Cáncer de intestino: un nuevo biomarcador también puede impulsar el tratamiento

Un estudio reciente identifica un nuevo biomarcador para el cáncer colorrectal. La proteína en cuestión también podría abrir el camino hacia un tratamiento novedoso para el cáncer colorrectal y otros cánceres.

El cáncer colorrectal a menudo pasa desapercibido durante años.

Cada año en los Estados Unidos, los médicos diagnostican más de 140.000 casos de cáncer colorrectal.

Esto lo convierte en el tercer cáncer más común que los profesionales médicos detectan tanto en hombres como en mujeres.

El cáncer colorrectal, al que los médicos también se refieren como cáncer de intestino, es responsable de más de 50.000 muertes cada año en los EE. UU.

Si los médicos lo detectan temprano, pueden tratarlo, y la tasa de muerte por cáncer colorrectal está disminuyendo lentamente gracias al aumento de las pruebas de detección.

Sin embargo, los especialistas a menudo detectan la enfermedad demasiado tarde, y una de las principales razones de esto es la falta de pruebas de diagnóstico confiables y no intrusivas.

Un estudio reciente en la revista Comunicaciones de investigación bioquímica y biofísica identifica un nuevo marcador de cáncer colorrectal, lo que abre la puerta a un diagnóstico más temprano.

Los hallazgos también podrían ayudar a forjar una nueva ruta de tratamiento para una variedad de tipos de cáncer.

Una enzima de interés

Investigadores de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, MD, llevaron a cabo el nuevo trabajo. El equipo de científicos estudió 24 muestras de tejido de pacientes con cáncer colorrectal.

En particular, el equipo estaba interesado en una enzima unida a la membrana llamada beta-1,4-galactosiltransferasa-V (beta-1,4-GalT-V). Para evaluar si podría ser útil como biomarcador para el cáncer colorrectal, analizaron la muestra de tejido utilizando anticuerpos para beta-1,4-GalT-V.

La prueba demostró que los niveles de esta proteína en particular eran más altos en las células tumorales de cáncer colorrectal que en el tejido sano que rodea a las células cancerosas. De hecho, los investigadores encontraron aproximadamente 6,5 veces más beta-1,4-GalT-V en las muestras de tumor que en tejido sano.

En las células tumorales colorrectales, los autores también observaron un aumento en los niveles de otra enzima, lactosilceramida sintasa, producto de la actividad beta-1,4-GalT-V.

Los hallazgos recientes encajan con el trabajo anterior del mismo grupo de investigadores que encabezó el autor principal, Subroto B. Chatterjee, Ph.D.

En 2013, el grupo realizó un estudio en ratones con tumores en los riñones; los trataron con el químico D-treo-1-fenil-2-decanoilamino-3-morfolino-1-propanol (D-PDMP), que inhibe la producción de beta-1,4-GalT-V.

Esta intervención redujo a la mitad el tamaño de los tumores de los animales en solo 4 semanas.

El poder de D-PDMP

Chatterjee explica: “Sabemos que el beta-1,4-GalT-V está altamente enriquecido y específicamente en las células endoteliales del revestimiento de los vasos sanguíneos del tejido canceroso. Si trata estas células con un fármaco que se dirige a la beta-1,4-GalT-V, atacará las células endoteliales que tienen esta proteína y, con suerte, neutralizará su actividad ".

Con este hallazgo anterior en mente, los investigadores probaron D-PDMP en células de cáncer de intestino humano cultivadas en laboratorio. Al igual que en el estudio anterior, en 24 a 96 horas, los tumores mostraban una reducción en la producción de beta-1,4-GalT-V y mayores niveles de muerte celular.

Chatterjee dice: “Esto proporciona evidencia de que la beta-1,4-GalT-V es un objetivo para la proliferación celular y que podemos bloquear el ciclo de proliferación celular mediante el uso de este compuesto D-PDMP, al menos en pruebas basadas en células. "

Este estudio les da a los investigadores médicos mucho de qué estar entusiasmados. En primer lugar, puede conducir a una nueva forma de diagnosticar el cáncer colorrectal con una muestra de sangre. En segundo lugar, podría producir una forma de ralentizar la progresión de este cáncer. Finalmente, como explica Chatterjee, "muestra el potencial para la aplicación de este compuesto en, quizás, múltiples tipos de cánceres".

Aunque los investigadores deben trabajar mucho más antes de que cualquiera de estos descubrimientos ingrese a la clínica, el mecanismo ofrece una gran esperanza. El último trabajo puede ayudar a los médicos a detectar el cáncer colorrectal antes y al mismo tiempo mejorar el tratamiento de múltiples tipos de cáncer.

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