Diez problemas comunes en los pies

Los pies sufren mucho abuso diario al caminar, correr, saltar y trepar, por lo que, naturalmente, están sujetos a muchos tipos diferentes de problemas.

Desde lesiones hasta inflamación, varios tipos diferentes de daño y mal funcionamiento pueden provocar problemas en los pies.

Los pies están formados por hasta 26 huesos cada uno, lo que los convierte en una de las áreas más intrincadas del cuerpo. Sin embargo, según el Colegio de Podología, una persona caminará aproximadamente 150.000 millas en su vida, aproximadamente el equivalente a caminar alrededor del mundo seis veces.

El calzado inadecuado, la diabetes y el envejecimiento son algunos de los principales factores que contribuyen a los problemas en los pies. Este artículo destacará algunas de las preocupaciones más comunes sobre los pies, sus causas y cuándo buscar tratamiento.

1. Pie de atleta


El pie de atleta es causado más comúnmente por caminar en áreas húmedas. Puede ser muy contagioso.

El pie de atleta es una infección micótica de la piel, que generalmente se encuentra entre los dedos de los pies. Sin embargo, la infección puede extenderse y causar una gran incomodidad, picazón e incluso dolor.

Causas

Una persona está más comúnmente expuesta al hongo que causa el pie de atleta en un gimnasio, una ducha o una piscina donde la gente camina descalza. Los hongos tienden a prosperar en áreas cálidas y húmedas.

Usar zapatos calientes y húmedos puede hacer que el hongo crezca y se propague. La afección es muy contagiosa y puede extenderse a otras áreas de la piel, incluidas las manos, la ingle y el cuero cabelludo.

Síntomas

El pie de atleta causa picazón, agrietamiento, ampollas y descamación de los pies. La afección generalmente comienza entre el cuarto y quinto dedo y luego se disemina. Una persona también puede desarrollar grietas en los talones o en la piel de los dedos de los pies.

Tratamiento

Una persona debe mantener sus pies limpios y secos, y secarlos con una toalla separada. Los tratamientos antimicóticos están disponibles en la mayoría de las farmacias en forma de aerosoles, polvos o lociones para aplicar en los pies.

Si el hongo se propaga o empeora después del tratamiento, una persona debe consultar a su médico, quien puede recetarle medicamentos antimicóticos orales para la afección.

2. Juanetes


El calzado particularmente apretado o estrecho puede causar juanetes.

Los juanetes son anomalías de los pies que hacen que se desarrolle un bulto en la articulación del dedo gordo. Esto puede hacer que el dedo gordo del pie se gire ligeramente hacia adentro. Los médicos llaman a los juanetes "hallux valgus".

Las mujeres tienen más probabilidades de tener juanetes debido al aumento de la presión del calzado estrecho.

Causas

El uso de zapatos ajustados o estrechos puede hacer que se desarrollen juanetes. Los zapatos ajustados ejercen presión sobre la articulación metatarsofalángica (MTP), que es donde el hueso del pie se encuentra con el hueso del dedo gordo del pie.

Tener antecedentes familiares de juanetes también es un factor de riesgo. Además, algunas afecciones, incluida la artritis reumatoide o la poliomielitis, aumentan la probabilidad de desarrollar un juanete.

Síntomas

Una persona con un juanete puede tener uno o más de los siguientes síntomas:

  • bulto visible en el costado del pie
  • sensibilidad en o alrededor del dedo gordo del pie
  • callos o callos en el hueso debajo del dedo gordo del pie
  • dificultad para mover el dedo gordo del pie
  • dolor en el dedo gordo del pie al caminar

Tratamiento

Las medidas de tratamiento conservadoras generalmente mejorarán los síntomas de un juanete. Una persona debe usar zapatos que le queden bien sin tacones altos. También pueden comprar una almohadilla para juanetes en una zapatería o farmacia que protege el juanete de una presión adicional.

La aplicación de hielo en incrementos de 10 minutos con una bolsa de hielo cubierta con un paño también puede reducir la inflamación.

