Un nuevo fármaco puede mejorar la terapia contra el cáncer de hígado

Investigadores de muchas instituciones internacionales se han unido para diseñar un fármaco más eficaz para la terapia del cáncer de hígado. Su compuesto puede ayudar a mejorar las tasas de supervivencia y reducir los efectos adversos.

Investigadores internacionales desarrollan un fármaco que esperan pueda mejorar el tratamiento del cáncer de hígado.

El carcinoma hepatocelular, o cáncer primario de hígado, tiende a crecer y expandirse a un ritmo rápido.

Si no se detecta temprano, esto significa que las personas a las que se les ha diagnosticado tal vez no sobrevivan más de 11 meses.

Estudios recientes muestran que en los Estados Unidos, el carcinoma hepatocelular es la novena causa principal de muerte relacionada con el cáncer.

Para tratarlo, los especialistas generalmente recetarán una terapia con un medicamento llamado "sorafenib". Desafortunadamente, este medicamento generalmente prolonga la supervivencia solo 3 meses y puede tener numerosos efectos adversos.

En un esfuerzo por mejorar el tratamiento del cáncer de hígado, los investigadores del Instituto del Cáncer de Singapur en la Universidad Nacional de Singapur en Queenstown se han unido a colegas de otras instituciones globales para desarrollar un nuevo fármaco experimental, al que denominan "FFW".

Los científicos creen que FFW podría obstaculizar el crecimiento del cáncer de hígado primario y ayudar a reducir los efectos no deseados de la terapia típica.

Los investigadores describen el proceso de desarrollo de APT en un artículo que ahora se publica en la revista. PNAS.

“En nuestro último trabajo, [hemos] demostrado una estrategia eficaz para apuntar con precisión a los oncogenes que antes se consideraban no farmacológicos”, dice el coautor del estudio, el profesor Daniel Tenen, de la Universidad Nacional de Singapur.

La droga alternativa inteligente

Los investigadores basaron su nuevo estudio en algunos hallazgos anteriores sobre una proteína que se sabe que está implicada en el crecimiento tumoral: SALL4.

SALL4 se observa en fetos en desarrollo, pero normalmente está inactivo en tejido completamente desarrollado. Sin embargo, en el cáncer de hígado, esta proteína vuelve a activarse, contribuyendo al crecimiento del tumor.

Hasta ahora, SALL4 se ha considerado un "objetivo indiscutible", lo que significa que no responde a los fármacos que lo atacan. Esto se debe a que, a diferencia de otras proteínas, SALL4 no tiene un "bolsillo" en su estructura para permitir que las moléculas del fármaco se alojen y surtan efecto.

Sin embargo, los experimentos anteriores del equipo de investigación sugirieron una forma de solucionar este problema.

“En nuestra investigación anterior, descubrimos que la proteína SALL4 trabaja con otra proteína, NuRD, para formar una asociación que es crucial para el desarrollo de cánceres como el [carcinoma hepatocelular]”, explica el Prof. Tenen.

“En lugar de buscar 'bolsillos' en SALL4, nuestro equipo de investigación diseñó una biomolécula para bloquear la interacción entre SALL4 y NuRD”, agrega.

Al bloquear la interacción entre SALL4 y NuRD, la biomolécula FFW "ha provocado la muerte de las células tumorales y ha reducido el movimiento de las células tumorales", observa el profesor Tenen.

Además, cuando se usa junto con sorafenib, el FFW también puede obstaculizar el crecimiento del cáncer de hígado resistente a este fármaco.

Con el objetivo de "encontrar un eslabón perdido"

El compuesto experimental de los investigadores es un fármaco peptídico. En comparación con los fármacos de moléculas pequeñas, los fármacos peptídicos actúan con más precisión, lo que también significa que son potencialmente menos tóxicos; no afectará al tejido sano.

"Un objetivo ideal para el cáncer debe ser específico para el cáncer y no tóxico para los tejidos normales", dice el coautor del estudio Li Chai, profesor asociado del Hospital Brigham and Women de la Facultad de Medicina de Harvard en Boston, MA.

"Con este fin", agrega, "estamos colaborando [interinstitucionalmente] para encontrar un eslabón perdido que pueda curar el cáncer y restaurar la función celular normal".

Si los investigadores perfeccionan el fármaco peptídico, y tal vez desarrollan otros compuestos similares, esperan usarlos para abordar una serie de otros cánceres que son dependientes de SALL4.

“Nuestro trabajo también podría ser beneficioso para una amplia gama de cánceres sólidos y neoplasias leucémicas con SALL4 elevado”, señala el Prof. Tenen.

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