Pruebas de función renal: todo lo que necesita saber

Las pruebas de función renal son procedimientos simples que utilizan sangre u orina para ayudar a identificar problemas en los riñones. Existen algunos tipos diferentes de pruebas de función renal que investigan varios aspectos de la función renal.

Una prueba de función renal puede verificar si los riñones filtran los productos de desecho con demasiada lentitud. Otro tipo de prueba puede ver si los riñones están filtrando proteínas a la orina.

Un médico que crea que una persona puede tener un problema con los riñones puede ordenar una prueba de función renal, pero las pruebas regulares pueden ser útiles para todos los adultos.

Como señala la National Kidney Foundation, 1 de cada 3 adultos en los Estados Unidos tiene riesgo de enfermedad renal y muchas personas con formas tempranas de la enfermedad no presentan síntomas. Es importante diagnosticar y tratar la afección temprano antes de que pueda causar un daño permanente.

En este artículo, conozca una variedad de pruebas de función renal y sus resultados.

Visión general

Un médico puede recomendar pruebas de función renal para ayudar a diagnosticar afecciones renales.

Las pruebas de función renal se dirigen a la sangre o la orina y miden diferentes aspectos de la función renal.

A menudo, los médicos solicitarán más de una prueba a la vez para obtener una imagen más amplia de la función renal en general.

Los riñones juegan un papel esencial para mantener el cuerpo sano. Su trabajo principal es filtrar los materiales de desecho de la sangre y enviarlos fuera del cuerpo a través de la orina.

El daño renal puede evitar que los riñones filtren los desechos adecuadamente, dejándolos en el cuerpo y causando síntomas peligrosos.

Las pruebas periódicas pueden ayudar a identificar problemas como la enfermedad renal en etapas muy tempranas, lo que hace posible detener el progreso de la enfermedad.

Los médicos también pueden solicitar otras pruebas para obtener más información sobre el riñón, como pruebas por imágenes o una biopsia.

Siga leyendo para conocer los distintos tipos de pruebas de función renal.

Análisis de orina

Los análisis de orina pueden requerir una pequeña muestra de orina o toda la orina que produce una persona en un período de 24 horas.

Análisis de orina

El análisis de orina es una prueba de orina amplia que ayuda a los médicos a identificar problemas subyacentes o determinar qué prueba usar a continuación. El análisis de orina puede ayudar a identificar muchas partículas indeseables en la orina, como:

  • sangre
  • pus
  • bacterias
  • azúcar
  • proteína

Si la prueba da positivo para una o más de estas partículas, puede indicar un problema subyacente, como:

  • infecciones de riñón o vejiga
  • enfermedad del riñon
  • cálculos renales
  • diabetes

Pruebas de microalbuminuria o relación albúmina / creatina

Estas dos pruebas requieren una pequeña muestra de orina. Ambos ayudan a identificar los niveles de albúmina en la orina.

La albúmina es una proteína importante en la sangre. Si los riñones filtran demasiada albúmina en la orina, puede ser una señal de que no están haciendo su trabajo correctamente.

Un resultado de albúmina en orina de 30 miligramos por gramo (mg / g) o menos es normal. Cualquier valor superior a este puede ser un signo de enfermedad renal.

La microalbuminuria es una prueba mucho más sensible, que puede detectar incluso pequeñas cantidades de proteína en la orina.

Es posible que las personas que tienen un mayor riesgo de enfermedad renal deban realizarse una prueba de microalbuminuria incluso si otras pruebas de proteínas en la orina arrojan resultados negativos.

Prueba de aclaramiento de creatina

Una prueba de depuración de creatina es tanto una prueba de sangre como de orina. Implica recolectar toda la orina que crea una persona en 24 horas, así como tomar una pequeña muestra de sangre.

La creatina es un producto de desecho en el cuerpo que se produce naturalmente por el uso diario en los músculos.

Los médicos comparan la cantidad de creatina en la muestra de orina con los niveles de creatina en la sangre. Esta comparación muestra la cantidad de desechos que filtran los riñones, lo que puede ser un indicador de su salud general.

Análisis de sangre

Para los análisis de sangre, un médico o una enfermera insertará una aguja en el brazo de una persona para extraer una pequeña muestra de sangre. Es posible que la persona necesite ayunar de antemano o hacer la prueba a primera hora de la mañana.

Prueba de creatina sérica

Los niveles elevados de creatina sérica son un síntoma potencial de enfermedad renal.

Los niveles de creatina sérica demasiado altos pueden ser una señal de que los riñones están teniendo problemas para hacer su trabajo. Los médicos también ordenarán una prueba de creatina sérica como parte de la prueba de depuración de creatina.

