Lo que debe saber sobre los accidentes cerebrovasculares del tronco encefálico

El tronco encefálico controla las funciones corporales esenciales, como la respiración, la deglución y el equilibrio. Un bloqueo o una hemorragia en el tronco encefálico puede causar un derrame cerebral, que puede afectar estas funciones vitales.

En este artículo, analizamos de cerca los accidentes cerebrovasculares del tronco encefálico, incluidos los síntomas, el diagnóstico, la recuperación y las perspectivas.

¿Qué es un accidente cerebrovascular del tronco encefálico?

El tronco encefálico controla la respiración, el movimiento de los ojos, el movimiento facial, la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el accidente cerebrovascular es la "segunda causa principal de muerte y la tercera causa principal de discapacidad" en todo el mundo.

Un accidente cerebrovascular ocurre cuando se interrumpe el suministro de sangre a una parte del cerebro, ya sea debido a una arteria bloqueada o una fuga de un vaso sanguíneo.

El tallo cerebral está ubicado en la base del cerebro y es responsable de recibir y transmitir información por todo el cuerpo.

El tronco encefálico controla las funciones corporales esenciales, como:

  • respiración
  • tragar
  • movimiento del ojo
  • movimiento y sensación facial
  • audiencia
  • ritmo cardiaco
  • presión sanguínea

Los accidentes cerebrovasculares del tronco encefálico pueden afectar las funciones corporales fundamentales de una persona y pueden provocar complicaciones a largo plazo.

Tipos de golpes

Hay dos tipos principales de accidentes cerebrovasculares, los cuales pueden afectar el tronco encefálico:

Accidente cerebrovascular isquémico

Los accidentes cerebrovasculares isquémicos ocurren cuando se forman coágulos de sangre en las arterias estrechas de la cabeza o el cuello, lo que corta el suministro de sangre a un área del cerebro.

Los accidentes cerebrovasculares isquémicos son el tipo más común y representan el 87 por ciento de todos los accidentes cerebrovasculares. Alrededor del 10 por ciento de todos los accidentes cerebrovasculares isquémicos afectan el tronco cerebral.

Un ataque isquémico transitorio (AIT), también llamado mini accidente cerebrovascular o accidente cerebrovascular de advertencia, ocurre cuando el suministro de sangre al cerebro se interrumpe brevemente. Los AIT causan síntomas más leves que los accidentes cerebrovasculares isquémicos completos y la mayoría de los síntomas desaparecen en una hora.

Ataque hemorragico

Los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos o hemorragias cerebrales ocurren cuando un vaso sanguíneo débil tiene una fuga o se abre, creando hinchazón y presión. Esta presión daña los tejidos y las células del cerebro.

Los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos son menos comunes que otros tipos de accidentes cerebrovasculares, pero representan el 40 por ciento de todas las muertes por accidentes cerebrovasculares.

Síntomas de un derrame cerebral del tronco encefálico

Los mareos y la pérdida del equilibrio son síntomas comunes de un accidente cerebrovascular.

Debido a que el tronco encefálico controla una variedad de funciones motoras, los accidentes cerebrovasculares en esta área del cerebro causan una amplia gama de síntomas.

Los accidentes cerebrovasculares del tronco encefálico pueden alterar funciones corporales vitales, como:

  • respiración
  • tragar
  • ritmo cardiaco

El tronco encefálico recibe varias señales del cerebro y las envía a diferentes partes del cuerpo. Los accidentes cerebrovasculares del tronco encefálico interrumpen estas señales, razón por la cual las personas experimentan síntomas físicos, como entumecimiento o debilidad en la cara, los brazos o las piernas.

Otros síntomas comunes de un accidente cerebrovascular incluyen:

  • mareo
  • pérdida del equilibrio
  • vértigo
  • visión borrosa o doble
  • problemas para hablar o tragar
  • un dolor de cabeza
  • Confusión

Diagnóstico de un accidente cerebrovascular del tronco encefálico

Si una persona experimenta síntomas de un accidente cerebrovascular, su médico utilizará pruebas de imagen, como tomografías computarizadas y resonancias magnéticas, para determinar si el accidente cerebrovascular es isquémico o hemorrágico.

Los médicos también pueden solicitar procedimientos adicionales, como análisis de sangre, ecocardiogramas, ecografías carotídeas y angiografía cerebral.

Complicaciones

Debido a que el tronco cerebral es responsable de varias funciones corporales vitales, un derrame cerebral en esta área del cerebro puede tener efectos devastadores en las habilidades y procesos motores necesarios, como el movimiento de los ojos, el habla y el razonamiento espacial.

Un tipo raro pero grave de accidente cerebrovascular del tronco encefálico puede provocar que una persona desarrolle el síndrome de enclaustramiento, que causa parálisis de todo el cuerpo, excepto los músculos que controlan el movimiento de los ojos.

Tratamiento

Un accidente cerebrovascular del tronco encefálico es una emergencia médica. Requiere tratamiento inmediato para salvar vidas y reducir el riesgo de complicaciones duraderas.

