¿Pueden las personas con diabetes usar sales de Epsom?
Una complicación común de la diabetes son los problemas en los pies. Muchas personas usan las sales de Epsom como un remedio calmante para los pies, pero ¿deberían usarlas las personas con diabetes?
Las personas con diabetes pueden tener niveles altos de azúcar en sangre. Esto puede provocar daños en los nervios y un flujo sanguíneo deficiente, lo que dificulta la cicatrización de las heridas. Esto puede provocar problemas graves en los pies, incluida, en algunos casos, la necesidad de una amputación.
Si una persona con diabetes se moja los pies, puede provocar complicaciones graves.
Este artículo analiza la relación entre la diabetes y las sales de Epsom y si las sales de Epsom, o el sulfato de magnesio, ofrecen un buen remedio para los pies. También proporciona consejos para la salud de los pies con diabetes.
Sal de Epsom y diabetes
Es mejor hidratar los pies que remojarlos con o sin sales de Epsom.
La sal de Epsom es un compuesto mineral con muchos usos diferentes, pero las personas con diabetes deben evitar su uso.
Ninguna forma de remojo de pies es apropiada para personas con diabetes.
La gente usa la sal de Epsom como remedio casero para varios problemas. Sus defensores afirman que proporciona una variedad de beneficios para la salud y la belleza, como:
- calmar los dolores musculares y el dolor
- proporcionando alivio de las quemaduras solares y la picazón de la hiedra venenosa
- quitar astillas
- disminución de la hinchazón en el cuerpo
- aumentar los niveles de magnesio y sulfato
La teoría es que el cuerpo absorbe el magnesio de las sales de Epsom a través de la piel.
Sin embargo, ningún estudio respalda estas afirmaciones.
Complicaciones del pie y diabetes
Remojar los pies puede resecar la piel y esto puede empeorar los problemas de los pies que enfrentan las personas con diabetes.
Heridas y piel seca
Las personas con diabetes suelen tener:
- pies secos
- daño a los nervios resultante de la neuropatía diabética
Cuando se desarrollan heridas, como ampollas, pueden tardar mucho en sanar y pueden empeorar rápidamente.
El remojo prolongado también puede abrir pequeñas grietas que pueden estar presentes en la piel, permitiendo la entrada de gérmenes.
Un baño de pies con sal de Epsom puede parecer relajante, pero las personas con diabetes deben evitar remojar los pies durante períodos prolongados o en agua demasiado caliente.
Neuropatía periférica
Los niveles altos de azúcar en sangre en el torrente sanguíneo pueden dañar los nervios del cuerpo. Esto se conoce como neuropatía.
El tipo más común para las personas con diabetes es la neuropatía periférica o daño a los nervios de los pies y piernas y las manos y brazos. Entre un tercio y la mitad de las personas con diabetes tienen neuropatía periférica.
Como resultado, las personas con diabetes pueden perder la sensibilidad en los pies. Es posible que la persona no pueda sentir dolor, calor ni frío en las piernas y los pies. Es posible que no se den cuenta cuando tienen una llaga en el pie o desarrollan una ampolla.
Infecciones
La infección puede entrar fácilmente e inflamar las llagas abiertas en los pies. El nivel alto de azúcar en sangre afecta el sistema inmunológico y reduce su capacidad para combatir infecciones. La mala circulación complica la curación de estas llagas.
Los problemas comunes de los pies que causan infecciones en personas con diabetes incluyen:
Ningún estudio respalda el uso de sales de baño de Epsom para personas con diabetes. Usarlos puede aumentar el riesgo de infección.- callos y callosidades
- ampollas
- Uñas encarnadas
- juanetes
- verrugas plantares
- dedo en martillo
- piel seca y agrietada
- pie de atleta
- micosis
Las personas con diabetes deben buscar con regularidad signos de una infección en el pie y comunicarse con su médico de inmediato si notan algún cambio.
Los signos y síntomas reveladores de una infección incluyen:
- dolor y malestar
- pus
- enrojecimiento
- aumento del dolor
- piel tibia
- fiebre
- Sentirse mal
La diabetes también causa cambios en la piel del pie. Las personas con diabetes pueden notar que sus pies están secos y la piel comienza a pelarse y agrietarse.
