Todo lo que necesita saber sobre las lesiones del ligamento cruzado anterior (LCA)

El ligamento cruzado anterior, o LCA, es parte de la rodilla. El daño al ligamento cruzado anterior es una de las lesiones de rodilla más comunes, graves y dolorosas.

Tres huesos, la tibia, el fémur y la rótula, se unen en la rodilla. Cuatro ligamentos ayudan a mantener estos huesos en la alineación correcta, mientras que los tendones conectan los huesos con el músculo. El cartílago actúa como un amortiguador y promueve un movimiento fácil.

El LCA es uno de los dos ligamentos en forma de cruz que conectan el fémur con la tibia y ayudan a estabilizar la rodilla.

Conozca las causas y los síntomas de una lesión del LCA, así como las opciones de tratamiento, aquí.

¿Qué es una lesión del LCA?

Una lesión del ligamento cruzado anterior ocurre con frecuencia durante los deportes activos.

Una lesión del LCA se desarrolla cuando el LCA, un ligamento que une el fémur y la tibia, se estira más allá de su capacidad y se desgarra.

Este tipo de lesión ocurre con frecuencia durante los deportes activos que implican muchos saltos y arranques y paradas rápidos. Más del 70% de las lesiones del ligamento cruzado anterior ocurren sin ningún contacto o golpe en la rodilla.

Las lesiones del ligamento cruzado anterior afectan aproximadamente a 1 de cada 3000 personas en los Estados Unidos. Muchas personas que sufren este tipo de lesiones son jóvenes y activas. Las lesiones del ligamento cruzado anterior también son más comunes en mujeres que en hombres, incluso entre quienes practican el mismo deporte.

Cuando una persona tiene una lesión del LCA, es bastante común que haya lesiones en otras partes de la rodilla, incluidos el cartílago, los tendones y los huesos.

Síntomas



Junto con un dolor significativo, un signo clave de una lesión del ligamento cruzado anterior es un sonido de "estallido", que se produce en el momento en que el ligamento cruzado anterior se rompe o se tensiona.

Los síntomas de una lesión del LCA pueden incluir:

  • dolor
  • hinchazón
  • dificultad o incapacidad para extender la rodilla
  • malestar al caminar
  • dolor alrededor de la rodilla
  • incapacidad para poner peso en la pierna
  • una sensación de que la rodilla puede ceder

Causas

Aunque una persona de cualquier edad y nivel de condición física puede lesionar su ligamento cruzado anterior, estas lesiones suelen ocurrir durante la actividad y en relación con:

  • arranques, paradas o cambios de dirección repentinos mientras se mueve
  • un golpe en la rodilla, especialmente en el costado
  • estirar demasiado la rodilla

Las lesiones del ligamento cruzado anterior son más comunes durante los deportes que implican muchos giros y vueltas, como:

  • fútbol
  • tenis
  • fútbol
  • esquí
  • baloncesto

Tipos

Los médicos clasifican las lesiones del LCA según su gravedad, de la siguiente manera:

  • Esguinces de grado 1: en este nivel, el ligamento cruzado anterior todavía puede mantener estable la rodilla, pero el ligamento está demasiado estirado.
  • Esguinces de grado 2: también llamado desgarro parcial, esto implica que el LCA se estira hasta el punto en que se afloja.
  • Esguinces de grado 3: también conocido como desgarro completo del ligamento, esto implica que el LCA se desgarra en dos y ya no controla la rótula.

Según la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos, un desgarro parcial es más raro que un desgarro completo.

Diagnóstico

Un médico evaluará la extensión de la lesión, evaluará el rango de movimiento de la rodilla afectada y la comparará con la otra rodilla antes de hacer un diagnóstico.

Pueden usar rayos X para buscar signos de daño óseo o una resonancia magnética para identificar de manera concluyente una lesión de tejido blando, como daño en el ligamento cruzado anterior.

