Usar sal para combatir el cáncer

Aunque los científicos perfeccionan continuamente los tratamientos contra el cáncer, todavía hay mucho margen de mejora. Un nuevo estudio, realizado en ratones, se centra en la sal. Los investigadores han utilizado con éxito nanopartículas de cloruro de sodio para destruir las células cancerosas.

La inyección de nanopartículas de sal en tumores de ratón restringió significativamente su crecimiento.

A lo largo de las décadas, los investigadores han desarrollado un arsenal cada vez mayor de medicamentos para combatir el cáncer. Sin embargo, muchos de estos medicamentos son tóxicos, no solo para las células cancerosas sino también para los tejidos sanos.

La búsqueda continúa para encontrar tratamientos más efectivos con menos consecuencias negativas para el resto del cuerpo.

Los científicos, muchos de ellos de la Universidad de Georgia, en Atenas, están buscando cloruro de sodio, o sal, en forma de nanopartículas.

El cloruro de sodio es esencial para la vida, pero en el lugar equivocado puede causar la muerte celular. Para controlar esto, los canales iónicos en las membranas plasmáticas que rodean nuestras células evitan que entre sal.

Mantener el equilibrio adecuado en la célula entre los iones de sodio y cloruro en el exterior y el potasio en el interior impulsa muchos procesos que ayudan a respaldar la homeostasis: un entorno celular constante.

Sal como un caballo de Troya

Los autores del nuevo estudio, publicado en la revista Materiales avanzados, probaron su teoría de que "las nanopartículas de cloruro de sodio (SCNP) se pueden explotar como una estrategia de caballo de Troya para introducir iones en las células y alterar la homeostasis de los iones".

Los SCNP contienen millones de átomos de sodio y cloro, pero los canales iónicos responsables de mantener la sal fuera no los reconocen en esta forma.

En consecuencia, los SCNP pueden ingresar libremente a la celda y, una vez dentro, se disuelven, liberando iones de sodio y cloro que quedan atrapados en la celda.

Estos iones interrumpen la maquinaria celular y rompen la membrana plasmática. A medida que la membrana celular se abre, se liberan los átomos de sodio y cloro. Esto, a su vez, indica una respuesta inmune e inflamación.

Usando un modelo de ratón, los científicos probaron su teoría. Inyectaron SCNP en los tumores y registraron su crecimiento. Compararon el crecimiento de estos tumores con el de los ratones de un grupo de control que habían recibido la misma cantidad de cloruro de sodio en una solución, en lugar de nanopartículas.

El equipo descubrió que los SCNP suprimieron el crecimiento tumoral en un 66%, en comparación con el grupo de control. Es importante destacar que no hubo signos de que los SCNP causaran daño a ninguno de los órganos de los ratones.

La importancia de la seguridad

Este método parece seguro. Como explica el profesor asociado y autor principal Jin Xie, Ph.D.: “Después del tratamiento, las nanopartículas se reducen a sales, que se fusionan con el sistema de fluidos del cuerpo y no causan toxicidad sistemática o acumulativa. No se observaron signos de toxicidad sistemática con SCNP inyectados en dosis altas ".

Además, las células cancerosas parecían ser más susceptibles a los SCNP que las células sanas. Los autores creen que esto podría deberse a que, para empezar, las células cancerosas contienen niveles más altos de sodio, lo que las hace más vulnerables a la sobrecarga.

En los últimos años, muchos investigadores han investigado si varios tipos de nanopartículas podrían ser útiles en medicina; sin embargo, muy pocos han llegado a la clínica. Como reconocen los autores del estudio, "las preocupaciones principales son la toxicidad [de las partículas], el aclaramiento lento y el impacto impredecible a largo plazo en los huéspedes".

Sin embargo, los SCNP son diferentes. Los autores explican que "están hechos de un material benigno y su toxicidad depende completamente de la forma de nanopartículas".

¿Una vacuna contra el cáncer?

En la segunda parte del estudio, los científicos investigaron los efectos de las células cancerosas que ya habían sido destruidas por los SCNP. Inyectaron estas células en ratones y encontraron que los animales eran más resistentes a desarrollar un nuevo cáncer; en otras palabras, las células actuaron como una vacuna.

Creen que esto se debe a que cuando los SCNP hacen que las células cancerosas mueran y se rompan, provocan una respuesta inmunitaria.

En una línea similar, los científicos llevaron a cabo más estudios en tejido tumoral aislado. Inyectaron SCNP en tumores primarios y midieron las tasas de crecimiento de los tumores secundarios.

El equipo descubrió que los tumores secundarios crecían significativamente más lento que los tumores secundarios de control, cuyos tumores primarios no habían sido inyectados con SCNP.

Como suelen señalar los escépticos, "el cáncer se ha curado miles de veces, en ratones". Dicho esto, todos los medicamentos útiles deben aprobarse en la investigación con animales antes de que los científicos puedan probarlos en humanos.

Xie tiene esperanzas y dice que espera que los SCNP "encuentren amplias aplicaciones en el tratamiento del cáncer de vejiga, próstata, hígado y cabeza y cuello".

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