la Universidad de Chicago en Illinois ha revelado cómo una pequeña molécula que lleva el nombre de Sephin1 puede retrasar el daño de la mielina en un modelo de ratón de EM.

El periódico Cerebro ha publicado recientemente un relato de los hallazgos.

El estudio revela que Sephin1 actúa prolongando una respuesta de estrés integrada e incorporada (ISR) que reduce el daño que causa la inflamación a las células productoras de mielina u oligodendrocitos.

El primer autor del estudio, Yanan Chen, investigador postdoctoral en el Departamento de Neurología, dice que Sephin1 parece ofrecer un "potencial terapéutico sin efectos adversos mensurables".

Una enfermedad que daña el SNC.

La EM es una enfermedad de larga duración que daña el SNC y cuyos síntomas varían de persona a persona.

Los síntomas que se desarrollan en la EM son impredecibles y dependen en gran medida de dónde ocurre el daño al SNC, que comprende el cerebro, la médula espinal y los nervios ópticos. Los brotes pueden aparecer y desaparecer, o los síntomas pueden empeorar con el tiempo.

Las personas con EM suelen experimentar entumecimiento, agotamiento, alteraciones de la visión, problemas de coordinación y equilibrio y dificultades para hablar. También pueden tener dificultades para recordar y concentrarse.

Los síntomas de la EM pueden progresar a ceguera, parálisis y más.

Si bien cualquier persona a cualquier edad puede desarrollar EM, la mayoría de las veces ocurre entre los 20 y los 50 años, y las mujeres parecen ser tres veces más susceptibles a la enfermedad que los hombres.

Según la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple, hay al menos 2,3 millones de personas con EM en todo el mundo. En los Estados Unidos, las estimaciones sugieren que podría haber casi 1 millón de personas viviendo con EM.

Los expertos creen que la EM es una enfermedad autoinmune, es decir, una en la que el sistema inmunológico ataca el tejido sano de la misma manera que ataca a las bacterias, virus y otras amenazas que causan enfermedades.

Características autoinmunes de la EM

Los ataques inflamatorios en la EM destruyen la mielina, que es una capa aislante de proteína grasa que recubre las fibras nerviosas. El daño resultante interrumpe las señales eléctricas que las células nerviosas transportan alrededor del SNC y entre el SNC y el resto del cuerpo.

El daño puede extenderse a las fibras nerviosas, las células nerviosas y los oligodendrocitos que producen la mielina.

Sin embargo, lo que hace que el sistema inmunológico se comporte de esta manera es un misterio. Algunos estudios han sugerido que los genes están involucrados, aunque ninguno ha demostrado que las personas puedan heredar la EM. Otros han demostrado que los factores ambientales, como el tabaquismo y los niveles bajos de vitamina D, también pueden aumentar el riesgo de EM.

Los tratamientos actuales para la EM tienen como objetivo reducir los ataques de inflamación de la mielina y los oligodendrocitos. Sin embargo, debido a que estos debilitan el sistema inmunológico, no están exentos de riesgos. Pueden, por ejemplo, hacer que el cerebro sea vulnerable a las "infecciones oportunistas".

Entonces, los investigadores detrás del estudio reciente decidieron explorar otra opción: en lugar de debilitar el sistema inmunológico, ¿por qué no ayudar a las células afectadas por la EM a resistir el daño que causa la inflamación?

El equipo decidió investigar el ISR porque es un proceso innato que protege las células de los tejidos de los ataques de inflamación del sistema inmunológico.

Las pruebas han revelado que el guanabenz, un fármaco para la hipertensión arterial, puede mejorar la ISR en los oligodendrocitos. Sin embargo, el medicamento también produce efectos secundarios, que incluyen dolor de cabeza, debilidad, sequedad de boca y somnolencia. También puede provocar coma.

Sephin1 retrasa los síntomas clínicos

Luego, el equipo descubrió que Sephin1, que es un derivado de guanabenz pero sin efectos secundarios medibles, también puede aumentar la ISR en los oligodendrocitos.

La molécula pequeña ayuda a prolongar la ISR al bloquear una vía que la cierra.

El equipo probó la eficacia de Sephin1 en cultivos celulares y un modelo de ratón de EM. En cultivos celulares, encontraron que la molécula pequeña prolongaba la ISR en oligodendrocitos estresados.

En el modelo de ratón, el tratamiento con Sephin1 "retrasó los síntomas clínicos" de la EM.

El equipo relacionó el retraso de los síntomas con la prolongación del ISR y una menor pérdida de fibra nerviosa y oligodendrocitos. El tratamiento también condujo a una reducción de las células T del sistema inmunológico en el SNC.

Los investigadores notaron además que, al preservar los oligodendrocitos y reducir la pérdida de mielina, el tratamiento resultó en menos "restos de mielina". Esto, a su vez, podría reducir las respuestas del sistema inmunológico.

Además, parece que Sephin1 puede ofrecer un beneficio aún mayor si los científicos lo combinan con el interferón beta existente para la EM.

Los autores concluyen:

"Juntos, nuestros resultados sugieren que un tratamiento neuroprotector basado en la mejora de la respuesta integrada al estrés probablemente tendría un valor terapéutico significativo para los pacientes con esclerosis múltiple".
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