16 mitos sobre la depresión

La depresión es una condición que afecta negativamente la forma en que una persona piensa, siente y actúa, y los síntomas persisten durante al menos 2 semanas consecutivas.

En 2017, alrededor del 7.1% de todos los adultos en los Estados Unidos experimentaron al menos un episodio de depresión mayor. Esto lo convierte en una de las afecciones de salud mental más comunes en los EE. UU.

A pesar de esto, muchos mitos continúan rodeando la depresión. Esto se debe principalmente a la ciencia obsoleta y las concepciones culturales, sociales y médicas de la misma.

Siga leyendo para conocer algunos de los mitos más comunes que rodean la depresión, por qué son engañosos y los hechos que debe conocer.

1. La depresión no es una condición real

Una persona con depresión puede experimentar síntomas tanto emocionales como físicos.

Algunas personas desacreditan la depresión al afirmar que no es una afección médica real y que, en cambio, es una especie de elección o rasgo de personalidad. Esto no es verdad.

La depresión es una condición bien establecida que causa síntomas tanto emocionales como físicos. De hecho, alrededor del 63,8% de los adultos que experimentaron al menos un episodio de depresión mayor en 2017 se vieron gravemente afectados por la enfermedad.

Los médicos también han relacionado la depresión con una combinación de factores biológicos, ambientales y psicológicos.

2. Los medicamentos son siempre la mejor forma de tratar la depresión.

Los antidepresivos pueden mejorar la forma en que el cerebro usa los químicos que controlan el estado de ánimo y el estrés, y los médicos a menudo los recetan para ayudar a tratar la depresión.

Sin embargo, los antidepresivos no son una panacea para la depresión y no funcionan para todos ni en todas las situaciones. De hecho, los médicos suelen recetar antidepresivos junto con psicoterapia y cambios en el estilo de vida para ayudar a tratar la depresión.

3. La depresión siempre es provocada por un evento traumático.

Una variedad de factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar depresión, incluidos eventos traumáticos como cambios importantes en la vida, duelo y accidentes.

Sin embargo, los eventos traumáticos son un factor de riesgo o un desencadenante potencial de la depresión, no la causa principal de la misma.

Además, no todas las personas que experimentan un evento traumático desarrollarán depresión. La condición también puede desarrollarse cuando todo en la vida de alguien parece ir bien.

4. La depresión es una parte normal del crecimiento.

La adolescencia puede ser un momento emocional, social y fisiológicamente difícil. Los síntomas de la depresión pueden ser similares a los efectos de la adolescencia. Estos incluyen dormir demasiado, irritabilidad, pesimismo y ansiedad.

Los adolescentes también parecen experimentar altas tasas de depresión. Se estima que el 13,3% de los adolescentes estadounidenses de entre 12 y 17 años experimentaron al menos un episodio depresivo mayor durante 2017.

Sin embargo, la depresión no es un rito de iniciación o un evento biológico que una persona debe atravesar para llegar a la edad adulta.

Los adolescentes que muestran “signos típicos de la adolescencia”, especialmente un estado de ánimo constantemente reducido y problemas para hacer frente a las exigencias de la escuela, deben buscar ayuda lo antes posible hablando con un adulto o médico de confianza o enviando un mensaje de texto TXT 4 HELP.

5. Todas las mujeres desarrollan depresión después de dar a luz.

Muchas mujeres experimentan la “depresión posparto” durante una semana o dos después de dar a luz, cuyos efectos generalmente incluyen ansiedad leve, fatiga y un estado de ánimo relativamente reducido.

Alrededor del 15% de todas las mujeres de EE. UU. Experimentan un tipo de depresión llamada depresión posparto o trastorno depresivo mayor con inicio en el periparto después de dar a luz. Esta condición puede causar episodios depresivos importantes.

Los investigadores creen que la depresión posparto se desarrolla por varias razones, que incluyen cambios repentinos en los niveles de estrógeno y progesterona, falta de sueño y antecedentes de depresión.

Las mujeres con depresión posparto pueden sentir cansancio y una tristeza extrema hasta el punto de que les resulte difícil cuidar de sí mismas y de sus bebés.

Es posible que necesiten tratamiento para prevenir complicaciones a largo plazo. En casos extremos, sin el tratamiento adecuado, la depresión posparto puede llevar a algunas mujeres a hacerse daño a sí mismas oa sus bebés.

