¿Cuál es la diferencia entre anorexia y bulimia?

La anorexia nerviosa y la bulimia son ambos trastornos de la alimentación en los que una persona intenta perder peso de formas poco saludables.

Según el Instituto Nacional de Salud Mental, aproximadamente el 0,6% de los adultos en los Estados Unidos experimentó anorexia entre 2001 y 2003, en comparación con el 0,3% que experimentó bulimia.

Existen diferencias esenciales entre la anorexia y la bulimia, y es posible que una persona tenga ambas al mismo tiempo.

En este artículo, obtenga más información sobre los síntomas de las dos afecciones, sus diferencias y cuándo consultar a un médico.

Diferencias

Tanto la anorexia como la bulimia involucran a personas que intentan perder peso de formas poco saludables.

Las personas con anorexia y bulimia pueden obsesionarse con el peso y la apariencia, y pueden tener una imagen corporal distorsionada. Ambas condiciones hacen que una persona intente perder peso utilizando estrategias poco saludables.

Existen diferencias clave entre la anorexia y la bulimia. Las personas con anorexia tienden a adoptar dietas extremas. Pueden restringir su ingesta de alimentos a un grado que puede provocar desnutrición e incluso la muerte.

Algunas personas con anorexia hacen ejercicio en exceso. Si una persona ya está desnutrida, esta cantidad de ejercicio puede hacer que se desmaye o experimente otros efectos adversos potencialmente graves. Además, una persona con anorexia puede vomitar o tomar laxantes para perder peso.

La característica principal de la bulimia son los episodios de atracones seguidos de "purgas". Un episodio puede implicar comer en exceso y luego vomitar, usar laxantes o administrar enemas para deshacerse de las calorías consumidas.

Obtenga más información sobre las diferencias entre los síntomas de la anorexia y la bulimia a continuación.

Una persona con cualquiera de estos trastornos puede ser perfeccionista y estar obsesionada con complacer a los demás. Algunas investigaciones apuntan a distinciones en la composición psicológica de las personas con estos trastornos.

Por ejemplo, los autores de un estudio de 2016 encontraron que, en comparación con las personas con anorexia, las personas con bulimia tienen más probabilidades de:

  • tener padres con expectativas muy altas
  • tiene antecedentes de sobrepeso en la adolescencia
  • Crecí en familias que enfatizaban el fitness y mantenerse en forma.

Síntomas

El síntoma principal de la anorexia es restringir la ingesta de alimentos con dietas extremas. El síntoma principal de la bulimia es compensar los episodios de comer en exceso tratando de purgar la comida.

Una persona puede participar en cualquier tipo de comportamiento en secreto, pero la anorexia y la bulimia también pueden causar síntomas distintos que es más probable que sean evidentes para los demás.

La anorexia puede hacer que una persona:

  • perder peso rápidamente
  • evitar las comidas
  • comer muy poco en las comidas
  • trata de ocultar cuanto comen
  • tiene el cabello y las uñas quebradizos
  • fijarse en su peso
  • desarrollar anemia
  • tiene estreñimiento
  • experimentar debilidad
  • experimentar desmayos y fatiga
  • dejar de menstruar, lo que los médicos llaman amenorrea
  • desarrollar infertilidad
  • experimentar insuficiencia orgánica

Algunos signos y síntomas de la bulimia incluyen:

  • comer en exceso con frecuencia
  • comiendo en secreto
  • desapareciendo después de las comidas
  • tener la garganta o el cuello hinchados
  • desarrollar reflujo ácido
  • tener problemas de salud bucal, como pérdida de dientes o dientes rotos
  • experimentando deshidratación severa
  • tener desequilibrios de electrolitos, que pueden causar problemas de salud

Las personas de todo tipo de cuerpo y peso pueden tener trastornos de la alimentación. Sin embargo, la anorexia tiende a provocar una pérdida de peso más rápida.

Diagnóstico

Ninguna prueba objetiva, como un análisis de sangre o una radiografía, puede señalar definitivamente un trastorno alimentario. En cambio, un médico realiza el diagnóstico basándose en los síntomas de una persona.

Para diagnosticar la anorexia o la bulimia, el médico le preguntará sobre los síntomas de la persona y también puede preguntarle a los miembros de la familia y a otros seres queridos sobre sus observaciones.

Si un médico cree que una persona tiene anorexia, intentará diagnosticar el tipo. Un tipo implica principalmente restringir la ingesta de alimentos, mientras que otro implica episodios de comer en exceso y purgarse. Si la persona ha experimentado al menos uno de estos episodios en los últimos 3 meses, es probable que el médico haga un diagnóstico de atracones y purga de anorexia.

Para que una persona reciba un diagnóstico de bulimia, debe participar en atracones y conductas compensatorias poco saludables al menos una vez a la semana durante al menos 3 meses, en promedio. El médico clasificará la gravedad en función del número promedio de episodios de conducta compensatoria por semana.

El diagnóstico puede ser un desafío porque muchas personas con trastornos alimentarios intentan ocultar sus síntomas. Incluso cuando una persona con un trastorno alimentario sabe que está enferma, es posible que tenga demasiado miedo de aumentar de peso como para buscar ayuda.

