¿Cómo ayuda el ejercicio a la salud en el futuro?
Una nueva investigación muestra que los adultos mayores que hacen ejercicio con regularidad pueden realizar las tareas diarias con mayor facilidad y ganar independencia.
La natación es una excelente manera de mantenerse en forma en la vejez.La actividad física insuficiente causa alrededor de 3,2 millones de muertes en todo el mundo cada año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Estos niveles decrecientes de actividad física pueden deberse, en parte, a un aumento del comportamiento sedentario, áreas de mucho tráfico, contaminación y falta de parques e instalaciones.
Para los adultos de 65 años o más, los expertos definen la actividad física como una combinación de tareas cotidianas, como las tareas laborales (si corresponde), el transporte, las tareas del hogar y el ejercicio que realizan durante el tiempo libre, como caminar, nadar y hacer jardinería.
La OMS recomienda que los adultos mayores realicen 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada, o 75 minutos de actividad física aeróbica de intensidad vigorosa, durante la semana. También deben realizar actividades enfocadas en fortalecer sus músculos dos veces por semana.
Los adultos mayores que tienen problemas de movilidad también deben realizar actividad física para mejorar el equilibrio tres o más días a la semana.
Seguir esta rutina de ejercicios mejora las funciones cardiorrespiratorias y musculares y ayuda a reducir el riesgo de depresión y deterioro cognitivo.
Promover la independencia y la autoestima
Investigadores de MedUni Vienna en Austria llevaron a cabo recientemente un nuevo estudio, que dirigieron Thomas Dorner, presidente de la Sociedad Austriaca de Salud Pública, y Richard Crevenna, jefe del Departamento de Medicina Física, Rehabilitación y Medicina Ocupacional de MedUni Vienna.
Sus hallazgos aparecen en el Wiener klinische Wochenschrift, y los científicos también los presentaron durante la Semana Europea de la Salud Pública. Aproximadamente 3.300 personas de 65 años o más de Austria se ofrecieron como voluntarias para participar en el estudio.
Dorner y sus colegas explican que los expertos tienden a dividir las actividades cotidianas en "actividades de la vida diaria" (AVD), como levantarse, comer y beber, y "actividades instrumentales de la vida diaria" (AIVD), como hacer mandados y hacer tareas del hogar.
Los resultados del estudio revelaron que las personas que hacen ejercicio hasta la vejez son más independientes y pueden realizar las actividades cotidianas con mayor facilidad.
"Las personas que hacen las unidades recomendadas de ejercicio cada semana tienen tres veces más probabilidades de poder manejar las AVD y dos veces más probabilidades de poder realizar las IADL", informa Dorner.
Además de 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada, los adultos mayores deben hacer ejercicios de fortalecimiento muscular, como sentadillas con una silla, un par de veces a la semana.
“Se recomiendan aproximadamente 10 ejercicios para los grupos de músculos grandes del cuerpo, cada ejercicio se realiza una vez inicialmente, aumentando gradualmente a dos o tres veces, realizando cada ejercicio con tanta intensidad que es posible manejar aproximadamente 12-15 repeticiones, pero no más, ”Explica Dorner.
Entre los participantes del estudio, solo alrededor de un tercio declaró que realizaban el entrenamiento de fuerza recomendado cada semana. Los investigadores estiman que estas tendencias representan lo que ocurre en toda Europa.
Beneficios adicionales de hacer ejercicio hasta la vejez
Según la OMS, los adultos mayores que hacen ejercicio con regularidad tienen menos probabilidades de tener presión arterial alta, enfermedades cardiovasculares y diabetes. También tienen tasas más bajas de mortalidad por todas las causas, un mayor nivel de aptitud cardiorrespiratoria y una masa corporal más saludable en general.
También tienen una mejor función cognitiva y es menos probable que se caigan. El estudio también encontró que quienes se dedican a la actividad física desarrollan más independencia y tienen una mayor autoestima.
Estos beneficios crean una reacción en cadena positiva, porque los adultos mayores requerirán menos apoyo y, por lo tanto, dependerán menos de los demás.
“Nunca dejo de sorprenderme de que, a pesar de los beneficios comprobados del ejercicio, demasiadas personas continúen haciendo muy poca actividad física”, dice Crevenna.
“Las personas de todas las edades deberían ser más activas para mantenerse saludables e independientes durante más tiempo y ser autosuficientes. Solo hay una cosa que podemos hacer: ¡seguir esforzándonos por lograr una mayor conciencia pública! "
Richard Crevenna