Esto se debe a que los nervios que controlan la grasa de la piel y la humedad de los pies dejan de funcionar.
La mala circulación también reduce la capacidad del cuerpo para combatir infecciones y curar heridas. Esto se conoce como enfermedad de las arterias periféricas. Los vasos sanguíneos de los pies y las piernas también se estrechan y endurecen.
Si una infección se vuelve demasiado grave o no se cura por completo, puede producirse gangrena.
Cuando ocurre la gangrena, la piel y el tejido alrededor de la llaga mueren. El área adquiere un color negruzco y habrá un olor desagradable.
Un médico puede recomendar la amputación y la persona perderá las extremidades.
El daño a los nervios también puede provocar deformidades en los pies. Pueden ocurrir dedos en martillo o arcos colapsados. Estos pueden dificultar la marcha o el equilibrio.
10 consejos para tener pies sanos con diabetes
Las piedras pómez pueden ayudar con el cuidado de los pies.Las personas con diabetes pueden tomar algunas medidas para cuidar sus pies.
El cuidado diario de los pies y un buen control de los niveles de azúcar en sangre son esenciales no solo para los pies, sino también para la salud en general.
A continuación, se ofrecen algunos consejos para tener unos pies sanos con diabetes:
- Monitoreo diario: Examine los pies todos los días para detectar posibles llagas, ampollas, cortes, raspaduras, hematomas o imperfecciones anormales.
- Lavarse los pies: Limpiar suavemente los pies con agua tibia y un jabón suave todos los días, pero sin remojar. El remojo excesivo puede secar la piel.
- Secar bien los pies: Preste atención a la zona entre los dedos. El exceso de humedad entre los dedos de los pies puede ser un caldo de cultivo para los hongos.
- Hidratar todo el pie: una loción humectante puede ayudar a evitar que la piel se seque demasiado rápido. Las personas no deben ponerse crema hidratante entre los dedos de los pies.
- Elija calzado adecuado: Utilice siempre zapatos y calcetines que le queden bien. Los zapatos demasiado ajustados pueden crear puntos de presión en los pies y provocar problemas adicionales.
- Siempre use zapatos y calcetines: estos protegerán los pies del calor, el frío y las lesiones. Antes de ponértelos, comprueba que no haya piedras u otros elementos que puedan rozar los pies.
- Uñas de los pies: una persona con diabetes necesita recortarse las uñas de los pies con regularidad y cortarlas en línea recta. Si se desarrolla una uña encarnada, deben consultar a un médico.
- Ponga los pies en alto: cuando esté sentado, levante los pies sobre un taburete para ayudar a que la sangre fluya.
- No se caliente los pies: no se ponga una bolsa de agua caliente en los pies ni los ponga demasiado cerca del fuego. Use protector solar cuando use sandalias.
- Eliminación de callosidades: una persona puede usar una lima de cartón para limar los bordes ásperos y una piedra pómez para ayudar a eliminar las callosidades. Las personas con diabetes nunca deben reventar ampollas ni pellizcarse las llagas. No corte callos ni callosidades ni utilice removedores líquidos o tiritas para maíz.
Las personas con diabetes deben buscar ayuda médica lo antes posible si una lesión en el pie u otra área no parece estar sanando. La atención inmediata puede ayudar a prevenir infecciones u otras complicaciones.
Q:
¿Hay alguna forma de darme un baño relajante para los pies si tengo diabetes?
A:
La Asociación Estadounidense de Diabetes desaconseja los pies en remojo.
Cuando sus pies están mojados y arrugados, se dañan más fácilmente, así que sea suave incluso cuando los haya estado remojando mientras se ducha. Asegúrate de que el agua no esté demasiado caliente y de que te seques bien los pies.
Si va a hacerse una pedicura, busque a alguien que tenga formación en el cuidado de los pies de personas con diabetes.
Debra Rose Wilson, PhD, MSN, RN, IBCLC, AHN-BC, CHT Las respuestas representan las opiniones de nuestros expertos médicos. Todo el contenido es estrictamente informativo y no debe considerarse un consejo médico.