Tratamiento

Después de una lesión del ligamento cruzado anterior (LCA), un médico puede recomendar:

  • elevar el pie por encima del nivel de la cabeza
  • aplicar una bolsa de hielo (envuelta en una toalla) en la rodilla
  • tomar ibuprofeno para reducir el dolor y la hinchazón
  • ver a un médico para una evaluación y tratamiento

Los enfoques de tratamiento varían, según la gravedad de la lesión y la edad y condición física de la persona.

Para las personas jóvenes y por lo demás sanas, un médico puede recomendar una cirugía para asegurarse de que la persona pueda reanudar completamente sus actividades.

La cirugía para una lesión del LCA implica cámaras en miniatura y pequeñas incisiones. Este procedimiento menos invasivo se llama artroscopia.

Por lo general, un cirujano extrae la parte dañada del LCA e inserta un nuevo ligamento en su lugar. El injerto puede provenir del cuerpo de la persona lesionada, de un donante o puede ser sintético.

Los investigadores están estudiando nuevos métodos, como la reparación bio-mejorada, para mejorar la cirugía de LCA y reducir cualquier riesgo asociado de desarrollar artritis más adelante.

Si el médico no recomienda la cirugía y la rodilla ha conservado la estabilidad, el tratamiento puede incluir:

  • usar muletas para mantener el peso fuera de la rodilla
  • usar un aparato ortopédico para apoyar y estabilizar aún más la rodilla
  • haciendo fisioterapia para fortalecer los músculos de las piernas y restaurar el rango completo de movimiento

Recuperación

Para las personas que practican deportes, pueden pasar de 7 a 9 meses antes de que estén listas para volver a sus actividades. Durante el proceso de recuperación, es posible que una persona necesite usar muletas o una rodillera.

La fisioterapia es fundamental para la recuperación de una lesión del ligamento cruzado anterior. Los estiramientos suaves y los ejercicios de fortalecimiento pueden ayudar a las personas a:

  • aliviar el dolor y la hinchazón
  • volverse más flexibles y ampliar su rango de movimiento
  • desarrollar fuerza alrededor de las rodillas y en la parte superior e inferior de las piernas
  • renovar su sentido del equilibrio

Prevención

Si bien no siempre es posible prevenir una lesión del LCA, los siguientes consejos pueden ayudar:

  • aprender las mejores técnicas para saltar, aterrizar, pivotar y cortar
  • fortalecer los músculos de las piernas
  • fortalecer y estabilizar el núcleo, las caderas y la pelvis

panorama

La fisioterapia puede ayudar a prevenir futuras lesiones del LCA.

Aunque puede llevar muchos meses recuperarse de una lesión del LCA, con el tratamiento y la atención de seguimiento adecuados, la mayoría de las personas pueden volver a sus actividades habituales.

Sin embargo, cualquier persona que haya experimentado un desgarro del LCA tiene un mayor riesgo de desarrollar osteoartritis en la rodilla lesionada.

Para reducir el riesgo de futuras lesiones de rodilla, las personas pueden hacer lo siguiente:

  • terapia física
  • entrenamiento de fuerza
  • Entrenamiento neuromuscular en saltos y giros, así como equilibrio y agilidad.

Resumen

Las lesiones del LCA son comunes pero graves. La mayoría de estas lesiones ocurren durante deportes que involucran arranques y paradas repentinas, pivotes y saltos. Las mujeres tienen más riesgo de sufrir lesiones del ligamento cruzado anterior que los hombres.

El tratamiento para una lesión del LCA puede limitarse a fisioterapia y soporte para las rodillas, pero un médico puede recomendar la cirugía para las personas más activas.

La recuperación de una lesión del ligamento cruzado anterior puede llevar meses, y pueden pasar más de 7 meses antes de que una persona pueda volver a practicar deportes.

Una persona que ha tenido una lesión del ligamento cruzado anterior se enfrenta a un mayor riesgo de sufrir lesiones de rodilla en el futuro. Puede ser útil tomar precauciones y hablar con un fisioterapeuta sobre las formas de reducir este riesgo.

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