Qué hacer si el blanqueador entra en contacto con la piel

La lejía es un producto doméstico común que muchas personas usan para limpiar y desinfectar. Puede matar la mayoría de los tipos de virus, bacterias, mohos, hongos y algas. La lejía también blanquea o aclara el color de ciertos materiales.

La lejía doméstica tiende a contener entre un 3 y un 8% de hipoclorito de sodio. Por lo general, no es tóxico para la piel en sí, pero puede irritar la piel, los ojos y otras partes del cuerpo. Puede ser más dañino si se mezcla con otros productos químicos domésticos, como limpiador de inodoros, o si alguien lo inhala.

Este artículo analiza qué hacer si el blanqueador entra en contacto directo con la piel o los ojos. También discutirá cuándo consultar a un médico y brindará consejos sobre cómo usar la lejía de manera segura.

Efectos en la piel y otras áreas del cuerpo.

Si a una persona le cae lejía en la piel, puede intentar lavar el área con agua y jabón suave.

La lejía doméstica es corrosiva pero no suele ser peligrosa si una persona la usa de acuerdo con la etiqueta.

Los efectos de la exposición a la lejía variarán según la parte del cuerpo a la que afecte, la concentración de la lejía, la duración de la exposición y la cantidad.

La exposición a la lejía puede afectar estas áreas del cuerpo de las siguientes maneras:

  • Ojos: La exposición a la lejía puede hacer que los ojos se vean rojos y se sientan irritados. El ojo afectado puede romperse y la persona puede experimentar visión borrosa.
  • Boca y garganta: la boca y la garganta pueden sentirse irritadas, pero la lejía no suele causar daños graves.
  • Piel: La piel puede estar irritada y enrojecida.
  • Estómago y tracto gastrointestinal (GI): es inusual que la lejía dañe el estómago o el tracto gastrointestinal porque son muy resistentes a tales sustancias.
  • Pulmones: Respirar vapores de lejía puede irritar los pulmones. Por ejemplo, una persona puede experimentar broncoespasmo. El broncoespasmo hace que el pecho se sienta apretado y dificulta que la persona recupere el aliento.

La exposición a la lejía puede ser peligrosa o incluso mortal si se mezcla con otros productos químicos domésticos. La lejía fabricada en países fuera de los Estados Unidos puede ser incluso más peligrosa debido al aumento de la concentración.

Por ejemplo, cuando se combina con amoníaco, la lejía creará un gas tóxico llamado cloramina. Las personas pueden inhalar el gas o absorberlo a través de la piel. Los altos niveles de exposición al gas cloramina pueden ser fatales.

La exposición al gas cloramina puede causar muchos síntomas, que incluyen:

  • tosiendo
  • náusea
  • dificultad para respirar
  • ojos llorosos
  • Dolor en el pecho
  • irritación de garganta, nariz y ojos
  • sibilancias
  • neumonía
  • líquido en los pulmones

Qué hacer ante la exposición a la lejía

En la mayoría de los casos, diluir la lejía con agua será suficiente para aliviar la irritación de la piel que causa. Sin embargo, si alguien tiene lejía en los ojos o los pulmones, debe buscar atención médica de inmediato. Si una persona ingiere lejía, debe llamar al Centro de Control de Envenenamientos al 1-800-222-1222 de inmediato.

Los consejos de primeros auxilios para la exposición a la lejía, según la zona del cuerpo a la que afecte, son los siguientes:

  • Ojos: Enjuague los ojos con agua del grifo. Luego, consulte a un médico de inmediato.
  • Piel: Lave la piel expuesta con agua y jabón suave.
  • Boca o garganta: Si una persona ha ingerido una gran cantidad de lejía o una cantidad desconocida, debe llamar al Centro de Toxicología. También deben beber mucha agua. Beber leche puede aliviar la irritación. Sin embargo, las personas nunca deben obligarse a vomitar, ya que causarán más daño.
  • Pulmones: cualquier persona que haya inhalado lejía y tenga problemas para respirar debe consultar a un médico, especialmente si tiene asma.

Cuando ver a un doctor

Cualquiera que tenga lejía en los ojos debe, después de enjuagar el área con agua del grifo, buscar atención médica de inmediato.

Las personas con asma que inhalan lejía deben hablar con un médico de inmediato, especialmente si comienzan a experimentar dificultades para respirar.

Aplicar lejía en la piel no suele ser peligroso cuando es solo por un período breve. Sin embargo, es importante hablar con un médico si la irritación no desaparece en unos pocos días o se vuelve severa.

Cuando alguien mezcla lejía con otros productos químicos domésticos, especialmente aquellos que contienen amoníaco o ácido, la exposición puede ser muy dañina. Si alguien está expuesto al gas cloramina, por ejemplo, debe buscar atención médica de inmediato.

Consejos para usar lejía de forma segura

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dicen que es fundamental leer y seguir las instrucciones de seguridad de cualquier producto de limpieza del hogar para evitar la exposición accidental.

Las cosas más importantes que debe recordar al usar lejía son las siguientes:

  • Nunca mezcle lejía con amoníaco o cualquier otro limpiador.
  • Utilice siempre guantes de goma para proteger la piel de las manos.
  • Use gafas u otra forma de protección para los ojos.
  • No respire los vapores del producto.
  • Mantenga las ventanas y puertas abiertas para ventilar el área.
  • Guárdelo fuera del alcance de los niños.

Alternativas a la lejía

La organización de protección ambiental Beyond Toxics advierte sobre el impacto ambiental de la lejía. Afirman que el proceso de fabricación de lejía produce una sustancia química altamente tóxica llamada dioxina.

En grandes cantidades, la dioxina puede:

  • conducir a problemas reproductivos y de desarrollo
  • dañar el sistema inmunológico
  • interferir con las hormonas
  • dar lugar al cáncer

El blanqueador desechado también puede mezclarse con productos a base de amoníaco o ácido en las alcantarillas y crear gas cloramina peligroso.

Algunas alternativas a la lejía para limpiar y blanquear materiales incluyen:

  • peróxido de hidrógeno
  • jugo de limon
  • lavado de soda o bórax
  • vinagre

Resumen

La lejía doméstica no suele ser tóxica, aunque la exposición puede causar irritación.

Si alguien tiene lejía en la piel, debe limpiar el área afectada con agua y jabón.

Si el blanqueador entra en contacto con los ojos, la persona debe primero enjuagar los ojos con agua y luego buscar atención médica.

Cuando se mezcla con otros productos químicos en los productos de limpieza del hogar, la lejía puede producir un gas tóxico llamado cloramina. El gas cloramina puede ser peligroso e incluso mortal. Por tanto, cualquier persona que haya estado expuesta a la cloramina debe consultar con un médico.

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