¿La miel es buena para el asma?

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La miel tiene propiedades antiinflamatorias y es un ingrediente común en los remedios para el resfriado y la gripe. Pero, ¿puede la miel tratar el asma?

La miel es un remedio casero común para la tos y el dolor de garganta, y puede reducir estos síntomas en personas con asma.

A continuación, exploramos la investigación detrás del uso de la miel para el asma. También describimos los riesgos involucrados.

¿La miel trata los síntomas del asma?

La miel aumenta la producción de saliva, lo que puede reducir la tos y la irritación de garganta.

Parece que la miel puede tener algunos beneficios para las personas con asma. Puede ser especialmente eficaz para controlar la tos.

La miel aumenta la producción de saliva. A medida que la saliva lubrica las vías respiratorias y reduce la irritación de la garganta, la tos puede disminuir.

La miel también tiene propiedades antiinflamatorias y puede disminuir la hinchazón de las vías respiratorias que acompaña al asma.

El departamento de salud de la Universidad de California en Los Ángeles recomienda que los adultos tomen 2 cucharaditas de miel antes de acostarse para reducir la tos.

La evidencia no ha respaldado otras teorías sobre la miel como tratamiento para el asma.

Por ejemplo, algunos defensores de la miel para el asma afirman que este método puede ayudar a desensibilizar a una persona al polen. El polen es un alérgeno común que puede desencadenar ataques de asma.

¿Qué dice la investigación?

La investigación más relevante ha probado la eficacia de la miel como supresor de la tos.

Es importante señalar que muchos de estos estudios exploraron los efectos de la miel en las infecciones de las vías respiratorias superiores, no en el asma, aunque las dos afecciones pueden tener síntomas similares.

Un estudio de 2012 incluyó a 300 niños de 1 a 5 años con infecciones de las vías respiratorias superiores. Los investigadores les dieron a algunos niños miel de cítricos, miel de eucalipto o miel de labiatae. Otros recibieron un placebo.

Los niños que tomaron miel tuvieron alivio de la tos nocturna, lo que resultó en una mejoría del sueño.

Una revisión de 2012 analizó los resultados de dos ensayos clínicos que incluyeron un total de 265 niños con tos aguda.

Al comparar la efectividad de la miel y los supresores de la tos, los investigadores encontraron que la miel era tan efectiva o ligeramente más efectiva que la difenhidramina o el dextrometorfano, dos ingredientes comunes en los supresores de la tos. Honey también pudo tratar mejor la tos que ningún tratamiento.

La mayoría de los estudios involucraron miel por vía oral, pero un estudio en animales de 2014 probó si la miel inhalada podría reducir los síntomas del asma. Los resultados indicaron que la miel era eficaz. Sin embargo, se necesita investigación adicional en humanos.

Riesgos

Si bien tomar 1 o 2 cucharaditas de miel generalmente es seguro para la mayoría de las personas, existen algunas excepciones.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los bebés menores de 1 año no deben recibir miel, debido al riesgo de botulismo.

El botulismo es un tipo raro de envenenamiento causado por la bacteria. Clostridium botulinum. El botulismo puede causar vómitos, dificultad para respirar y parálisis, y puede poner en peligro la vida. Se transmite principalmente a través del suelo y los alimentos contaminados.

La miel puede contener esporas de botulismo. Si bien las defensas naturales de los adultos y los niños mayores impiden el crecimiento de las bacterias, los bebés tienen sistemas inmunológicos más débiles y las esporas que consumen pueden crecer y liberar toxinas. La pasteurización de la miel no elimina el riesgo de botulismo. Los bebés menores de 12 meses no deben consumir miel.

Las personas también pueden ser alérgicas a la miel. Esta alergia generalmente está relacionada con la contaminación de la miel con polen, no con veneno de abeja. Una persona alérgica a las picaduras de abeja no es necesariamente alérgica a la miel.

A medida que se produce la miel, puede contaminarse con polen de árboles y otras plantas. Alguien con alergia al polen puede experimentar síntomas cuando ingiere miel.

Los síntomas de una reacción alérgica a la miel incluyen:

  • estornudar
  • urticaria
  • ojos llorosos
  • una nariz que moquea

Si la reacción es grave, puede provocar sibilancias, sensación de opresión en el pecho y dificultad para respirar. Una reacción alérgica grave es una emergencia médica y requiere atención inmediata.

Otros tratamientos para el asma

Estar expuesto a un alérgeno puede desencadenar síntomas de asma.

La miel puede ayudar a aliviar algunos síntomas del asma, pero la miel por sí sola no puede controlar el asma de manera eficaz.

Los tratamientos adicionales pueden incluir:

Disminuir la exposición a alérgenos.

El asma está estrechamente asociado con las alergias. En algunos casos, entrar en contacto con un alérgeno puede desencadenar síntomas de asma.

La identificación de alérgenos puede ayudar a una persona a evitar una exposición futura. Por ejemplo, una persona con alergia al polen debe limitar el tiempo que pasa al aire libre y cerrar las ventanas los días en que el recuento de polen es alto.

No fumar

Fumar es especialmente dañino para las personas con asma. Fumar daña los cilios, que son fibras similares a pelos en las vías respiratorias.

Las personas con asma ya tienen vías respiratorias sensibles y el daño causado por fumar puede dificultar aún más la respiración.

Usando un inhalador

Para tratar los síntomas que surgen repentinamente, las personas a menudo usan inhaladores que contienen un broncodilatador. Estos medicamentos relajan los músculos tensos de las vías respiratorias, lo que facilita la respiración.

Algunos inhaladores para el asma contienen medicamentos desarrollados para prevenir los síntomas del asma.

Un médico puede recetar broncodilatadores a largo plazo e inhaladores de corticosteroides para uso diario para mantener a raya los síntomas del asma.

Conclusión

Un poco de miel puede ayudar a aliviar la tos en niños y adultos con asma, pero no debe administrarse a bebés.

Las investigaciones no indican que la miel sea una alternativa a los medicamentos para el asma.

La miel se puede comprar en muchas tiendas de comestibles, tiendas naturistas y en línea.

Cualquiera que note síntomas de asma debe hablar con un médico. Hay tratamientos efectivos disponibles.

Los ataques de asma pueden ser graves y es fundamental seguir un plan prescrito por un médico.

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