Radiación para el cáncer de próstata: ¿Qué implica?

La radioterapia puede ser un tratamiento eficaz para el cáncer de próstata. Puede encoger un tumor, aliviar los síntomas y retrasar o detener el crecimiento de las células cancerosas.

Un terapeuta puede apuntar a un tumor con un haz de radiación intenso desde una máquina externa, o puede implantar o inyectar materiales radiactivos en el cuerpo.

El tratamiento con radiación tiene beneficios, pero también puede tener riesgos y efectos secundarios.

Obtenga más información sobre lo que significa la radioterapia para alguien que está en tratamiento para el cáncer de próstata.

¿Como funciona?

La radiación actúa alterando el ADN de las células cancerosas para que no puedan seguir multiplicándose.

Las partículas de radiación pueden alterar el ADN de las células cancerosas. Esta interrupción impide que las células se multipliquen y también puede matarlas.

En algunos casos, la radiación puede eliminar todos los rastros de cáncer y luego se conoce como tratamiento curativo. Un médico puede usar radiación sola o junto con otros tratamientos.

Si no es posible eliminar el cáncer de próstata por completo, la radioterapia puede ayudar a controlarlo.

También puede aliviar los síntomas en las últimas etapas de la enfermedad, cuando se denomina cáncer de próstata metastásico. Los médicos luego se refieren a esto como tratamiento paliativo.

El cáncer de próstata es un tipo común de cáncer que afecta a los hombres. Aprende más aquí.

Tipos

Son posibles varios tipos de radioterapia para el cáncer de próstata.

Éstos incluyen:

  • radiación de haz externo
  • radiación interna
  • radiación sistémica

Radiación de haz externo

En la radioterapia de haz externo (EBRT), una máquina grande dirigirá los haces de rayos X hacia la glándula prostática desde el exterior del cuerpo.

El equipo médico se preparará para la terapia mediante:

  • tomar medidas y marcar el área de tratamiento
  • usando resonancias magnéticas o tomografías computarizadas para identificar el área objetivo
  • calcular la dosis correcta a utilizar

Son necesarias varias sesiones porque el cuerpo solo puede tolerar pequeñas cantidades de radiación a la vez. Distribuir la administración en varias sesiones reduce el riesgo de efectos adversos.

Hay varias formas de administrar EBRT:

Terapia convencional: una persona recibe de 35 a 45 dosis durante 7 a 9 semanas, de lunes a viernes. Esto permite un período de recuperación de 2 días a la semana.

Hipofracción moderada: la dosis es más alta y hay menos sesiones. Es posible que la persona tenga que asistir solo a 20 sesiones durante 4 semanas para obtener el mismo beneficio.

Ultrahipofracción: la persona recibe altas dosis durante cinco sesiones. Para algunas personas, esto puede significar un tratamiento más rápido con menos efectos secundarios. Puede ser tan eficaz como tener dosis más bajas durante un período más largo, pero es posible que no sea adecuado para todos. También se llama radioterapia corporal estereotáxica (SBRT).

Radioterapia conformada tridimensional (3D-CRT): computadoras especiales brindan una imagen exacta de la glándula prostática. También dan forma a las vigas para que solo afecten el área que necesita tratamiento. Esto puede reducir el riesgo de los tejidos circundantes.

Radioterapia de intensidad modulada (IMRT): en esta versión más avanzada de 3D-CRT, una máquina impulsada por computadora se mueve alrededor de la persona durante el tratamiento. Ajusta tanto la forma de los rayos como su intensidad. Esto permite administrar una dosis más alta sin aumentar el riesgo para los tejidos sanos.

Terapia de arco volumétrico modulado (VMAT): esta versión de IMRT administra el tratamiento rápidamente para que cada sesión sea más corta. No está claro si tiene beneficios adicionales, además del ahorro de tiempo.

Radioterapia con haz de protones: la terapia con protones administra haces de protones en lugar de radiación. En teoría, causa menos daño a los tejidos sanos. Sin embargo, este tratamiento es caro y no está ampliamente disponible. Aún no está claro si es más eficaz que la radioterapia.

Radiación interna

La radioterapia interna (IRT), o braquiterapia, consiste en colocar gránulos radiactivos dentro del cuerpo, en la glándula prostática. Los gránulos son del tamaño de un grano de arroz, según la Sociedad Estadounidense del Cáncer.

El implante puede ser temporal o permanente:

Temporal: el médico inserta los gránulos durante un tiempo breve. Esto puede variar desde unos minutos hasta 2 días.

Permanente: el médico retirará los gránulos solo cuando ya no sean radiactivos.

Antes de insertar el gránulo, el médico le administrará al paciente un anestésico general o local. La tecnología de imágenes garantiza que coloquen el gránulo con precisión.

Radiación sistémica

En la radioterapia sistemática, un médico administra a la persona un líquido compuesto de sustancias radiactivas, ya sea por vía oral o inyectado en una vena. El líquido se moverá por el cuerpo, a través de la sangre, hasta el sitio del cáncer.

