EM: la resonancia magnética de alta potencia puede predecir la progresión de la enfermedad

Los investigadores utilizaron un potente escáner de resonancia magnética para monitorear a las personas con esclerosis múltiple y encontraron un vínculo entre el volumen total de lesiones corticales y la discapacidad neurológica.

Los investigadores pudieron detectar lesiones de EM no identificadas previamente en el cerebro utilizando un potente escáner de resonancia magnética.

Su estudio revela que el desarrollo de lesiones en la materia gris cortical del cerebro puede ser un predictor de discapacidad neurológica para las personas con esclerosis múltiple (EM).

Los científicos utilizaron una resonancia magnética de alta potencia para detectar lesiones y evaluar la progresión de la enfermedad. Publicaron sus hallazgos en la revista. Radiología.

Para rastrear a los participantes con EM en el estudio, el equipo de investigación utilizó un escáner de resonancia magnética de 7 Tesla (7T). La fuerza del campo magnético de este escáner es más del doble de potente que las versiones más cotidianas.

La máquina 7T también es más sensible a las lesiones corticales y, en este caso, pudo detectar muchas lesiones que los investigadores no han podido ver en estudios anteriores.

“En este estudio, queríamos rastrear la evolución de estas lesiones y comprender mejor en qué parte de la corteza se desarrollan estas lesiones con mayor frecuencia”, dice la autora principal del estudio, la Dra. Caterina Mainero, Ph.D., del Athinoula A. Martinos Centro de Imágenes Biomédicas del Hospital General de Massachusetts en Boston.

Una condición de discapacidad generalizada

La EM es una enfermedad del cerebro y del sistema nervioso central. El sistema inmunológico ataca la cubierta protectora de las fibras nerviosas y causa problemas en la comunicación entre el cerebro y el resto de su cuerpo.

Los síntomas de la EM dependen de la extensión del daño a los nervios, pero a menudo afectan el movimiento. Algunas personas con EM pueden experimentar entumecimiento o debilidad en las extremidades, temblores y falta de coordinación. En casos graves, las personas con EM pueden perder la capacidad de caminar.

La mayoría de las personas que viven con EM tienen un curso de enfermedad recurrente-remitente, lo que significa que los síntomas pueden mejorar, pero pueden empeorar en distintos momentos. Estas personas pueden experimentar períodos de nuevos síntomas o recaídas seguidos de períodos tranquilos de remisión.

La EM es la afección neurológica discapacitante más extendida de los adultos jóvenes en todo el mundo. Según la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple, aproximadamente 1 millón de personas viven con EM en los Estados Unidos y más de 2 millones de personas en todo el mundo.

Los investigadores del último estudio siguieron a 33 personas con EM. Un total de 20 de ellos tenían EM remitente-recurrente y 13 tenían EM secundaria progresiva, el último de los cuales es el tipo de EM que muestra las peores formas de discapacidad.

La resonancia magnética 7T detectó lesiones corticales con más frecuencia que los estudios anteriores, y los resultados mostraron que 25 de los participantes con EM en este último estudio formaron nuevas lesiones corticales.

Los hallazgos también revelaron que el número de lesiones que se formaron en la región cortical fue el doble del número que creció en la materia blanca del cerebro. Además, el volumen total de lesiones corticales fue un indicador de discapacidad neurológica.

“También encontramos que estas lesiones pueden predecir la progresión de la discapacidad más que las lesiones de la sustancia blanca, que son las lesiones típicas de la EM que hemos estado estudiando durante años”, explica Mainero.

Analizando el papel de las lesiones corticales

Los escáneres cerebrales 7T revelaron que era más probable que las lesiones corticales se concentraran en la superficie del cerebro en áreas llamadas surcos. Los investigadores sugirieron que el flujo del líquido que rodea el cerebro y la columna vertebral puede ser más limitado en estas áreas, lo que hace que los surcos sean más propensos a la inflamación.

Estos hallazgos sugieren que las lesiones corticales juegan un papel clave en la progresión de la EM, dice Mainero, y deben tenerse en cuenta al monitorear a las personas con EM.

“También podemos utilizar esta herramienta para ver cómo los tratamientos potenciales pueden afectar el desarrollo y evolución de las lesiones corticales”, concluye Mainero.

El siguiente paso para los investigadores es replicar estos estudios utilizando poblaciones mucho más grandes de personas con EM.

El objetivo de los estudios futuros sería entonces descubrir más sobre la correlación entre las lesiones corticales y la discapacidad neurológica, y los factores detrás de la respuesta inflamatoria que se produce en la superficie del cerebro.

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