El sesgo negativo en personas con depresión es temporal

La tendencia a tener una respuesta mejorada a las expresiones faciales negativas es común en personas con depresión. Los hallazgos de un nuevo estudio muestran que el tratamiento puede reducir este sesgo.

Las personas con depresión son propensas a tener pensamientos negativos, pero esto puede ser solo temporal, sugiere un nuevo estudio.

Las personas con depresión pueden ser muy sensibles a los eventos negativos. Estudios anteriores han encontrado que estos individuos pueden recordar palabras negativas e identificar expresiones faciales tristes con mayor precisión que aquellos que no viven con depresión.

Estos hallazgos caen en la categoría de procesamiento de información emocional.

Un nuevo estudio, que aparece en Psicología biológica, ha investigado si ocurre un patrón similar en una forma diferente de procesamiento de información.

El procesamiento automático de información se refiere a procesos cognitivos que ocurren con poco esfuerzo o atención por parte de la persona. Por ejemplo, caminar o conducir un automóvil.

Investigadores de la Universidad de Jyväskylä, Finlandia, querían ver si el sesgo negativo en el procesamiento de la información emocional se producía automáticamente y si los hallazgos cambiaban con el tiempo.

“Es importante estudiar la fase de procesamiento automático porque el cerebro codifica constantemente estímulos que están fuera de la atención consciente”, dice la estudiante de doctorado Elisa Ruohonen.

Siguiendo los métodos de estudios anteriores, los investigadores eligieron imágenes de expresiones faciales como estímulos para examinar si existe una relación entre las respuestas cerebrales a las expresiones tristes y el resultado de la terapia cognitiva.

Un enfoque a largo plazo

Los investigadores reclutaron el mismo número de personas con y sin depresión para el estudio. Mostraron varias imágenes de expresiones faciales en una pantalla frente a cada participante, pero les dijeron que prestaran atención a un audiolibro en reproducción y mantuvieran la mirada fija en el centro de la pantalla.

Durante el experimento, el equipo hizo preguntas a los participantes sobre la historia para asegurarse de que la estaban escuchando. También registraron sus respuestas eléctricas cerebrales en todo momento.

Se realizaron seguimientos para el grupo de depresión 2 meses y 39 meses después de la prueba inicial. Los investigadores midieron las respuestas cerebrales cada vez.

En el seguimiento de 2 meses, aproximadamente la mitad de los participantes con depresión se habían sometido a un curso corto de terapia cognitivo-conductual. El seguimiento de 39 meses vio a todos los participantes recibir este tratamiento.

Esta puesta en escena fue otra decisión deliberada para determinar si una reducción de los síntomas afectaba las respuestas cerebrales a las expresiones faciales.

Un cuestionario final dividió a los participantes en grupos recuperados y no recuperados.

“Los estudios de seguimiento a largo plazo brindan información importante, ya que muchos estudios sobre los efectos del tratamiento solo se enfocan en los resultados a corto plazo”, explica Ruohonen.

El sesgo no es permanente

De acuerdo con otros hallazgos, los resultados del experimento inicial mostraron que las personas con depresión tenían una respuesta cerebral más significativa a las expresiones tristes que a las neutrales.

Como dice Ruohonen, "los resultados indican que el sesgo relacionado con la depresión en el procesamiento de expresiones faciales tristes ya está presente en la fase temprana y automática del procesamiento de la información".

Sin embargo, los resultados del seguimiento mostraron que este sesgo negativo no es permanente y que, de hecho, puede disminuir cuando los síntomas disminuyen.

Las respuestas cerebrales al inicio del estudio no ayudaron a predecir qué individuos se recuperarían con el tratamiento. Sin embargo, pueden resultar aplicables para identificar la depresión en sí.

Aunque el estudio fue a largo plazo, todavía no está claro si el sesgo en el que se centró "es una causa o un síntoma de depresión", señala Ruohonen.

La investigación adicional con un tamaño de muestra más grande y una distribución de género equitativa puede lograr hallazgos más fuertes o diferentes.

"Nuestro objetivo es encontrar marcadores de respuesta cerebral que puedan usarse para predecir la respuesta al tratamiento", afirma Ruohonen, y agrega: "Es importante tener en cuenta la heterogeneidad de la depresión y los factores individuales que podrían afectar la respuesta al tratamiento".

"Un enfoque del estudio podría ser investigar si los participantes deprimidos que tienen un sesgo negativo más fuerte se benefician del tratamiento que se dirige específicamente a este sesgo".

Elisa Ruohonen

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