Tratamiento combinado

Un médico puede aconsejarle sobre el mejor curso de radioterapia.

A veces, un médico recomendará más de un tipo de radioterapia. Pueden combinar radioterapia interna y externa, o pueden cambiar el método si un enfoque no ha sido eficaz.

Otra opción es combinar radioterapia y quimioterapia. La quimioterapia puede hacer que las células cancerosas sean más receptivas a la radiación. La combinación de los dos puede conducir a mejores resultados.

Obtenga más información aquí sobre la quimioterapia.

Radioterapia versus cirugía

La cirugía puede ayudar en las primeras etapas cuando el cáncer no se ha diseminado más allá de la próstata. Si se ha extendido a otros tejidos, los riesgos a menudo superan los beneficios.

A veces, un médico recomendará tanto la radioterapia como la cirugía.

¿Qué implica la cirugía para el cáncer de próstata? Descúbrelo aquí.

Otras opciones

Otras opciones de tratamiento incluyen ultrasonido de enfoque de alta intensidad (HIFU) y tratamiento hormonal.

Obtenga más información sobre las etapas del cáncer de próstata y el pronóstico.

Efectos secundarios

La radioterapia puede tener algunos efectos adversos.

Daño a las células sanas

La radioterapia destruye las células cancerosas, pero también puede dañar las células sanas.

Sin embargo, a diferencia de las células cancerosas, las células sanas a menudo pueden repararse a sí mismas después del tratamiento. Esto significa que la mayoría de los efectos adversos serán a corto plazo; desaparecerán después de que termine el tratamiento.

Problemas intestinales y de vejiga.

La radioterapia para el cáncer de próstata puede irritar el intestino, la vejiga o ambos.

Una persona puede desarrollar:

Proctitis por radiación: los síntomas incluyen diarrea y sangre en las heces.

Cistitis por radiación: los síntomas incluyen necesidad de orinar con más frecuencia, sensación de ardor al orinar y sangre en la orina.

Los problemas de la vejiga pueden mejorar después del tratamiento, pero es posible que no desaparezcan por completo.

Disfunción eréctil

Es posible que los problemas para lograr una erección no aparezcan de inmediato, pero pueden desarrollarse con el tiempo, especialmente en las personas mayores. La medicación puede ayudar.

Linfedema

El daño a los ganglios linfáticos puede hacer que se acumule líquido con el tiempo en el área genital o en las piernas. Un individuo puede notar hinchazón y dolor. Los síntomas pueden mejorar una vez finalizado el tratamiento, pero es posible que no desaparezcan por completo.

Otros efectos

La radioterapia puede hacer que una persona se sienta mal en general.

Pueden experimentar:

  • dolor y sensibilidad de la piel
  • fatiga fisica
  • náusea
  • una perdida de apetito
  • una boca dolorida

El descanso puede ayudar a conservar la energía y garantizar que el cuerpo y la mente puedan continuar con el curso del tratamiento.

El cáncer y su tratamiento pueden ser emocionalmente agotadores. Un médico puede recomendar un consejero que pueda ayudar.

Riesgos

Existe el riesgo de que la radioterapia pueda conducir a otro tipo de cáncer más adelante.

Las dosis altas de radiación pueden provocar efectos secundarios irreversibles a largo plazo. En algunos casos, la radiación puede provocar otro tipo de cáncer más adelante. El médico considerará esta posibilidad cuando recomiende opciones de tratamiento.

Si el cáncer de próstata reaparece después de que una persona haya recibido radioterapia anteriormente, es posible que el médico no la recomiende nuevamente. Hacerlo puede exponer el cuerpo a más radiación de la que puede soportar con seguridad.

Una persona que se somete a un tratamiento con radiación interna puede emitir una pequeña cantidad de radiactividad después. El médico puede recomendar que se mantenga alejado de las mujeres embarazadas y los niños pequeños durante un tiempo.

Embarazo y fertilidad

Los médicos no recomiendan recibir radioterapia durante el embarazo, ya que puede dañar al feto. Cualquier persona que quede embarazada durante el tratamiento debe informar a su médico de inmediato.

Los expertos aún no saben cómo afecta la radioterapia a los espermatozoides de un hombre o si causa daño si se concibe a un niño durante el tratamiento. Sin embargo, recomiendan el uso de métodos anticonceptivos para prevenir el embarazo durante el tiempo de tratamiento y durante algunas semanas después, como medida de precaución.

Quitar

Un médico solo recomendará el tratamiento con radiación para el cáncer de próstata si cree que los beneficios superan los riesgos y efectos secundarios.

Cualquier persona con cáncer de próstata debe hablar con su médico sobre las opciones de tratamiento disponibles y los posibles efectos adversos. El individuo debe decidir con su médico cuál es el mejor curso de tratamiento para él.

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