¿Qué causa un esguince de ligamento colateral lateral?
Un esguince del ligamento colateral lateral ocurre cuando el ligamento en el lado externo de la rodilla se desgarra. Este tipo de esguince es más común en personas que practican deportes de contacto, como el fútbol.
Si bien las lesiones de rodilla representan hasta el 39 por ciento de todas las lesiones en los atletas, las lesiones de los ligamentos laterales son menos comunes. Muchas lesiones del ligamento colateral lateral (LCL) ocurren junto con otras lesiones de la rodilla.
El LCL conecta el fémur con el hueso más pequeño de la pantorrilla. Controla el movimiento lateral de la rodilla y, junto con el ligamento colateral medial en la parte interna de la rodilla, contribuye a la estabilidad de la rodilla.
En este artículo, discutimos las causas y síntomas de los esguinces de LCL. También enumeramos algunos métodos para tratar y prevenir esta lesión.
Causas
Los atletas que practican deportes de contacto corren el riesgo de sufrir una lesión por LCL.
Un esguince de LCL generalmente ocurre cuando la rodilla empuja más allá del rango de movimiento habitual. Esto estira y desgarra el ligamento.
Un esguince de LCL puede tener causas que incluyen:
- contacto directo con el interior de la rodilla, como en una colisión o una entrada
- mala técnica de aterrizaje
- cambiando repentinamente de dirección mientras corres
- torcer la rodilla cuando el pie está parado
Los siguientes grupos tienen más riesgo de sufrir una lesión de LCL:
- deportistas que practican deportes de contacto
- personas con músculos débiles
- personas con mala coordinación
¿Cuales son los sintomas?
El síntoma más obvio es el dolor, que puede ser leve o intenso, en el lado externo de la rodilla. Las personas a veces escuchan un chasquido o un desgarro cuando ocurre la lesión.
Otros síntomas incluyen:
- hematomas en la piel
- debilidad generalizada en la articulación de la rodilla y sensación de que puede ceder
- entumecimiento en la rodilla, que puede ocurrir debido a daños en los nervios
- rigidez
- hinchazón a lo largo de la parte exterior de la rodilla
- sensibilidad alrededor del ligamento, especialmente si hay presión
- la sensación de que la rodilla se bloquea durante el movimiento
La gravedad de los síntomas depende de la gravedad del esguince. Los médicos clasifican los esguinces de LCL como:
- Grado 1: el ligamento se estira demasiado pero no se desgarra. Puede resultar en dolor leve o hinchazón. Un esguince de grado 1 no suele afectar la estabilidad de la articulación.
- Grado 2: el ligamento de la rodilla se desgarra parcialmente. Los síntomas pueden incluir dolor moderado, hinchazón, inestabilidad de la rodilla y dificultad para usar la articulación. La piel alrededor del ligamento LCL puede sufrir hematomas.
- Grado 3: implica un desgarro completo del ligamento. Los síntomas incluyen hinchazón, hematomas importantes, inestabilidad de las articulaciones y dificultad para poner peso en la pierna. Un esguince de grado 3 aumenta el riesgo de lesiones en otras partes de la rodilla y la pierna.
Cuando ver a un doctor
Un médico puede usar resonancias magnéticas y radiografías para diagnosticar un esguince de LCL.Las personas con síntomas de una lesión en la rodilla deben consultar a un médico para recibir un diagnóstico y tratamiento. Por lo general, preguntarán acerca de los síntomas y realizarán un examen físico.
Buscarán lo siguiente alrededor del LCL:
- dolor
- hinchazón
- sensibilidad
- inestabilidad
También comparará la rodilla lesionada con la otra rodilla. El médico puede usar pruebas por imágenes para confirmar el diagnóstico, que incluyen:
- Imágenes por resonancia magnética: muestra imágenes de los tejidos blandos de la rodilla, incluido el LCL. Según la Universidad de California en San Francisco, la resonancia magnética tiene una precisión de más del 90 por ciento para evaluar la gravedad de la lesión de LCL.
- Radiografías: inicialmente, un médico ordenará una radiografía. Esta prueba no muestra lesiones de ligamentos, pero puede ayudar a determinar si un hueso roto contribuye a los síntomas.
Opciones de tratamiento
Los tratamientos para los esguinces de LCL dependen de la gravedad y la presencia de otros daños en la rodilla.
Para tratar un esguince de LCL, las personas pueden probar los siguientes tratamientos:
Descansar la rodilla
Un médico o fisioterapeuta puede recomendar descansar la pierna lesionada tanto como sea posible, especialmente en los días posteriores al esguince. Descansar le da tiempo al ligamento para sanar y tiempo para que la inflamación disminuya.
Aplicar hielo
La aplicación de una compresa de hielo en el lado externo de la rodilla puede reducir la hinchazón y el dolor. Use una bolsa de hielo varias veces al día, según sea necesario, durante 15 a 20 minutos a la vez.
No aplique hielo directamente sobre la piel, ya que puede arder. Eleve la rodilla para evitar la hinchazón.
Prueba la medicación
Los medicamentos antiinflamatorios de venta libre pueden ser beneficiosos para las personas con desgarros de ligamentos de leves a moderados. Ejemplos de tales medicamentos incluyen ibuprofeno (Advil, Motrin IB) y naproxeno sódico (Aleve).
Un médico puede recetarle analgésicos más fuertes si es necesario.
Use un soporte para las rodillas
Algunas personas pueden beneficiarse del uso de una rodillera, una férula o una manga de compresión para estabilizar la articulación. Es posible que las personas con esguinces de grado 2 o 3 también necesiten usar muletas durante un período corto para mantener el peso fuera de la pierna.
Prueba la fisioterapia
Un programa de ejercicios de estiramiento y fortalecimiento puede ayudar a las personas con esguinces de moderados a graves.
Los ejercicios de piernas y rodillas pueden mejorar el rango de movimiento y la fuerza, así como ayudar a prevenir más lesiones.
Los fisioterapeutas también pueden recomendar masajes u otros tratamientos para acelerar la recuperación y reducir los síntomas.
Cirugía
Los esguinces de grado 3 pueden requerir cirugía para reparar el desgarro del ligamento.
La cirugía es más común en personas que tienen otras lesiones de rodilla además del esguince de LCL.
La recuperación puede llevar algún tiempo y, a menudo, las personas necesitarán trabajar con un fisioterapeuta para restaurar la función completa de la rodilla.
Prevención
Los esguinces de LCL son poco frecuentes. Puede que no sea posible prevenir todos los casos, pero los siguientes consejos pueden reducir la probabilidad de que ocurran:
- Realice un programa de ejercicio regular para estirar y fortalecer las estructuras de la rodilla y la pierna.
- Evite volver a las actividades, especialmente los deportes de contacto, demasiado pronto después de una lesión en la rodilla.
- Caliente los músculos a fondo antes de practicar deportes o realizar otras actividades físicas.
Outlook y resumen
El pronóstico para las personas con un esguince de LCL depende de la gravedad de la lesión.
Los esguinces de grado 1 generalmente se curan en unas pocas semanas. Los esguinces de grado 2 pueden requerir un tratamiento y reposo más prolongados.
Los desgarros de grado 3 tienen el período de rehabilitación más largo. Pueden pasar varios meses antes de que una persona pueda volver a sus actividades normales. Durante este tiempo, normalmente necesitarán ver a un fisioterapeuta y usar muletas.
Una vez que una persona ha recuperado el rango completo de movimiento de la rodilla y puede caminar sin dificultad, su médico puede recomendarle que regrese gradualmente a sus actividades normales.