¿Podría un tipo de azúcar detener la marcha del cáncer?

En un estudio reciente, los investigadores encontraron que agregar un tipo específico de azúcar al agua potable de los ratones ralentizaba el crecimiento del tumor y mejoraba el efecto de la quimioterapia.

La manosa puede estimular la quimioterapia y reducir el tamaño del tumor.

Debido a que las células cancerosas se dividen rápidamente, necesitan una gran cantidad de combustible.

Su principal fuente de energía, como las células sanas, es la glucosa.

Los científicos descubrieron por primera vez la sed de glucosa de las células cancerosas hace casi un siglo. Diseñar una forma de atacar este potencial talón de Aquiles ha sido su objetivo desde entonces.

Aunque privar a las células tumorales de glucosa podría ser una forma útil de restringir el crecimiento de las células cancerosas, en realidad, esto es un desafío.

El cuerpo controla estrictamente los niveles de glucosa en el cuerpo, y debido a que todas las células del cuerpo necesitan glucosa, el cuerpo no puede eliminarla del sistema por completo.

Un nuevo estudio publicado en la revista Naturaleza investiga de forma innovadora pero sencilla para abordar este problema. El autor principal, el profesor Kevin Ryan, del Cancer Research UK Beatson Institute, explica el enigma:

“Los tumores necesitan mucha glucosa para crecer, por lo que limitar la cantidad que pueden usar debería retrasar la progresión del cáncer. El problema es que los tejidos normales también necesitan glucosa, por lo que no podemos eliminarla por completo del cuerpo ".

En particular, los investigadores estaban interesados ​​en cómo un azúcar llamado manosa podría interferir con el metabolismo de la glucosa en las células cancerosas.

Conoce a manosa

La manosa aparece más comúnmente como un suplemento llamado d-manosa. Desempeña una serie de funciones en el metabolismo humano. Sin embargo, no es imprescindible consumir manosa en nuestra dieta porque el organismo puede sintetizarla a partir de la glucosa cuando sea necesario.

La manosa ingresa a las células usando los mismos receptores que la glucosa. Una vez dentro de la célula, se acumula como manosa-6-fosfato. A medida que este metabolito se acumula, ralentiza el metabolismo de la glucosa.

Para investigar su uso potencial contra el cáncer, los científicos lo agregaron al agua potable de ratones con cáncer de páncreas, cáncer de piel o cáncer de pulmón.

Vieron que los ratones no experimentaron efectos nocivos y que el crecimiento del tumor se ralentizó significativamente. El profesor Ryan está entusiasmado con los resultados.

"En nuestro estudio, encontramos una dosis de manosa que podría bloquear suficiente glucosa para ralentizar el crecimiento tumoral en ratones, pero no tanto como para afectar los tejidos normales".

Prof. Kevin Ryan

A continuación, el equipo quería investigar si la suplementación con manosa podría afectar el funcionamiento del tratamiento contra el cáncer. Los investigadores llevaron a cabo un experimento similar al primero, pero en este caso, también trataron a los ratones con dos agentes de quimioterapia comunes: cisplatino y doxorrubicina.

Nuevamente, la manosa marcó una diferencia positiva en comparación con los ratones que tomaron medicamentos de quimioterapia pero no manosa: mejoró el impacto de la quimioterapia, redujo el tamaño del tumor y aumentó la vida útil.

Los científicos también investigaron el impacto de la manosa en las células cancerosas en el laboratorio. Lo agregaron a una variedad de tipos de cáncer, incluido el osteosarcoma (una forma de tumor óseo), leucemia, cáncer de ovario y cáncer de intestino.

Respuestas mixtas y ensayos futuros

Algunas células respondieron favorablemente, mientras que otras no. Los científicos demostraron que la presencia de una enzima en particular predijo si la manosa afectaría a las células cancerosas.

Específicamente, la manosa rompió más fácilmente las células que tenían niveles más bajos de fosfomanosa isomerasa.

"Esta es una investigación preliminar, pero se espera que encontrar este equilibrio perfecto signifique que, en el futuro, se podría administrar manosa a pacientes con cáncer para mejorar la quimioterapia sin dañar su salud en general".

Prof. Kevin Ryan

Es importante recordar que estos son solo los primeros resultados en un modelo animal; Hay un largo camino por recorrer antes de que podamos utilizar la manosa como una intervención generalizada en los seres humanos.

El profesor Ryan ya está mirando hacia el futuro. Él señala: "Nuestro próximo paso es investigar por qué el tratamiento solo funciona en algunas células, para que podamos determinar qué pacientes podrían beneficiarse más de este enfoque".

"Esperamos comenzar los ensayos clínicos con manosa en personas lo antes posible para determinar su verdadero potencial como una nueva terapia contra el cáncer".

Con respecto a estos resultados, Martin Ledwick, jefe de enfermería de Cancer Research UK, hace un punto crucial, diciendo: “Los pacientes no deben auto-prescribirse manosa, ya que existe un riesgo real de efectos secundarios negativos que aún no se han probado. Es importante consultar con un médico antes de cambiar drásticamente su dieta o tomar nuevos suplementos ".

Además, es importante averiguar si existen o no efectos a largo plazo por tomar manosa. Algunas personas actualmente usan el azúcar para tratar infecciones del tracto urinario, pero esto es solo por un período corto de tiempo.

Si bien habrá una larga espera para ver si la manosa se convertirá en un tratamiento estándar, la posibilidad de una intervención segura y rentable es emocionante.

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