Un médico que se especializa en el cuidado de los pies conocido como podólogo puede recetar plantillas de zapatos hechas a medida o una férula que puede enderezar el dedo gordo del pie. Si el juanete de una persona no cede y causa dolor continuo, es posible que opte por someterse a una cirugía para corregirlo.

3. Neuropatía diabética

Las personas con diabetes son más propensas a sufrir fluctuaciones en el azúcar en sangre. La neuropatía diabética no es una afección, sino un grupo de afecciones que causan daño en los pies debido a la diabetes.

Causas

Con el tiempo, los niveles altos de azúcar en sangre pueden dañar los nervios, especialmente los de los pies. Otros factores pueden empeorar este daño nervioso, como antecedentes de tabaquismo, alcoholismo o antecedentes de neuropatía diabética en la familia.

Síntomas

Los síntomas de la neuropatía diabética incluyen entumecimiento, hormigueo y dolor en los pies. Esto puede contribuir a un mayor riesgo de que una persona experimente cortes o lesiones en los pies debido a la falta de sensibilidad.

Tratamiento

Mantener una buena salud y controlar el azúcar en sangre puede ayudar a una persona a tratar su neuropatía diabética. Si bien un médico no puede revertir el daño a los nervios, puede recomendar tratamientos para evitar que empeore.

Una persona con diabetes también debe someterse a exámenes de los pies con regularidad. Es posible que deseen que les corten las uñas de los pies por un profesional y busquen atención médica si identifican alguna herida en los pies.

4. Uñas encarnadas


Las uñas encarnadas causan molestias y pueden infectarse si no se tratan.

Las uñas encarnadas ocurren cuando la uña del pie comienza a crecer hacia el surco de la uña, lo que puede causar dolor e incomodidad significativos.

Causas

Usar zapatos que no le quedan bien generalmente causa uñas encarnadas. La presión de los zapatos que son demasiado estrechos en la parte superior o demasiado apretados puede ejercer una presión adicional en los dedos de los pies.

Otras causas incluyen uñas de los pies que no se recortan correctamente, como cortarse las uñas de los pies demasiado cortas o traumatismos en los pies debido a la actividad, incluida la carrera. Tener antecedentes familiares de uñas encarnadas también puede aumentar el riesgo de una persona.

Síntomas

Las uñas encarnadas causarán enrojecimiento, hinchazón, dolor o incluso drenaje de la uña del pie, lo que puede indicar que hay una infección.

Tratamiento

Hay varias formas de tratar y prevenir las uñas encarnadas, que incluyen:

  • Lavar los pies con jabón antibacteriano y mantenerlos limpios y secos.
  • Cortar las uñas de los pies en línea recta después del baño cuando las uñas están blandas.
  • Evite cortar las uñas en un patrón redondeado, ya que puede aumentar el riesgo de crecimiento hacia adentro.
  • Usar zapatos que le queden bien y que no tengan punta puntiaguda.

Si la uña del pie está infectada o la atención en el hogar no mejora la afección, la persona debe consultar a un podólogo o cirujano ortopédico. Es posible que el cirujano ortopédico o el podólogo necesite extraer una parte de la uña del pie y recetar antibióticos para tratar la infección.

5. Fascitis plantar

La fascitis plantar es la causa más común de dolor de talón, según la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos.

La afección ocurre cuando la fascia plantar en la planta del pie se inflama. Este ligamento es responsable de sostener el arco del pie.

Causas

La fascitis plantar es una afección inflamatoria que generalmente no tiene una causa clara. Los médicos se refieren a esta afección como fascitis plantar idiopática.

Los factores de riesgo incluyen ser obeso, tener un arco muy alto, tener los músculos de la pantorrilla tensos y participar en actividades que estresan repetidamente el talón, como correr.

Síntomas

La fascitis plantar hace que una persona experimente dolor en la parte inferior del talón. Este dolor suele empeorar a primera hora de la mañana al levantarse de la cama. El dolor también empeora con la actividad.

