Los episodios de fiebre pueden hacernos más resistentes al cáncer
La fiebre infecciosa hace que nuestros cuerpos sean más resistentes al cáncer al aumentar y fortalecer un grupo particular de células en el sistema inmunológico.
¿Cómo nos beneficia la fiebre?En la actualidad, esto es solo una teoría. Durante décadas, los estudios han sugerido que existe un vínculo entre los antecedentes de fiebre infecciosa y un menor riesgo de cáncer, pero hasta el momento no existe una prueba directa de la causa.
Sin embargo, en un artículo ahora publicado en la revista The Quarterly Review of Biology (Revista trimestral de biología), científicos de la Universidad Nicolaus Copernicus en Polonia argumentan que existe un caso sólido para su hipótesis.
No son los primeros en proponer que el sistema inmunológico aumenta la resistencia al cáncer cada vez que el cuerpo combate una fiebre infecciosa.
"Hasta ahora se han presentado varias hipótesis", escriben, "y los debates recientes han apuntado al efecto de la fiebre en las funciones inmunes innatas y adaptativas".
Sin embargo, son los primeros en distinguir un grupo de glóbulos blancos, o linfocitos, conocidos como células T gamma-delta.
Potencial de la inmunoterapia contra el cáncer
Los autores también sugieren que las células deben investigarse para su uso en inmunoterapia, que es un enfoque de tratamiento que recluta y estimula el sistema inmunológico para combatir las enfermedades.
La investigación y la práctica clínica de la inmunoterapia para el cáncer ha tendido a centrarse en otro grupo de glóbulos blancos llamados células T alfa-beta.
Los científicos proponen que una mejor comprensión de cómo interactúa la fiebre con las células T gamma-delta podría revelar "el mayor impacto y los beneficios clínicos de esta relación".
En el artículo del estudio, los autores revisan las investigaciones publicadas y los datos de los experimentos. Basándose en esto, argumentan que la fiebre infecciosa juega un "papel clave" en el aumento de las células T gamma-delta y en la mejora de su "competencia antitumoral inmunológica" durante la vida útil de una persona.
Dicen que las respuestas repetidas de la fiebre a la infección aguda aumentan la capacidad de las células T gamma-delta para detectar células anormales y cultivar entornos que las destruyen.
El sistema febril
Una fiebre infecciosa es una "reacción defensiva y adaptativa" del sistema inmunológico, que se desencadena cuando el sistema inmunológico encuentra un patrón molecular particular, como el de un virus o una bacteria.
El reconocimiento del patrón molecular activa el "sistema febril" del cuerpo, que comprende varios mecanismos.
Estos incluyen, por ejemplo, "mecanismos termorreguladores" que elevan la temperatura central y la liberación de cascadas de proteínas de señalización celular, llamadas citocinas, que redirigen la energía y los recursos al sistema inmunológico.
También hay un marcado aumento en "una amplia gama" de células inmunes defensivas llamadas efectoras. Estos incluyen las células T gamma-delta, "que poseen una potente competencia antiinfecciosa y antitumoral", señalan los autores.
Células T gamma-delta
Las proteínas receptoras de las células T gamma-delta están formadas por "heterodímeros de cadena gamma-delta". Se han descrito como un "subconjunto importante de células T" no convencionales ".
Las células tienen características únicas, incluida una "memoria evolutiva más antigua", que les permite llevar a cabo la vigilancia y atacar las células cancerosas.
Un grupo particular de células T gamma-delta conocidas como células T Vg9Vd2 pueden reconocer y destruir células de muchos cánceres diferentes, incluidos, por ejemplo, los de mieloma, sarcoma, carcinoma, linfoma y cáncer de próstata.
La fiebre infecciosa aumentará considerablemente la cantidad de células T Vg9Vd2 que circulan en el torrente sanguíneo hasta que representen hasta el 60 por ciento de los glóbulos blancos.
Teniendo esto en cuenta y las demás pruebas que revisaron, los autores concluyen que:
"La fisiología única de los linfocitos T [gamma-delta] [...] los convierte en un objetivo para la exploración en el contexto de la fiebre y el riesgo de cáncer, y para la futura inmunoterapia contra el cáncer".