Qué saber sobre SIBO y su tratamiento

Una persona con sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado tiene demasiadas bacterias en el intestino delgado. Este desequilibrio bacteriano en el intestino puede causar hinchazón, diarrea y dolor.

El sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO) es más común de lo que los médicos pensaban anteriormente. Es más probable que afecte a mujeres, adultos mayores y personas con problemas digestivos, como el síndrome del intestino irritable (SII).

En este artículo, discutimos los síntomas, factores de riesgo y complicaciones de SIBO. También cubrimos las mejores dietas para aliviar los síntomas.

Signos y síntomas

Los síntomas de SIBO pueden incluir dolor de estómago, diarrea y náuseas.

Los signos y síntomas de SIBO son similares a los de otros trastornos digestivos, como el SII y la intolerancia a la lactosa.

Pueden variar en gravedad, desde un malestar estomacal leve hasta diarrea crónica, pérdida de peso y una capacidad reducida para absorber nutrientes de los alimentos (malabsorción).

SIBO afecta directamente al intestino, causando problemas digestivos incómodos. Los síntomas de SIBO incluyen:

  • dolor de estómago
  • hinchazón
  • Diarrea
  • estreñimiento
  • náusea
  • pérdida de peso involuntaria

Causas

Este crecimiento excesivo de bacterias puede ocurrir cuando las bacterias de una parte del tracto digestivo viajan al intestino delgado o cuando las bacterias que ocurren naturalmente en el intestino delgado se multiplican demasiado.

Las personas pueden experimentar SIBO como resultado de los siguientes factores:

  • el movimiento anormalmente lento del sistema digestivo
  • niveles bajos de ácido estomacal
  • anomalías físicas del intestino delgado
  • un sistema inmunológico debilitado

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de SIBO pueden incluir edad avanzada y ser mujer.

Las personas con determinadas afecciones médicas tienen más probabilidades de tener SIBO. Los médicos consideran que SIBO es una complicación de las siguientes condiciones:

  • cirrosis
  • Enfermedad de Crohn
  • enfermedad celíaca
  • hipotiroidismo
  • VIH
  • diabetes
  • SII
  • esclerodermia
  • fibromialgia

Otros factores de riesgo de SIBO incluyen:

  • mayor edad
  • ser mujer
  • uso prolongado de inhibidores de la bomba de protones (IBP), que son medicamentos que reducen la producción de ácido estomacal
  • cirugía intestinal previa
  • haber completado recientemente un ciclo de antibióticos
  • bebiendo alcohol

Diagnóstico

SIBO causa una amplia gama de síntomas inespecíficos con diversos grados de gravedad, lo que puede dificultar el diagnóstico.

Para diagnosticar SIBO, un médico le preguntará sobre los síntomas y el historial médico de una persona. Pueden sondear el abdomen en busca de signos de exceso de gases o hinchazón. Si sospechan de SIBO, es probable que recomienden una prueba de aliento.

Una prueba de aliento mide la concentración de hidrógeno y metano en el aliento de una persona. Los resultados de esta prueba informan al médico sobre la gravedad y la ubicación del crecimiento excesivo de bacterias en el intestino.

La prueba de aliento funciona porque las bacterias producen hidrógeno y metano cuando descomponen los carbohidratos en el intestino. Estas moléculas de hidrógeno y metano ingresan al torrente sanguíneo, viajan a los pulmones y dejan el cuerpo en la respiración.

Las personas deben ayunar durante 24 horas antes de someterse a una prueba de aliento. Durante la prueba, el individuo tomará una bebida azucarada y lactulosa antes de respirar en un globo o en un conjunto de tubos a intervalos regulares.

Es posible que un médico deba tomar muestras de sangre, orina o líquido intestinal para análisis de laboratorio si los resultados de la prueba de aliento no son claros.

Tratamiento

Los médicos tratan el SIBO prescribiendo antibióticos y recomendando cambios en la dieta. Las personas que desarrollan desnutrición o se deshidratan debido a SIBO también necesitarán nutrientes y líquidos, que un médico puede proporcionar a través de un goteo intravenoso (IV).

Los antibióticos de amplio espectro pueden estabilizar la microbiota intestinal al reducir la cantidad de bacterias intestinales. Abordar la afección subyacente es la única forma de curar SIBO.

Los cambios en la dieta son útiles para controlar el SIBO, pero hay poca evidencia concreta para confirmar qué dieta específica es la mejor. Los médicos aún no comprenden completamente el papel de los cambios en la dieta en el tratamiento de SIBO.

