Artritis reumatoide versus gota: síntomas y causas
La artritis reumatoide y la gota son dos tipos de artritis o artritis. Ambos tipos afectan las articulaciones, provocando dolor e inflamación.
La artritis reumatoide (AR) y la gota se pueden confundir entre sí cuando la gota hace que se formen nódulos en las manos o los pies, como ocurre en la AR.
Las personas pueden tener AR y gota, aunque las causas y los tratamientos de cada uno son diferentes. Se estima que el 2 por ciento de las personas con AR también experimentarán gota.
Los médicos pueden tratar ambas afecciones, pero es importante que las personas reciban el diagnóstico correcto para determinar el tratamiento más adecuado.
AR vs. gota
La artritis reumatoide comúnmente afecta las manos y las rodillas.La AR es una enfermedad inflamatoria autoinmune.
Ocurre cuando el sistema inmunológico del cuerpo ataca por error a las células sanas de los tejidos sinoviales o del revestimiento de las articulaciones.
Esta reacción causa inflamación, dolor e hinchazón. Por lo general, se presenta en las manos, muñecas, tobillos y rodillas a ambos lados del cuerpo.
Con el tiempo, los episodios repetidos de hinchazón pueden provocar daños en las articulaciones.
La gota también es un trastorno inflamatorio, pero no es una enfermedad autoinmune. En cambio, una persona con gota desarrolla niveles elevados de ácido úrico en la sangre.
El ácido úrico está presente en alimentos y bebidas, y tomar ciertos medicamentos también puede aumentar la cantidad de ácido úrico en el cuerpo.
Estos cristales de ácido úrico pueden depositarse en los tejidos sinoviales, especialmente en las manos, los pies y los codos.
¿A quiénes afectan la AR y la gota?
La AR afecta a más mujeres que a hombres. Se estima que 1,5 millones de personas en los Estados Unidos tienen AR, y la afección afecta a casi tres veces más mujeres que hombres.
Por otro lado, la gota afecta más a hombres que a mujeres. Se estima que el 4 por ciento de los adultos estadounidenses, o alrededor de 6 millones de hombres y 2 millones de mujeres, tienen gota.
Síntomas y efectos a largo plazo.
Algunos síntomas de la AR y la gota son diferentes, incluidas las áreas afectadas y los efectos a largo plazo.
Los médicos no asocian la gota con la causa de la variedad de problemas a largo plazo que puede provocar la AR, como enfermedades cardíacas y respiratorias.
Los síntomas de la AR
Una persona con AR experimentará episodios en los que los síntomas empeoren y períodos en los que los síntomas se reduzcan o desaparezcan. Los médicos los llaman brotes y remisiones.
Durante los primeros brotes de AR, los síntomas pueden incluir:
- fatiga
- fiebre
- dolor, dolor o rigidez en las articulaciones
- rigidez en más de una articulación
- dolor y rigidez en ambos lados del cuerpo, como en ambas muñecas o tobillos
- debilidad
- pérdida de peso
La AR puede provocar complicaciones progresivas y a largo plazo, incluso con medicamentos. Los efectos a largo plazo de la AR incluyen:
- pérdida de densidad ósea
- daño a las articulaciones
- cambios en la apariencia y movilidad de manos y pies
- enfermedad cardiaca prematura
- cicatrices e inflamación en los ojos
Los síntomas de la gota
De manera similar a un brote de AR, las personas pueden tener ataques periódicos de gota que aparecen y desaparecen. Las personas experimentan un ataque de gota o gota aguda cuando el exceso de cristales de ácido úrico se deposita en las articulaciones.
La gota a menudo ocurre después de un desencadenante, como beber demasiado alcohol, lo que aumenta la cantidad de cristales de ácido úrico en el cuerpo.
Los síntomas de la gota en las articulaciones pueden incluir:
- rango de movimiento reducido
- hinchazón
- sensibilidad
- calor
La articulación más comúnmente afectada por la gota es el dedo gordo del pie. La gota no suele afectar a múltiples articulaciones en las primeras etapas, durante un brote agudo.
Las personas también pueden experimentar gota en los tobillos, dedos, codos o muñecas.
La gota no suele causar las mismas reacciones autoinmunes que la AR, como fiebre y confusión mental.
Causas y factores de riesgo
Beber alcohol con regularidad puede aumentar el riesgo de desarrollar gota.La AR es causada por problemas con el sistema inmunológico de una persona, aunque los médicos no saben por qué ocurre esto en algunas personas y no en otras.
Las personas con los siguientes factores de riesgo tienen más probabilidades de experimentar AR que otras:
- Edad: según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la aparición de la AR suele ocurrir en adultos de 60 años.
- Sexo: las mujeres experimentan AR con más frecuencia que los hombres.
- Genética: los antecedentes familiares de AR hacen que las personas sean más propensas a experimentar la afección.