El apoyo y el estímulo de los seres queridos pueden ser fundamentales para ayudar a una persona a recibir un diagnóstico e intervención precisos de manera temprana. Esto es especialmente cierto para los niños y adolescentes, cuyos padres o cuidadores pueden tener que acompañarlos cuando buscan tratamiento.

Algunas pruebas médicas pueden ayudar con el diagnóstico, especialmente cuando los problemas de salud son el resultado de un trastorno alimentario. Por ejemplo, la salud del esmalte dental de una persona a veces puede indicar la gravedad de la bulimia.

Tratamiento

El tratamiento de los trastornos alimentarios tiene algunos objetivos, que incluyen:

  • abordar las consecuencias para la salud del trastorno
  • Abordar problemas psicológicos subyacentes, como depresión, baja autoestima o trauma, que pueden haber desencadenado las conductas alimentarias desordenadas.
  • restaurar un peso corporal saludable

Las personas con trastornos alimentarios necesitan un tratamiento integral que aborde los síntomas físicos y psicológicos. Por esta razón, muchas personas eligen programas de tratamiento ambulatorio intensivo o para pacientes hospitalizados.

El tratamiento eficaz puede incluir:

  • Asesoramiento nutricional para ayudar a corregir los desequilibrios nutricionales y mantener un peso corporal saludable.
  • tratamiento médico para las complicaciones fisiológicas de los trastornos alimentarios, como anemia o reflujo ácido
  • Grupos de apoyo para aprovechar las experiencias de otros.
  • terapia, como la terapia cognitivo-conductual (TCC) o la desensibilización y reprocesamiento del movimiento ocular (EMDR), que pueden abordar el trauma
  • medicamentos para afecciones de salud mental subyacentes, como depresión y ansiedad
  • Hospitalización, si la persona tiene pensamientos suicidas o problemas de salud graves, como insuficiencia orgánica.

Prevención del suicidio

  • Si conoce a alguien en riesgo inmediato de autolesión, suicidio o lastimar a otra persona:
  • Llame al 911 o al número de emergencia local.
  • Quédese con la persona hasta que llegue la ayuda profesional.
  • Retire cualquier arma, medicamento u otros objetos potencialmente dañinos.
  • Escuche a la persona sin juzgar.
  • Si usted o alguien que conoce tiene pensamientos suicidas, una línea directa de prevención puede ayudar. La Línea Nacional de Prevención del Suicidio está disponible las 24 horas del día en el 1-800-273-8255.

Recuperación

Recuperarse de un trastorno alimentario lleva tiempo. Incluso después de que una persona adopta hábitos alimenticios saludables, puede seguir experimentando complicaciones como infertilidad, mala salud bucal y anemia.

Algunas personas utilizan la alimentación desordenada para ganar un sentido de control o hacer frente al estrés emocional. La recuperación se enfoca en ayudar a una persona a adoptar nuevas habilidades de afrontamiento.

Muchas personas que han experimentado trastornos alimentarios se benefician del apoyo a largo plazo. Puede ser útil volver a la terapia o los grupos de apoyo incluso después de largas ausencias, especialmente en momentos de estrés.

Apoyo

Las personas con trastornos alimentarios necesitan apoyo, no juicio, para recuperarse. Los mensajes negativos sobre la apariencia y la imagen corporal pueden contribuir al riesgo de desarrollar un trastorno alimentario.

Esto significa que los amigos, los miembros de la familia y la sociedad en su conjunto pueden contribuir a ayudar a las personas a recuperarse de los trastornos alimentarios.

A continuación, se muestran estrategias para ayudar a una persona que se está recuperando de un trastorno alimentario:

  • Evite mencionar su apariencia o peso. No asuma que toda la pérdida de peso es positiva. En lugar de concentrarse en su apariencia, busque otros temas. Intenta felicitar a la persona por su personalidad o logros, en lugar de felicitarla por su cuerpo.
  • No hables de dieta, ejercicio o comida. Etiquetar ciertos alimentos como "buenos" o "malos" puede provocar trastornos alimentarios en las personas en recuperación.
  • Ayúdelos a sentirse cómodos hablando de sus sentimientos. Las personas con trastornos alimentarios pueden sentirse avergonzadas de sus emociones y tener dificultades para articularlas.
  • Nunca ridiculice o juzgue a una persona por su trastorno alimentario.
  • Anime a sus seres queridos con trastornos alimentarios a que busquen ayuda. Exprese amor y apoyo, y ofrézcase para ayudarlos a encontrar un médico o ir con ellos a terapia.

Resumen

Los trastornos alimentarios pueden ser mortales. Las tasas de mortalidad son altas entre las personas con estas afecciones, especialmente la anorexia, en comparación con las personas que tienen otros trastornos psiquiátricos. Un análisis anterior de la investigación, de 2004, informó que el 5% de las personas con anorexia mueren a causa de la afección.

Una persona con un trastorno alimentario no elige hacerse daño a sí misma. En cambio, tienen una condición médica peligrosa que puede convertirse en una emergencia de salud.

El tratamiento oportuno de los trastornos alimentarios salva vidas. Cualquiera que piense que puede tener un trastorno alimentario debe buscar la ayuda de un médico o terapeuta. Si una persona sospecha que tiene un trastorno alimentario, es vital animarla a buscar ayuda sin echarle la culpa ni juzgarla.

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