Tratamiento

La mayoría de las personas pueden controlar la fascitis plantar con tratamiento en el hogar. Descansar el pie y aplicar hielo puede reducir la inflamación. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), como el ibuprofeno o el naproxeno sódico, pueden ayudar a controlar el dolor.

Estirar bien el pie antes y después de la actividad física, así como durante el día, puede ayudar a reducir el dolor en el talón. Usar zapatos de apoyo también puede ayudar.

Si la fascitis plantar de una persona no mejora con estos tratamientos, puede probar la fisioterapia o consultar a un podólogo o un cirujano ortopédico para recibir más tratamientos.

Se pueden recomendar inyecciones de esteroides para reducir la inflamación, o un médico puede recetar aparatos ortopédicos hechos a medida para brindar apoyo adicional al talón.

6. Ampollas


Los pies sudorosos aumentan la probabilidad de que se formen ampollas.

Las ampollas son una ocurrencia común y la mayoría de las personas las experimentarán en algún momento de su vida.

A menudo aparecen después de caminar o correr durante largos períodos de tiempo, especialmente si los pies están sudorosos o cuando se usan zapatos que no le quedan bien.

Las ampollas son bolsas elevadas llenas de líquido y generalmente no son una preocupación grave. Es mejor no reventar las ampollas y dejar que se curen por sí solas. La aplicación de un vendaje puede brindar alivio.

Si aparecen ampollas regularmente junto con síntomas similares a los de la gripe, hable con un médico.

7. Callos

Los callos son parches de piel engrosada, que a menudo se encuentran en las plantas de los pies o en los dedos de los pies. Normalmente son indoloros para empezar. Estas áreas se forman para proteger la piel y evitar que el cuerpo desarrolle ampollas.

Los callos pueden ser causados ​​por juanetes, dedos en martillo o zapatos que no le quedan bien. Con el tiempo, pueden volverse dolorosos y deben tratarse. Los emplastos de maíz están disponibles sin receta (OTC); alivian la presión sobre el maíz y dejan que se cure.

En algunos casos, un médico puede recomendar la extirpación quirúrgica.

8. Espolón del talón

Un espolón de talón es una excrecencia de calcio que se desarrolla entre el hueso del talón y el arco del pie. Para muchas personas, no hay síntomas pero, para otras, puede ser doloroso y causar inflamación.

Esta no es una condición que se pueda diagnosticar fácilmente y requiere imágenes médicas para confirmarla.

Los espolones del talón son causados ​​por una tensión prolongada en los músculos y ligamentos. También pueden deberse a artritis, exceso de peso corporal y al uso de zapatos gastados o mal ajustados.

Los tratamientos pueden incluir una compresa fría, inyecciones de medicamentos antiinflamatorios, analgésicos de venta libre, reposo e inserciones de calzado ortopédico.

9. Dedo en garra

El dedo en garra, también conocido como pie en garra, es cuando la primera articulación del dedo apunta hacia arriba y la segunda articulación hacia abajo. A veces, esta condición está presente desde el nacimiento, otras veces aparece de repente. Para algunas personas no causa molestias, para otras puede ser doloroso.

El dedo en garra puede ser un signo de otras afecciones, como diabetes, artritis reumatoide y parálisis cerebral.

Los tratamientos pueden incluir férulas, zapatos adecuados, ejercicios, ciertos medicamentos y, a veces, cirugía.

10. Hematoma de piedra

Los hematomas por cálculos también se denominan metatarsalgia. Pueden aparecer después de ejercicios de alto impacto o por el uso de zapatos que no le quedan bien; alternativamente, pueden ser un signo de una afección subyacente.

El área entre los dedos de los pies y el arco del pie puede sentirse adormecida con dolores agudos ocasionales, como si tuviera una piedra en el zapato. Los síntomas pueden empeorar con el tiempo.

Los tratamientos generalmente incluyen descanso, aplicación de una bolsa de hielo y zapatos mejor ajustados. Si el dolor no mejora o empeora, es importante visitar a un médico.

Lea el artículo en español.

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