- Masa corporal: las personas con obesidad tienen más probabilidades de experimentar AR.
- Fumar: Aquellos que fuman o experimentaron exposición al humo del cigarrillo en el útero tienen más probabilidades de tener AR.
La gota ocurre cuando el cuerpo de una persona acumula cantidades excesivas de ácido úrico. Algunas personas producen de forma natural un exceso de ácido úrico, lo que puede hacer que la gota sea más probable.
Las personas con los siguientes factores de riesgo tienen más probabilidades de experimentar acumulación de ácido úrico o gota, como:
- Edad y sexo: los hombres son más propensos a tener gota cuando tienen menos de 60 años. Después de ese tiempo, las mujeres pueden experimentar gota tanto como los hombres.
- Genética: las personas con antecedentes familiares de gota tienen más probabilidades de experimentar la enfermedad.
- Condiciones de salud: un historial de ciertas condiciones de salud, como colesterol alto, presión arterial alta, diabetes y enfermedades cardíacas, aumentan la probabilidad de gota.
- Medicamentos: tomar medicamentos, como diuréticos o "píldoras de agua" o medicamentos utilizados para tratar la AR o la psoriasis, puede aumentar el riesgo de gota.
- Dieta: una dieta rica en carnes rojas, mariscos, alcohol y refrescos puede aumentar la probabilidad de que una persona tenga gota.
- Masa corporal: las personas con sobrepeso tienen un mayor riesgo de desarrollar gota.
En casos graves, las personas pueden experimentar gota crónica. Esto implica frecuentes ataques de gota y daño articular. Con tratamiento, una persona a menudo puede controlar sus síntomas de gota antes de que ocurran los efectos crónicos.
Diagnóstico
Para diagnosticar la artritis reumatoide o la gota, un médico comenzará por tomar el historial médico y los síntomas de una persona. Le preguntarán sobre su dieta, los medicamentos que toman y cualquier otra afección crónica.
Un médico también realizará un examen físico y considerará dónde está experimentando una persona sus síntomas. Por ejemplo, si una persona tiene gota, es probable que sienta dolor en el dedo gordo del pie.
Un médico también organizará análisis de sangre. Si una persona tiene gota, sus niveles de ácido úrico generalmente serán altos. Un médico puede ordenar otros análisis de sangre para verificar las propiedades que también son altas con frecuencia en las personas con AR, que incluyen:
- péptido citrulinado anti-cíclico
- Proteína C-reactiva
- velocidad de sedimentación globular
- factor reumatoide
Los médicos pueden solicitar pruebas por imágenes, como radiografías y resonancias magnéticas, para detectar posibles daños en los tejidos blandos o los huesos.
Las pruebas de imagen pueden detectar una acumulación de cristales de ácido úrico alrededor de las articulaciones o si hay signos de inflamación alrededor de las articulaciones que podrían parecerse a la AR.
Un médico puede usar una aguja para extraer líquido de la articulación inflamada para detectar la presencia de cristales de ácido úrico que pueden indicar gota.
Tratos
Los medicamentos recetados son los tratamientos habituales para la AR y la gota.Es importante identificar correctamente la AR versus la gota porque los tratamientos son diferentes.
Los tratamientos para la gota incluyen:
- Tomar medicamentos para reducir la cantidad de ácido úrico en el cuerpo, como la colchicina, que puede funcionar para un ataque agudo o para la prevención general.
- Tomar medicamentos, como alopurinol, para bloquear la producción de ácido úrico o para estimular la eliminación de ácido úrico, como probenecid. Estos medicamentos pueden ayudar a prevenir ataques.
- Tomar medicamentos para reducir la inflamación aguda de la gota, como medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE).
- Emprender cambios en la dieta, como evitar alimentos y bebidas que se sabe que causan gota.
Las personas pueden retardar o detener la progresión de la AR tomando medicamentos que reducen la inflamación en el cuerpo y ralentizan la respuesta inmunitaria que contribuye a la inflamación.
Los tratamientos de AR incluyen:
- Fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME)
- modificadores de la respuesta biológica (biológicos)
- comer una dieta antiinflamatoria
Es posible que una persona deba probar varios medicamentos diferentes antes de encontrar los que mejor controlen su afección.
Los cambios en el estilo de vida, como perder peso y dejar de fumar, también pueden ayudar a retrasar la progresión de la AR.
panorama
La AR y la gota son formas de artritis o artritis, pero causan diferentes síntomas y tienen diferentes efectos y tratamientos a largo plazo.
La gota suele estar relacionada con el estilo de vida, como la dieta, y la inflamación se produce con frecuencia en el dedo gordo del pie. Por el contrario, la AR suele causar dolor en las manos, muñecas y tobillos.
Cada condición provoca cambios en la sangre que un médico puede detectar. El diagnóstico y el tratamiento precisos son vitales porque cada afección tiene diferentes causas y tratamientos subyacentes.