Obtenga información sobre cómo lidiar con la depresión posparto aquí.

6. Los hombres no desarrollan depresión

Los estereotipos culturales y sociales han mantenido el mito de que los hombres no desarrollan o no deben desarrollar depresión. Como resultado de esto, muchas personas pasaron por alto la depresión masculina durante mucho tiempo.

Aunque la depresión parece afectar a las mujeres con más frecuencia que a los hombres, los hombres la experimentan, incluso si algunos de los síntomas pueden ser diferentes.

Los hombres pueden parecer más enojados o agresivos que tristes, y también pueden participar en actividades de alto riesgo. Los hombres también tienden a ser menos abiertos a hablar sobre sus sentimientos y, por lo tanto, es menos probable que busquen ayuda.

Los hombres con síntomas de depresión deben hablar con un médico o un profesional de la salud mental lo antes posible para evitar complicaciones graves. Los hombres también tienen más probabilidades que las mujeres de morir por suicidio asociado con la depresión.

7. Una persona desarrollará depresión si un miembro de la familia la padece.

Tener antecedentes familiares de depresión es un factor de riesgo para la afección, pero no es garantía de que alguien la desarrolle.

La genética ciertamente juega un papel en el desarrollo de la depresión, pero generalmente junto con una combinación de otros factores ambientales, psicológicos y biológicos. Por lo tanto, solo porque los familiares de una persona puedan haber experimentado depresión, no es una señal segura de que la desarrollarán ellos mismos.

Sin embargo, las personas que desarrollan depresión pueden encontrar un mayor consuelo y orientación al hablar con miembros de la familia que comprenden personalmente la afección.

8. Tomar antidepresivos es un compromiso de por vida.

Es cierto que algunas personas con depresión tomarán antidepresivos durante muchos años para controlar sus síntomas, pero los médicos rara vez prescriben antidepresivos de por vida.

Por lo general, los antidepresivos tardan entre 2 y 4 semanas en comenzar a hacer efecto. Es importante señalar que no es seguro que las personas que toman antidepresivos dejen de tomarlos repentinamente. Esto se debe al riesgo de efectos secundarios de abstinencia asociados con ciertos medicamentos.

La mayoría de las personas hacen un plan con su médico o profesional de la salud mental para comenzar a reducir lentamente la dosis. Este método de reducción gradual es una práctica común una vez que los síntomas de una persona se han resuelto.

Por lo general, esto sería después de tomar el medicamento durante aproximadamente 6 a 12 meses.

9. Todo el mundo experimenta la depresión de la misma forma.

La gente solía definir la depresión con algunos síntomas específicos. Estos incluían un estado de ánimo depresivo generalizado, quedarse dormido y un interés o placer reducido en las actividades cotidianas.

Sin embargo, los estudios ahora muestran que las personas pueden experimentar una amplia gama de síntomas psicológicos, emocionales y físicos durante los episodios depresivos. Esto significa que no todas las personas con depresión experimentan todos los síntomas asociados con ella.

Las personas también pueden experimentar o expresar la depresión de manera diferente en función de factores como la edad y el sexo.

Esto también puede afectar qué tratamiento es la mejor opción. Por lo general, a una persona le lleva un tiempo determinar qué medicamento u otras opciones de tratamiento funcionan mejor para ellos.

10. La depresión y la tristeza o la autocompasión son lo mismo

Algunas personas solían ver la depresión como un tipo de tristeza extrema o autocompasión. Este no es el caso.

La depresión es una condición diagnosticable, no una emoción o sentimiento específico. A diferencia de la tristeza o la autocompasión, los episodios depresivos causan síntomas que continúan durante al menos 2 semanas y pueden cambiar significativamente la forma en que una persona piensa, siente y actúa.

11. Mantenerse ocupado cura la depresión

Hacer la cantidad de ejercicio recomendada y pasar tiempo con familiares y amigos puede ayudar a reducir algunos de los síntomas de la depresión.

Sin embargo, es un mito que si alguien se lanza a su trabajo, comienza un proyecto o encuentra un nuevo pasatiempo, esto ayudará a aliviar su depresión.

En cambio, es posible que las personas deseen concentrarse en algunas de sus tareas habituales durante un episodio depresivo. Deben tratar de dividir las tareas grandes en otras más pequeñas y manejables y evitar hacer demasiadas cosas a la vez.

