Estos antibióticos pueden poner en peligro la salud vascular.

Un tipo de antibiótico utilizado en el tratamiento de infecciones bacterianas se ha relacionado con muchos eventos adversos para la salud, lo que lleva a los especialistas a recomendar precaución en la prescripción de estos medicamentos. La evidencia reciente ahora confirma que aumentan el riesgo de enfermedad aórtica, que es una condición que daña la arteria principal del cuerpo humano.

Las fluoroquinolonas, un tipo de antibiótico, pueden poner en peligro la salud vascular.

Las fluoroquinolonas son un tipo de antibiótico que a veces se prescribe para el tratamiento de diversas infecciones bacterianas, desde la sinusitis bacteriana hasta las infecciones del tracto urinario.

Sin embargo, se ha señalado que traen efectos secundarios potencialmente peligrosos.

Entonces, en 2016, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) "aprobó cambios en las etiquetas de seguridad [...] para mejorar las advertencias sobre su asociación con efectos secundarios incapacitantes y potencialmente permanentes y para limitar su uso".

Estudios longitudinales recientes vincularon el uso de estos antibióticos con un riesgo significativamente mayor de enfermedad aórtica, que es una afección vascular en la que se ve afectada la aorta, el principal vaso sanguíneo del cuerpo.

La enfermedad aórtica se caracteriza por aneurisma (cuando la arteria se dilata) o disección (cuando se rompe), y ambos eventos pueden poner en peligro la vida.

Un nuevo estudio, dirigido por investigadores del Karolinska Institutet en Estocolmo, la Universidad de Lund (ambos en Suecia) y el Statens Serum Institut en Copenhague, Dinamarca, ahora ha confirmado algunas de estas preocupantes asociaciones.

Sin embargo, el investigador principal Björn Pasternak, del Departamento de Medicina del Karolinska Institutet, dice que hay un rayo de esperanza en medio del pesimismo general.

"Nuestros resultados confirman los hallazgos de los estudios anteriores, pero sugieren que el aumento del riesgo no es tan pronunciado como lo indican esos estudios".

Björn Pasternak

Los hallazgos se han publicado en El BMJ.

Fluoroquinolonas más del doble de riesgo

Los investigadores trabajaron con datos provenientes de registros sanitarios nacionales (el Registro Nacional de Medicamentos Recetados, el Registro Nacional de Pacientes, Estadísticas de Suecia y el Registro Sueco de Causas de Muerte) presentados entre julio de 2006 y diciembre de 2013.

Compararon el riesgo de enfermedad aórtica en 360.088 personas tratadas con fluoroquinolonas con el riesgo de desarrollar esta afección entre un número igual de participantes tratados con un tipo diferente de antibiótico: amoxicilina.

El análisis de los investigadores reveló un 66 por ciento más de riesgo de desarrollar aneurisma o disección aórtica entre las personas a las que se les habían administrado antibióticos de fluoroquinolonas.

“Este aumento”, escriben los autores, “correspondió a una diferencia absoluta de 82 […] casos de aneurisma o disección aórtica por 1 millón de episodios de tratamiento [durante un] período de riesgo de 60 días”.

Admiten que, al igual que en estudios anteriores, la nueva investigación fue de naturaleza observacional y, por lo tanto, no pudo establecer que las fluoroquinolonas causaran enfermedad aórtica.

Sin embargo, Pasternak sostiene que el tamaño del estudio y la sólida metodología significan que sus resultados proporcionan la evidencia más creíble descubierta hasta este momento.

"Aunque el aumento del riesgo absoluto fue relativamente pequeño", explican los investigadores, "los hallazgos del estudio deben interpretarse en el contexto del uso generalizado de fluoroquinolonas".

Un mecanismo subyacente detrás del vínculo entre el uso de fluoroquinolonas y la enfermedad aórtica puede ser que estos antibióticos "activan" la actividad de ciertas enzimas que pueden dañar la integridad del tejido interno.

“Uno de los factores implicados en el desarrollo de la enfermedad aórtica es el aumento de la actividad de las enzimas que degradan los tejidos conocidas como metaloproteinasas de la matriz”, explica Pasternak.

"Sabemos que las fluoroquinolonas inducen la actividad de estas enzimas", añade, "que también se cree que subyace al efecto adverso más conocido del dolor y la rotura del tendón".

Los estudios adicionales deben tener como objetivo aclarar si determinados tipos de antibióticos fluoroquinolónicos son más dañinos para la salud vascular que otros. Además, se debe prestar más atención a la comprensión de los mecanismos biológicos en juego, concluyen los investigadores.

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