El tratamiento depende del tipo, la ubicación y la gravedad del accidente cerebrovascular:

Accidente cerebrovascular isquémico

El tratamiento de un accidente cerebrovascular isquémico implica restaurar el flujo sanguíneo mediante la eliminación del coágulo. Los métodos incluyen los siguientes:

  • Fármacos anticoagulantes, como el activador del plasminógeno tisular (t-PA), que ayudarán a disolver el coágulo y restablecer el flujo sanguíneo al área afectada.
  • Medicamentos antiplaquetarios, como warfarina. Un médico puede recomendar aspirina si una persona tiene un alto riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral y un riesgo bajo de sangrado. Las pautas actuales no recomiendan el uso regular de aspirina para la mayoría de las personas, como era el caso en el pasado.
  • Terapia endovascular, que es un procedimiento quirúrgico que implica el uso de recuperadores mecánicos para eliminar los coágulos de sangre.
  • Otros dispositivos, como globos o stents, que se pueden usar para abrir los vasos sanguíneos estrechados y mejorar el flujo sanguíneo.

Ataque hemorragico

El tratamiento de los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos se centra en controlar el sangrado y reducir la presión en el cerebro. Los métodos de tratamiento incluyen:

  • Administrar medicamentos para controlar la presión arterial y prevenir convulsiones.
  • Embolización con espiral, que es un procedimiento quirúrgico que ayuda a formar un coágulo de sangre en el vaso debilitado. El coágulo reducirá el sangrado y evitará que el vaso sanguíneo se vuelva a abrir.

Una vez que el sangrado en el cerebro está bajo control, los médicos pueden realizar procedimientos quirúrgicos para reparar el vaso sanguíneo roto y evitar que vuelva a sangrar.

Factores de riesgo de accidente cerebrovascular

La presión arterial alta puede aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular.

Cualquiera puede tener un accidente cerebrovascular, pero factores genéticos específicos, como los antecedentes familiares, el sexo, la raza y la edad, ponen a algunas personas en mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular que otras.

Según la American Stroke Association, las mujeres tienen más accidentes cerebrovasculares que los hombres y tienen más probabilidades de morir de un accidente cerebrovascular que los hombres.

Algunos factores de riesgo que son exclusivos de las mujeres incluyen:

  • uso de terapias de reemplazo hormonal
  • uso prolongado de píldoras anticonceptivas en combinación con otros factores de riesgo, como fumar
  • el embarazo

Las personas de ascendencia afroamericana e hispana también tienen un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.

La mayoría de los accidentes cerebrovasculares ocurren en personas mayores de 65 años. Sin embargo, las investigaciones sugieren que la tasa de hospitalizaciones por accidentes cerebrovasculares y la presencia de factores de riesgo de accidentes cerebrovasculares en los adultos más jóvenes ha aumentado significativamente.

Las afecciones médicas que aumentan el riesgo de accidente cerebrovascular incluyen:

  • Alta presión sanguínea
  • colesterol alto
  • fibrilación arterial (AFib)
  • diabetes
  • obesidad
  • enfermedad cardiovascular (ECV)
  • Factores de riesgo de estilo de vida

Las personas no pueden controlar los factores genéticos, pero pueden controlar los factores del estilo de vida que aumentan el riesgo de accidente cerebrovascular. Los comportamientos que aumentan la presión arterial alta o el riesgo de formación de coágulos pueden conducir a un mayor riesgo de accidente cerebrovascular.

Los comportamientos que pueden aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular incluyen:

  • fumar tabaco
  • uso excesivo de alcohol
  • uso de drogas ilegales
  • un estilo de vida sedentario
  • dieta pobre

Prevención

Se estima que el 80 por ciento de los accidentes cerebrovasculares se pueden prevenir. Las personas pueden reducir su riesgo de accidente cerebrovascular mediante los siguientes cambios en el estilo de vida:

  • monitorear los niveles de lípidos y colesterol
  • controlar la presión arterial con medicamentos y cambios de comportamiento
  • controlar afecciones médicas, como diabetes
  • dejar de fumar
  • comer dietas bajas en grasas y sodio
  • Asegurarse de que la dieta contenga muchas frutas y verduras frescas.
  • participar en ejercicio aeróbico de intensidad moderada durante al menos 150 minutos a la semana o ejercicio aeróbico de intensidad vigorosa durante al menos 75 minutos a la semana

Recuperación y perspectivas

Un accidente cerebrovascular del tronco encefálico puede provocar complicaciones graves a largo plazo. Los medicamentos y los cambios de comportamiento pueden ayudar a reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares en el futuro.

La fisioterapia puede mejorar la fuerza muscular, la coordinación y, en última instancia, ayudar a las personas a recuperar las habilidades motoras perdidas.

La terapia ocupacional y del habla y el lenguaje puede ayudar a las personas a mejorar sus habilidades cognitivas, como la memoria, la resolución de problemas y el juicio.

Algunas personas que han sufrido un derrame cerebral y tienen discapacidades graves pueden requerir asesoramiento psicológico para ayudarlas a adaptarse.

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