Los científicos identifican un desencadenante de la diabetes tipo 1 en ratones

Un descubrimiento en ratones sugiere una nueva oportunidad para reducir la incidencia de diabetes tipo 1.

Una nueva investigación se centra en un mecanismo celular complejo que puede explicar qué desencadena la diabetes tipo 1.

La diabetes tipo 1 va en aumento. Los científicos no están exactamente seguros de por qué ocurre esto, pero el aumento de nuevos casos hace que la carrera por comprender esta afección potencialmente mortal sea más urgente que nunca.

Un nuevo estudio que aparece en la revista. Inmunología de la cienciasugiere que un cambio hace que el sistema inmunológico del cuerpo comience a destruir su insulina, lo que resulta en la aparición de diabetes.

Si este descubrimiento en ratones se traduce en humanos, podría permitir la detección temprana y el desarrollo de terapias preventivas para la diabetes tipo 1.

El problema de la diabetes

Las células humanas obtienen energía de la glucosa, que es un azúcar en el torrente sanguíneo. La insulina, una hormona producida por las células beta en los islotes de Langerhans en el páncreas, permite que el cuerpo absorba la glucosa.

En un individuo sano, las células beta producen suficiente insulina para permitir que el cuerpo consuma la glucosa disponible en el torrente sanguíneo. Sin embargo, la falta de suficiente insulina puede ser fatal.

En la diabetes tipo 1, el sistema inmunológico del cuerpo ataca y destruye las células beta que producen insulina. Esto priva a las células del cuerpo de la energía que de otro modo proporcionaría la glucosa.

En los Estados Unidos, alrededor de 1,25 millones de personas que viven con diabetes tipo 1 dependen del control continuo del azúcar en sangre y de las inyecciones de insulina. Algunas personas con diabetes tipo 2 también requieren terapia con insulina, ya que sus células beta han dejado de producir insulina.

Un estudio histórico realizado hace más de 40 años reveló un vínculo entre la diabetes tipo 1 y ciertas versiones de HLA (antígeno leucocitario humano). Estas proteínas viven en la superficie de las células e instruyen al sistema inmunológico a atacar organismos y sustancias extrañas.

Las formas específicas de HLA que tienen una mayor asociación con la diabetes tipo 1 provocan un cambio en la forma en que se presentan los fragmentos de insulina a las células T.

Cómo funciona este proceso y por qué esto prepara a las células T para destruir las células beta sigue siendo una pregunta sin respuesta.

Un enfoque detallado produce resultados

El nuevo informe, escrito por científicos de Scripps Research y dirigido por el profesor de inmunología y microbiología Luc Teyton, M.D., Ph.D., ha descubierto un mecanismo probable, al menos en ratones.

A través de una serie de experimentos durante 5 años, el equipo del Prof. Teyton examinó muestras de sangre de ratones no diabéticos con sobrepeso considerados candidatos para la enfermedad.

Los científicos secuenciaron células T individuales de la sangre de los sujetos y luego analizaron los 4 terabytes de datos que había producido su secuenciación.

“Mediante el uso de tecnologías unicelulares para estudiar la fase prediabética de [la] enfermedad, hemos podido vincular mecánicamente células T anti-insulina específicas con la respuesta autoinmune observada en la diabetes tipo 1”, dice el Prof. Teyton.

El análisis de los científicos reveló un mecanismo al que llamaron el "interruptor P9". Esto permitió que una población particular de células T, que puede unirse preferentemente a los tipos de HLA asociados con la diabetes tipo 1, atacara las células beta.

Sin embargo, las células que utilizan este mecanismo existieron durante poco tiempo, lo que provocó una ráfaga de destrucción de insulina y luego desapareció por completo. Esto podría explicar por qué otros investigadores no han visto resultados similares en personas con diabetes: las células de cambio desaparecieron cuando aparecen los síntomas de la diabetes.

Buscando un interruptor P9 humano

Si estos conocimientos se aplican a los seres humanos, podrían constituir un primer paso hacia la prevención de la diabetes tipo 1. "El aspecto traslacional de este estudio es lo que más me emociona", admite el profesor Teyton.

Ha recibido la aprobación para comenzar a investigar si sus hallazgos podrían aplicarse a los humanos.

La diabetes tipo 1 tiene una fuerte asociación genética: para aquellos que tienen un familiar inmediato con la enfermedad, el riesgo de desarrollarla es 20 veces mayor.

El profesor Teyton y su equipo planean buscar las células del interruptor P9 reveladoras en la sangre de 30 sujetos en riesgo que aún no han experimentado síntomas de la enfermedad.

Si los investigadores encuentran el interruptor y confirman su papel en la diabetes tipo 1 humana, el descubrimiento podría ofrecer a los médicos y a las personas una nueva oportunidad para la detección temprana. También podría proporcionar una ventana de tiempo durante la cual los científicos pueden desarrollar nuevas terapias para prevenir el desarrollo de esta afección potencialmente mortal.

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