Las 'lenguas electrónicas' pueden ayudar a diagnosticar el cáncer de vejiga en etapa temprana

Una nueva investigación presenta un dispositivo electrónico complejo como una forma posible nueva, eficiente, simple y rentable de detectar el cáncer de vejiga en sus primeras etapas y monitorear a las personas que viven con cáncer de vejiga.

Una nueva investigación sugiere que los dispositivos electrónicos de vanguardia pueden ayudar a los médicos a diagnosticar el cáncer de vejiga en etapa temprana.

La Sociedad Estadounidense del Cáncer (ACS) estima que el cáncer de vejiga afectará a 80,470 personas en los Estados Unidos este año.

Es probable que alrededor de 17,670 muertes resulten de estos casos, advierte la ACS.

Los médicos diagnostican aproximadamente la mitad de todos los cánceres de vejiga mientras el cáncer aún está in situ, mientras que en aproximadamente 1 de cada 3 casos, la enfermedad ya se ha propagado a otras partes de la vejiga. En los casos restantes, el cáncer se habrá diseminado a tejidos cercanos o ganglios linfáticos alrededor de la vejiga.

Actualmente, las formas más comunes de detectar el cáncer de vejiga son las cistoscopias y las pruebas de citología de orina. Los primeros son costosos, invasivos y dependen en gran medida de cómo los realiza el operador, mientras que los segundos no son muy efectivos para detectar el cáncer en sus primeras etapas.

Además, las pruebas de citología son propensas a errores, ya que no son la mejor herramienta para diferenciar entre inflamación y malignidad.

Así, en la búsqueda de una mejor forma de diagnosticar el cáncer de vejiga, investigadores españoles de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS-La Fe) de Valencia y el Centro de Investigaciones Biomédicas en los campos de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina en Madrid se propuso desarrollar un método no invasivo que aprovechara el poder de los sensores de “detección del sabor”.

Las lenguas electrónicas son un dispositivo voltamperométrico que puede "imitar" el mecanismo del gusto humano mediante el uso de software de información de patrones y sensores que pueden detectar compuestos solubles.

Los científicos usan el dispositivo para analizar alimentos, agua, vino o explosivos, pero también pueden usarlo para analizar muestras de biofluidos para detectar enfermedades.

Los investigadores presentaron la aplicación de las lenguas electrónicas para la detección del cáncer de vejiga en el XIII Taller Internacional de Sensores y Reconocimiento Molecular, que tuvo lugar en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Diseño de Valencia.

Dispositivo útil para diagnosticar y monitorear

Para esta nueva investigación, los científicos se basaron en estudios previos que revelaron diferencias metabólicas en la orina de personas que tenían cáncer de vejiga.

Estos estudios previos utilizaron técnicas metabolómicas establecidas, como la cromatografía líquida-espectrometría de masas y la espectroscopia de resonancia magnética nuclear, para observar los perfiles metabólicos tanto antes como después de la cirugía.

Los investigadores sugieren que el uso de lenguas electrónicas para analizar estas muestras de orina puede resultar una técnica barata y fácil de usar para detectar el cáncer de vejiga en sus primeras etapas.

“Hay varios ensayos que han recibido la aprobación de la FDA - Food and Drug Administration de Estados Unidos - para su uso en el diagnóstico y seguimiento del cáncer de vejiga, pero ninguno mejora los resultados de una cistoscopia”, explica Javier Monreal. , uno de los autores del proyecto e investigador doctoral de la UPV.

Carmen Martínez Bisbal, también coautora del proyecto, comenta: “Los resultados preliminares de este estudio, con una tasa de precisión del 75%, indican que las formas de las ondas de corriente inducidas en la orina mediante voltamperometría de pulso podrían permitir, con un procesamiento adecuado de los datos, para un diagnóstico no invasivo en el seguimiento de pacientes con cáncer de vejiga ”.

El cáncer de vejiga tiene una alta tasa de recaídas, por lo que el seguimiento de los pacientes es particularmente importante.

En 2012, el cáncer de vejiga "fue la novena neoplasia maligna más común en todo el mundo, con 430.000 casos recién diagnosticados".

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