Las personas también se beneficiarán del tratamiento de cualquier afección médica subyacente, como la enfermedad celíaca o la diabetes, que contribuyen al SIBO.

Dieta SIBO

Las personas que tienen SIBO pueden trabajar con un nutricionista para controlar sus síntomas.

Algunas pautas dietéticas pueden ayudar a aliviar los síntomas de SIBO.

Las bacterias intestinales se alimentan de carbohidratos. En general, la dieta SIBO limita la ingesta de carbohidratos para evitar el crecimiento de bacterias. Las personas también pueden beneficiarse de una dieta baja en alimentos fermentables o FODMAP.

Los FODMAP son carbohidratos de cadena corta que comúnmente están presentes en productos lácteos, granos y ciertas frutas y verduras. Reducir la ingesta de estos alimentos puede aliviar los síntomas de SIBO y ayudar a las personas a identificar los alimentos que los desencadenan.

Los alimentos FODMAP incluyen:

  • oligosacáridos: trigo, legumbres, cebollas, espárragos
  • disacáridos (lactosa): leche, yogur, mantequilla, quesos blandos
  • monosacáridos (fructosa y glucosa): frutas, miel, alimentos con azúcares añadidos
  • polioles: frutas que contienen huesos (por ejemplo, cerezas y melocotones), manzanas, champiñones, judías verdes

La dieta elemental es otra opción para las personas con SIBO. Es una dieta a base de líquidos que utilizan los médicos para tratar enfermedades digestivas graves. Esta dieta proporciona nutrientes en una forma fácil de digerir, lo que hace posible que el cuerpo absorba la mayoría de ellos antes de que las bacterias puedan alimentarse de ellos.

Aunque la dieta elemental parece prometedora, es cara, complicada y no sostenible. A las personas no se les permiten alimentos sólidos ni otras bebidas que no sean agua durante la dieta. Es vital hablar con un médico antes de intentar esta dieta.

Los diferentes cambios en la dieta funcionan para diferentes personas según sus síntomas y cómo reaccionan a alimentos específicos. Las personas que tienen SIBO pueden trabajar con un médico o nutricionista para adaptar su dieta y controlar sus síntomas.

Complicaciones

Poblaciones anormalmente grandes de bacterias en el intestino delgado pueden tener efectos negativos en todo el cuerpo. El crecimiento excesivo de bacterias puede dificultar que el cuerpo absorba grasas y carbohidratos de los alimentos. También puede provocar deficiencias de vitaminas y exceso de gases.

Otras complicaciones que puede experimentar una persona con SIBO incluyen:

  • un intestino permeable
  • desnutrición
  • deshidración
  • dolor en las articulaciones
  • estreñimiento
  • encefalopatía hepática, una disminución de la función cerebral debido a una enfermedad hepática grave

Prevención

Muchas personas informan síntomas de SIBO meses después de completar la terapia con antibióticos. La prevención es un componente vital de la gestión de SIBO.

Las personas generalmente desarrollan SIBO como resultado de una afección médica subyacente o un defecto físico en el intestino delgado. Abordar y controlar la causa raíz de SIBO reducirá el riesgo de que las personas vuelvan a ocurrir.

Los cambios en la dieta y el estilo de vida también pueden evitar que SIBO regrese. Comer muchos alimentos de origen vegetal y evitar los alimentos demasiado procesados ​​y azucarados permitirá que florezcan las bacterias buenas y evitará que las bacterias nocivas crezcan en exceso. El ejercicio regular también puede ayudar a regular las funciones digestivas del cuerpo.

panorama

El sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO) es una afección médica en la que una persona tiene una población inusualmente grande de bacterias en el intestino delgado.

SIBO es una complicación de otras afecciones digestivas, como IBS, enfermedad de Crohn y enfermedad celíaca.

Los tratamientos SIBO tienen como objetivo corregir el equilibrio de bacterias en el intestino delgado. Los antibióticos de amplio espectro pueden tratar el SIBO y algunas personas también necesitarán realizar cambios en la dieta para abordar las deficiencias nutricionales. Si es posible, el tratamiento también debe abordar la afección médica subyacente que causó SIBO.

Los médicos aún no comprenden completamente SIBO. Los estudios actuales y futuros que exploran el microbioma intestinal humano y los resultados de los cambios dietéticos en el manejo de los trastornos digestivos tendrán un efecto profundo en los tratamientos futuros de SIBO.

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