La National Kidney Foundation señala que los niveles de creatina sérica por encima de 1,2 para las mujeres o 1,4 para los hombres pueden ser una señal temprana de que los riñones no funcionan como deberían. Estos números pueden aumentar aún más a medida que avanza la enfermedad renal.

Los médicos también pueden calcular la tasa de filtración glomerular (TFG) de una persona usando esta prueba para confirmar su diagnóstico u ordenar más pruebas para verificar sus resultados.

La prueba de GFR toma los resultados de una prueba de creatina sérica y los ajusta para una serie de otros factores, como la edad, el sexo y la raza. El valor de TFG típico es 60 o superior. Una TFG de alrededor de 60 o menos es un signo de problemas renales.

Prueba de nitrógeno ureico en sangre

La prueba de nitrógeno ureico en sangre (BUN) busca otros productos de desecho en la sangre, como el nitrógeno ureico.

El nitrógeno ureico se produce cuando las proteínas de los alimentos se descomponen y los niveles elevados pueden ser una señal de que el riñón no está filtrando estos productos de desecho de manera eficaz.

Un nivel típico de BUN se encuentra entre 7 y 20 miligramos por decilitro. Los valores más altos podrían ser un signo de una afección subyacente que afecta a los riñones.

Dicho esto, muchas otras cosas pueden afectar los niveles de BUN, como medicamentos o antibióticos. Una dieta muy rica en proteínas también puede afectar los niveles.

Los médicos generalmente compararán estos resultados con los resultados de una prueba de creatina para comprender mejor qué tan bien el riñón está filtrando estos desechos.

Pruebas de imagen

Las pruebas de diagnóstico por imágenes pueden ayudar a los médicos a identificar cualquier cambio físico en los riñones, como lesiones o cálculos renales.

Ultrasonidos

Las pruebas de ultrasonido utilizan ondas sonoras inofensivas para tomar fotografías. Los médicos pueden solicitar una ecografía para buscar cambios en la forma o posición de los riñones. También pueden solicitar una ecografía para detectar tumores u obstrucciones, por ejemplo, cálculos renales.

Tomografías computarizadas

Una tomografía computarizada utiliza una serie de imágenes de rayos X para crear una imagen 3D más detallada de los riñones. Puede ayudar a identificar cualquier cambio estructural o deformación en un riñón.

A veces, la exploración requiere inyectar a la persona con un tinte, lo que puede ser problemático para las personas que pueden tener una enfermedad renal.

Biopsias

Un técnico de laboratorio puede analizar una muestra de tejido renal.

En algunos casos, es posible que los médicos quieran realizar una biopsia de riñón. Este es un proceso que consiste en insertar una pequeña aguja en el riñón para extraer tejido renal. El médico enviará el tejido a un laboratorio para su análisis.

Los médicos pueden solicitar una biopsia cuando necesiten identificar una enfermedad específica y ver qué tan bien puede responder al tratamiento. También pueden usar una biopsia para determinar la progresión de la enfermedad renal.

Resultados

Los resultados positivos en múltiples pruebas son signos de que existe un problema subyacente en los riñones.

Los resultados de cada una de estas pruebas ayudan a los médicos a tener una mejor idea de la salud renal general de una persona. Las pruebas también pueden identificar marcadores de enfermedad renal y justificar la solicitud de más pruebas.

Una vez que hayan identificado que hay un problema en los riñones, los médicos trabajarán para diagnosticar a fondo el problema y desarrollar un plan de tratamiento.

Muchas posibles afecciones subyacentes pueden provocar la pérdida de la función renal. Un diagnóstico minucioso es clave para encontrar el tratamiento correcto en cada caso.

Quitar

Las pruebas de función renal son una parte vital del diagnóstico y tratamiento de los trastornos que afectan los riñones. Incluso si una persona aún no presenta síntomas, es posible que algunas personas deban someterse a pruebas periódicas.

El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales recomienda que las personas con mayor riesgo de problemas renales se realicen pruebas de función renal con regularidad. Las personas en alto riesgo incluyen aquellas con:

  • Alta presión sanguínea
  • diabetes
  • enfermedad del corazón
  • antecedentes familiares de enfermedad renal o insuficiencia renal

Las pruebas periódicas de la función renal pueden ayudar a identificar problemas en los riñones de manera temprana y cuando el pronóstico es mejor.

Al seguir un plan de tratamiento, las personas pueden ayudar a prevenir la progresión de la afección. Trabajar directamente con un médico es la mejor manera de controlar y controlar cualquier signo de daño renal o afecciones subyacentes.

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