Que saber sobre el herpes gladiador

El herpes gladiatorum es una infección viral contagiosa. A veces llamado herpes mat, es común entre las personas que practican deportes de alto contacto, como la lucha libre.

Una vez que el virus del herpes simple 1 (HSV-1) ingresa al cuerpo, reside allí de por vida.

Si bien no existe cura para una infección por HSV-1 como el herpes gladiatorum, el virus a menudo permanece inactivo, por lo que hay períodos en los que la persona no presenta síntomas.

Cuando el virus se reactiva y los síntomas se intensifican, es más probable que el virus se transmita a otra persona a través del contacto de piel a piel.

En este artículo, exploramos los síntomas del herpes gladiatorum, su diagnóstico y tratamiento, y cómo prevenir la transmisión.

Síntomas

Los síntomas del herpes gladiador varían de persona a persona. El HSV-1 puede ingresar a cualquier parte del cuerpo y la infección puede ser particularmente peligrosa si se desarrolla en los ojos.

Los síntomas tienden a hacerse evidentes dentro de los 8 días posteriores a la entrada del virus en el cuerpo. Pueden incluir:

  • fiebre
  • glándulas inflamadas
  • un dolor de garganta
  • llagas o ampollas, que pueden ser dolorosas
  • una sensación de hormigueo en el área afectada
  • un dolor de cabeza

Sin tratamiento, las llagas o ampollas suelen tardar entre 7 y 10 días en desaparecer. Si bien los síntomas son evidentes, el virus es más transmisible.

El patrón de los brotes varía de persona a persona. Los síntomas del herpes gladiador pueden aparecer una vez al mes o una vez al año, por ejemplo.

Cuando el virus está inactivo, la persona no presenta síntomas. Esto no es garantía de que el virus no pueda transmitirse, pero es menos probable que lo haga durante este tiempo.

Complicaciones

El HSV-1 comúnmente causa la formación de ampollas, como el herpes labial, en la piel. Las bacterias pueden entrar en estas ampollas y causar una infección secundaria. En este caso, pueden ser necesarios antibióticos.

Sin tratamiento, la infección bacteriana puede extenderse a otras áreas, como el cerebro, los ojos, el hígado o los pulmones. Si esto ocurre, se trata de una emergencia médica y la persona necesita atención de urgencia.

Causas y factores de riesgo

El HSV-1 se transmite por contacto de piel a piel. El herpes gladiatorum generalmente se transmite entre personas que participan en deportes de alto contacto, como la lucha libre, el rugby o el baloncesto. Por esta razón, la afección también se conoce como herpes mat.

El virus también puede transmitirse a través de:

  • besar, si una persona tiene un herpes labial
  • contacto sexual
  • compartir artículos como bebidas, utensilios y teléfonos celulares

Además, los períodos de enfermedad y estrés pueden causar brotes de herpes.

Si bien algunas personas pasan largos períodos sin presentar ningún síntoma, los brotes pueden ocurrir en cualquier momento.

Un médico puede recomendar precauciones para prevenir la transmisión, y esto es especialmente importante para las personas que practican regularmente deportes de contacto.

Diagnóstico

Para saber si una persona tiene herpes gladiatorum, un médico primero examina visualmente las ampollas o llagas. Esto puede ser todo lo que se necesita.

En algunos casos, también pueden solicitar un análisis de sangre. Una persona portadora del virus tiene anticuerpos específicos en la sangre que pueden indicar la presencia de HSV-1.

En otros casos, un médico puede tomar una muestra de la piel afectada y enviarla para su análisis.

Si una persona tiene otros síntomas de herpes gladiatorum pero no tiene llagas, es mejor evitar el contacto piel con piel y consultar a un médico, quien puede ordenar un análisis de sangre para detectar el virus.

Tratamiento

Los síntomas del herpes gladiador pueden ser desagradables pero leves. Sin ningún tratamiento, las ampollas deberían desaparecer en 10 días.

Es importante evitar el contacto piel con piel y compartir objetos como tazas, cubiertos y teléfonos hasta que los síntomas hayan desaparecido.

Además, trate de no irritar la piel afectada, por ejemplo, pellizcando o frotando las ampollas.

Si los síntomas son más graves o causan malestar, el médico puede recetarle un medicamento antiviral para aliviar los síntomas y acelerar la recuperación.

Para tratar los brotes de herpes gladiatorum, los médicos suelen recomendar:

  • aciclovir
  • valaciclovir
  • famciclovir

La medicación también puede ayudar a prevenir la aparición de brotes.

Prevención

Hay muchas formas de prevenir la transmisión del HSV-1. Por ejemplo, una persona puede usar protección de barrera, como condones o protectores dentales, durante el contacto sexual con alguien que tiene síntomas de herpes.

Además, las personas pueden someterse a pruebas de HSV-1 antes del contacto sexual con nuevas parejas. Algunas personas portan el virus sin darse cuenta.

Otra estrategia es adoptar prácticas de higiene altamente efectivas. Las técnicas clave de prevención incluyen:

  • ducharse inmediatamente después de cada juego o entrenamiento o sesión de práctica
  • no compartir artículos de cuidado personal, como maquinillas de afeitar, desodorantes o toallas
  • lavar las toallas y el equipo deportivo con frecuencia, en un lavado caliente con lejía, si es posible
  • asegurarse de que el equipo se limpie con regularidad
  • Evitar el contacto piel a piel con personas que tienen llagas u otros síntomas de herpes.
  • comprobar si hay llagas con regularidad
  • Cubrir cualquier piel abierta, como un corte, con un vendaje o apósito.
  • no tocar, hacer estallar o incluso tocar, si es posible, las ampollas

Estas precauciones son especialmente importantes para las personas con un mayor riesgo de infección, como las que practican deportes de contacto con regularidad.

Para las personas con este nivel de riesgo, es posible que obtengan una receta para medicamentos antivirales. Tomar este medicamento unos días antes de la exposición al virus puede ayudar al cuerpo a desarrollar inmunidad.

panorama

Una infección por HSV-1, como el herpes gladiatorum, permanece en el cuerpo de por vida y el virus siempre es transmisible.

Los síntomas aparecen a medida que el virus se reactiva periódicamente. Durante estos tiempos, la probabilidad de transmisión es mayor. Sin embargo, los medicamentos pueden reducir la frecuencia y la gravedad de los brotes, y existen muchas formas de evitar que el virus se propague.

Cualquier persona que pueda tener herpes gladiatorum, o que pueda tener un alto riesgo de contraerlo, debe consultar a un médico.

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