Las personas también deben posponer la toma de decisiones o compromisos importantes durante los episodios depresivos, para que puedan tomar decisiones más claras y objetivas.

12. La depresión se desarrolla a cierta edad.

Muchas personas experimentan su primer episodio depresivo en la edad adulta, a menudo entre los 20 y los 30 años. Sin embargo, la depresión puede desarrollarse a cualquier edad.

Los investigadores ahora saben que incluso los adolescentes y los niños pueden experimentar depresión, aunque los síntomas pueden ser muy diferentes. En los niños, por ejemplo, la depresión puede manifestarse a través de síntomas como irritabilidad y ansiedad severa.

13. Las personas con depresión siempre parecen tristes o muestran síntomas obvios

Mucha gente asocia la depresión con estar triste o retraído.Si bien es cierto que un estado de ánimo depresivo puede hacer que alguien parezca triste, no todas las personas experimentan la depresión de la misma manera o muestran los mismos signos.

Por ejemplo, los hombres con depresión pueden parecer más enojados o agresivos que tristes. Muchas personas también intentan ocultar o desacreditar sus síntomas, especialmente los hombres. Por otro lado, los niños y adolescentes con depresión pueden experimentar ansiedad e irritabilidad severas, en lugar de un estado de ánimo reducido.

Obtenga más información sobre los signos ocultos de la depresión aquí.

14. La depresión es una parte natural del envejecimiento

En los adultos mayores, las afecciones médicas graves como el cáncer, las afecciones cardíacas y la enfermedad de Parkinson pueden provocar depresión. Algunos medicamentos para problemas de salud graves también pueden causar efectos secundarios que aumentan el riesgo de depresión.

Sin embargo, la depresión no es una parte natural del envejecimiento. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), solo entre el 1 y el 5% de los adultos mayores que viven fuera de las residencias y los hospitales experimentan depresión.

Aún así, los adultos mayores con afecciones crónicas de salud o signos de depresión deben hablar con su médico sobre cómo reducir su riesgo de depresión o tratarla. A veces, los médicos pueden pasar por alto los síntomas de la depresión al confundirlos con una respuesta natural a una enfermedad grave.

15. Hablar de depresión lo empeora

Persiste el mito de que hablar sobre la depresión puede empeorarla, en gran parte debido al estigma asociado con las afecciones de salud mental. Esto no es verdad. De hecho, las personas con depresión deberían tratar de discutirlo, ya que muchos necesitarán algún tipo de ayuda externa para empezar a sentirse mejor.

Las personas con depresión pueden intentar hablar con alguien en quien confíen, como un amigo o familiar que no los juzgue o un profesional de la salud.

Varios tipos de psicoterapia o terapia de conversación también pueden ayudar a tratar la depresión, que incluyen:

  • terapia de conducta cognitiva
  • terapia de resolución de problemas
  • terapia interpersonal

16. Los suplementos de hierbas pueden ayudar a tratar la depresión

Cuando se combina con psicoterapia o medicamentos, realizar ciertos cambios en la dieta a veces puede reducir los síntomas de la depresión.

Varios fabricantes de suplementos afirman que sus productos pueden ayudar a tratar la depresión. Pocos de estos tienen respaldo científico, y algunos de ellos en realidad pueden causar problemas de salud graves, especialmente la hierba de San Juan, que puede causar interacciones negativas si una persona la mezcla con antidepresivos.

Otros suplementos naturales populares no probados para la depresión incluyen:

  • ácidos grasos omega-3
  • S-adenosilmetionina
  • valeriana

Aunque algunos estudios sugieren que estos suplementos pueden ayudar con la depresión, la evidencia no es concluyente. Las personas que estén pensando en tomar suplementos a base de hierbas deben hablar primero con su médico.

Resumen

A pesar de ser una afección reconocida muy común, todavía existen muchos mitos y conceptos erróneos en torno a la depresión.

A medida que los investigadores aprenden más sobre la depresión y a medida que evolucionan las percepciones sociales, culturales y médicas sobre ella, estos conceptos erróneos están desapareciendo.

A medida que las nuevas investigaciones continúan destacando cuán compleja, común y generalizada es la depresión, es probable que incluso la comprensión actual de la depresión cambie.

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