Osteoporosis: ¿Pueden los probióticos proteger la salud ósea?
La osteoporosis afecta predominantemente a los adultos mayores, pero la pérdida ósea puede comenzar a los 40 años. Recientemente, los científicos han descubierto que los probióticos podrían ser una herramienta segura y eficaz para ayudar a combatir la pérdida ósea.
A medida que envejecemos, la estructura ósea interconectada (que se muestra aquí) se vuelve lentamente menos robusta.Los huesos no solo crecen una vez y luego permanecen igual de por vida.
En cambio, el hueso está formado por tejido vivo que constantemente se rompe y se transforma en hueso nuevo.
Este proceso es más eficiente cuando somos jóvenes. Alrededor de los 30 años, el cuerpo deja de aumentar la masa ósea, y una vez que llegamos a los 40 y 50 años, es posible que se estén descomponiendo más huesos de los que reemplazamos.
Con el tiempo, esto puede provocar osteoporosis. Los huesos se adelgazan gradualmente, lo que puede provocar fracturas, incluso por una simple caída.
Las mujeres mayores tienden a tener un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, pero no es exclusivo de las mujeres; también puede afectar a los hombres.
Otros factores de riesgo pueden incluir romperse un hueso después de los 50 años, experimentar una menopausia temprana, tener un cuerpo más pequeño, fumar tabaco y tener antecedentes familiares de osteoporosis.
Las fracturas pueden tener graves consecuencias; por ejemplo, durante el primer año después de una fractura de cadera, las tasas de mortalidad son del 24 al 30 por ciento debido al riesgo de complicaciones.
La osteoporosis se vuelve más un problema a medida que envejecemos, y las mujeres tienden a perder masa ósea rápidamente durante la menopausia. Independientemente, cuando las personas tienen 70 años, tanto hombres como mujeres pierden masa ósea aproximadamente al mismo ritmo.
Hay medicamentos disponibles que pueden ayudar a tratar la osteoporosis, pero prevenir o ralentizar la pérdida ósea inicial sería una gran mejora.
¿Previniendo la osteoporosis?
Un estudio reciente, publicado en la revista Inmunidad, probó la capacidad de un probiótico para mejorar el crecimiento óseo.
Los investigadores, dirigidos por el autor principal del estudio, Roberto Pacifici, de la Universidad de Emory en Atlanta, GA, abordaron este tema con ratones hembras de laboratorio. Los científicos les dieron oral Lactobacillus rhamnosus Suplementación con GG durante un período superior a 4 semanas.
El equipo reveló que el probiótico estimuló el crecimiento de bacterias intestinales que producen un metabolito particular llamado butirato. El butirato, a su vez, impulsó a las células T en la médula ósea a producir una proteína llamada Wnt10b, que es vital para el crecimiento óseo.
"Nos sorprendió la potencia del microbioma intestinal para regular los huesos y la complejidad del mecanismo de acción de los probióticos".
Roberto Pacifici
Explica que los probióticos son algo controvertidos y afirma que "debido a que se desconoce su mecanismo de acción en los huesos, se los considera una especie de tratamiento alternativo, esotérico y no probado".
Sin embargo, la investigación muestra que pueden afectar la estructura ósea de manera positiva. Pacifici también cree que la cantidad de bacterias contenidas en los probióticos puede ser tan importante como el probiótico que se utiliza, pero se necesita más investigación para confirmarlo.
Límites de este estudio
Lo principal a tener en cuenta de este estudio es que fue en ratones y no en humanos. Los autores dicen que existe una gran necesidad de continuar con la investigación. Les gustaría saber si los probióticos podrían ayudar en otras afecciones óseas y esperan que esta investigación continúe con los seres humanos.
“Nuestros hallazgos deberán validarse en estudios en humanos”, explica Pacifici. Señala que si esos estudios tienen éxito, puede allanar el camino para un tratamiento económico y bien tolerado que puede ayudar a optimizar el desarrollo esquelético en los jóvenes y puede ayudar a prevenir la osteoporosis en las personas mayores.