Ejercicios y remedios para los quistes de Baker
Un quiste de Baker, también conocido como quiste poplíteo, es un saco de líquido que se forma detrás de la rodilla.
Los quistes de Baker tienden a sentirse duros cuando la rodilla está completamente extendida y suave cuando la rodilla está doblada. Los fisioterapeutas llaman a este cambio de densidad el signo de Foucher.
La mayoría de los quistes de Baker no causan síntomas. Por lo general, una persona solo se dará cuenta de que tiene uno cuando un médico lo descubra como parte de un examen de rutina o una prueba para detectar otro problema.
Sin embargo, este tipo de quiste puede causar dolor o hinchazón, lo que puede limitar el movimiento.
Los quistes de Baker a veces desaparecen sin tratamiento. Es poco probable que un médico recomiende una intervención médica a menos que el quiste cause molestias o dificultad para mover la rodilla.
Varios remedios y ejercicios pueden ayudar a reducir los síntomas de los quistes de Baker y evitar que se formen. Sigue leyendo para aprender mas.
Ejercicios
Un quiste de Baker puede sentirse blando cuando una persona dobla la rodilla.Los ejercicios que se enfocan en preservar el rango de movimiento de la rodilla pueden aliviar el dolor y prevenir la debilidad muscular.
Sin embargo, antes de intentar cualquier ejercicio para el quiste de Baker, hable con un médico o fisioterapeuta. El ejercicio incorrecto puede lesionar la rodilla, intensificando el dolor.
Los siguientes ejercicios pueden beneficiar a una persona con un quiste de Baker:
Estiramiento de pantorrillas de pie
- Párese derecho frente a una silla u otro mueble pesado y utilícelo para mantener el equilibrio, si es necesario.
- Dé un paso atrás con la pierna derecha, luego doble ambas rodillas hasta que haya un estiramiento.
- Mantenga este estiramiento durante 20 segundos, luego cambie de lado.
Levantamiento de talón
- Siéntese en una silla con ambos pies apoyados en el suelo y las rodillas en un ángulo de 90 grados.
- Levante un talón mientras mantiene la parte anterior del pie en el suelo.
- Empuje la parte superior de la rodilla hacia abajo para aplanar el pie. Repite esto 10 veces, luego cambia de lado.
Estiramiento de pantorrillas
- Siéntese en el suelo con las piernas extendidas frente a usted.
- Coloque una toalla o una banda de ejercicio debajo de las puntas de los pies y luego tire suavemente hacia atrás.
- Mantenga el estiramiento durante 10 segundos, luego cambie de lado.
Caminando
Los quistes de Baker a menudo se forman como resultado de una lesión en la rodilla. Durante la recuperación, caminar puede ayudar a una persona a recuperar gradualmente la fuerza y la movilidad.
Sin embargo, si una persona necesita cambiar su forma de andar o torcer una rodilla en una posición inusual para caminar cómodamente, es posible que aún no sea seguro caminar. Consulte a un médico o fisioterapeuta.
Remedios
Las siguientes estrategias de atención domiciliaria pueden ayudar a aliviar los síntomas de un quiste de Baker o prevenir la formación de uno:
- Aplique hielo o compresas frías sobre el quiste para reducir el dolor y la hinchazón.
- Aplica calor al área. Algunas personas encuentran que la alternancia de hielo y calor funciona bien.
- Tome medicamentos antiinflamatorios no esteroideos como paracetamol o ibuprofeno.
- Evite cualquier actividad que le cause dolor. Si caminar es doloroso, use muletas para reducir la presión sobre la rodilla lesionada.
- Masajee suavemente el área alrededor del quiste para aliviar cualquier dolor y ayudar a reducir la inflamación.
Prevención
El quiste de Baker suele aparecer después de una lesión en la rodilla. La prevención de las lesiones de rodilla es, por tanto, la mejor forma de prevenir el desarrollo de estos quistes.
Para evitar lesionarse la rodilla:
- Use zapatos de apoyo que le queden bien.
- Caliente antes de hacer ejercicio y deportes, y luego enfríe.
- Absténgase de hacer ejercicio sobre una rodilla que ya esté sensible y dolorida.
- Busque tratamiento para cualquier lesión de rodilla, pierna o pie: una lesión en un área del cuerpo puede aumentar el riesgo de caídas y daños mayores.
Causas
La rodilla, al igual que otras articulaciones, contiene sacos llenos de líquido llamados bursas. El líquido ayuda a lubricar la articulación para que pueda moverse con suavidad.
Cuando la rodilla segrega demasiado de este líquido, las bolsas pueden hincharse y provocar la formación de un quiste de Baker. Estos quistes pueden ser dolorosos y dificultar el movimiento de la rodilla.
Por lo general, los quistes de Baker aparecen después de una lesión, como una caída. También pueden desarrollarse en personas con enfermedades articulares crónicas. A veces, no hay una causa clara.
Factores de riesgo
Cualquiera puede desarrollar un quiste de Baker, pero es más probable que se forme en niños de 4 a 7 años y en adultos de 35 a 70 años.
Los factores de riesgo incluyen:
- Uso excesivo y lesiones: lesiones como caídas o golpes repentinos, así como el uso excesivo crónico, pueden causar estos quistes. A menudo se forman cuando hay un desgarro en el cartílago de la rodilla.
- Enfermedades inflamatorias de las articulaciones: las personas con artritis reumatoide y osteoartritis pueden tener más probabilidades de desarrollar estos quistes.
Cuando ver a un doctor
Incluso si un quiste de Baker no está causando síntomas, es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso.
Otras afecciones, incluida la trombosis venosa profunda, un coágulo de sangre peligroso, pueden imitar las características de un quiste de Baker.
También es importante consultar a un médico si:
- El quiste parece estar creciendo.
- El quiste se vuelve doloroso.
- El quiste dificulta caminar o mover la rodilla.
- El tratamiento deja de funcionar.
- Los síntomas empeoran.
- El quiste causa entumecimiento en la rodilla o la pierna.
El dolor o entumecimiento puede ocurrir cuando los quistes crecen lo suficiente como para presionar las estructuras circundantes, dañando los vasos sanguíneos o los nervios.
Cualquier persona interesada en utilizar el ejercicio para aliviar el dolor y mejorar la movilidad debe consultar a un médico o fisioterapeuta.
Es especialmente importante buscar la orientación de un experto antes de intentar ejercicios rigurosos con pesas.
Tratamiento médico
Si un quiste de Baker causa dolor y no responde a los remedios y ejercicios, un médico puede recomendar otros métodos de tratamiento.
Las inyecciones de corticosteroides pueden aliviar temporalmente el dolor y ayudar a la curación. Si no funcionan, el médico puede usar una aguja para extraer el líquido del quiste.
Si estos tratamientos no son efectivos, el médico puede recomendar una cirugía para extirpar el quiste. Esto evitaría que se llene de líquido o se hinche tanto que lesione la articulación de la rodilla o afecte la capacidad de la persona para caminar.
Resumen
Si bien la mayoría de los quistes de Baker no causan síntomas, algunos pueden causar hinchazón y dolor.
Muchos desaparecen por sí solos, pero una variedad de remedios, ejercicios y tratamientos médicos pueden ayudar a resolver estos quistes.
Es importante consultar a un médico sobre cualquier bulto o bulto nuevo en el cuerpo antes de intentar tratarlo en casa.