Tendones y ligamentos: ¿cuál es la diferencia?

Los tendones y ligamentos son bandas fibrosas de tejido conectivo. Ambos juegan un papel en la estabilización del esqueleto y permiten el movimiento.

Los tendones y ligamentos suelen sufrir lesiones, que suelen tener síntomas y tratamientos similares. Ambos tipos de estructura pueden debilitarse con la edad y las lesiones pueden volverse más comunes a medida que las personas envejecen.

En este artículo, analizamos las diferencias entre tendones y ligamentos, incluidas las posibles lesiones y cómo tratarlas.

¿Qué son los tendones y los ligamentos?

Los tendones y los ligamentos juegan un papel clave para permitir el movimiento.

Los tendones y ligamentos son bandas gruesas de tejido que comprenden colágeno. Ambos ayudan a estabilizar las estructuras corporales y facilitan los movimientos corporales.

La principal diferencia entre tendones y ligamentos es que conectan diferentes partes de la anatomía. Los tendones conectan los músculos con los huesos, mientras que los ligamentos conectan los huesos con otros huesos.

Además, existen algunas otras diferencias anatómicas menores.

Los tendones contienen haces de fibra, que rodea un tipo de tejido llamado endotenón. Este tejido permite que los haces de fibras de los tendones se muevan entre sí, apoyando el movimiento del cuerpo.

Los ligamentos suelen ser más elásticos que los tendones. Hay dos tipos diferentes de ligamentos: blanco y amarillo. Los ligamentos blancos son ricos en resistentes fibras de colágeno, que no son muy elásticas. Los ligamentos amarillos contienen fibras más elásticas, que permiten más movimiento.

Los ligamentos se encuentran en las articulaciones, mientras que los tendones proporcionan la conexión entre el músculo y el hueso que permite que los músculos muevan diferentes partes del cuerpo.

Los ligamentos y tendones se pueden estirar o desgarrar con relativa facilidad. Los síntomas de las lesiones de tendones y ligamentos tienden a ser muy similares.

Lesiones que les afectan

Las lesiones de tendones y ligamentos son comunes. Varios factores pueden aumentar el riesgo de lesiones, que incluyen:

  • uso excesivo, como practicar deportes
  • trauma de una caída o golpe
  • torcer el tendón o ligamento en una posición incómoda
  • debilidad en los músculos circundantes debido a un estilo de vida sedentario

Algunas lesiones comunes incluyen:

Lesiones de tendones

Una persona puede sufrir una lesión en el tendón mientras practica deportes.

Las lesiones de los tendones son relativamente comunes, especialmente en personas que practican deportes. Se estima que entre el 30 y el 50% de las lesiones deportivas involucran problemas en los tendones.

Una lesión deportiva común es una distensión, que es un daño a un tendón o al músculo al que se conecta. La lesión puede ser muy dolorosa. Las tensiones graves pueden tardar semanas o meses en sanar.

El trauma por una caída o una torsión repentina de un tendón puede causar una distensión. Las personas inactivas pueden ser más vulnerables a las tensiones, especialmente si de repente se vuelven activas o experimentan debilidad muscular debido a la inactividad.

La tendinitis ocurre cuando un tendón se inflama e irrita. La tendinitis puede desarrollarse después de un traumatismo, como una distensión, pero por lo general es una lesión por uso excesivo. Las personas con tendinitis pueden notar que el área está dolorida, hinchada y caliente al tacto.

La tendinosis es un tipo de desgarro similar a una distensión, pero generalmente ocurre durante muchos meses o años debido a un uso excesivo o una técnica atlética incorrecta.

La subluxación ocurre cuando un tendón se mueve fuera de lugar. Una persona puede escuchar un chasquido o chasquido cuando ocurre y luego experimentar dolor y debilidad en la articulación afectada. A veces, el dolor va y viene. La subluxación es más probable en personas con ciertas diferencias anatómicas genéticas, pero los tendones también pueden salirse de su lugar como resultado de una lesión.

También pueden ocurrir rupturas de tendones. Estas lesiones pueden deberse a una combinación de trauma inmediato y trauma crónico. Las roturas suelen afectar a los tendones de Aquiles, bíceps, rodillas y cuádriceps.

Lesiones de ligamentos

Un esguince ocurre cuando un ligamento se estira o se desgarra. Puede ser un inconveniente menor temporal o una lesión debilitante que tarda meses en sanar. Las rodillas, los tobillos y las muñecas son muy vulnerables a los esguinces por caídas, especialmente si una persona aterriza en una posición incómoda que estira y tuerce el ligamento.

Los médicos clasifican los esguinces en tres categorías:

  • Grado 1: esguinces leves en los que las fibras del ligamento se estiran, pero el ligamento no se desgarra.
  • Grado 2: esguinces moderados donde el ligamento se desgarra parcialmente.
  • Grado 3: Esguinces graves en los que el ligamento se desgarra por completo. Este tipo de esguince hace que la articulación sea completamente inestable y, a menudo, requiere tratamiento quirúrgico.

Algunos tipos de lesión de ligamentos son más comunes que otros. Por ejemplo, un ligamento cruzado anterior desgarrado (LCA) es un tipo común de esguince de rodilla.

En algún momento después de una lesión de ligamentos, la articulación puede sentirse inestable. Esta inestabilidad es muy común en los esguinces de tobillos y rodillas.

Lea más sobre la diferencia entre esguinces y distensiones aquí.

Otras lesiones de tejidos blandos

Aparte de las distensiones y los esguinces, las personas también pueden lesionarse los tendones o ligamentos, junto con el tejido circundante.

La bursitis es un tipo de inflamación que puede sentirse como una lesión en el tendón o ligamento. La bursitis ocurre cuando las bolsas (pequeños sacos llenos de gel que protegen los huesos, tendones y músculos cercanos a las articulaciones) se inflaman. Esta inflamación a menudo ocurre debido al uso excesivo o al estrés extremo en la articulación. Muchas personas experimentan bursitis junto con tendinitis.

Diferencias de tratamientos

La aplicación de una compresa puede ayudar a tratar una lesión de ligamento o tendón.

Los tratamientos para las lesiones de ligamentos y tendones son muy similares.

Para distensiones leves, esguinces, inflamación y otras lesiones, la mayoría de los médicos recomendarán el método RICE:

  • Descanse la zona lesionada y evite poner peso sobre ella.
  • Ponga hielo en la lesión para reducir la hinchazón y el dolor.
  • Comprima la lesión con una prenda de compresión o envuelva para reducir la hinchazón y promover la curación.
  • Eleve la lesión por encima de la altura del corazón para aliviar el dolor y reducir la hinchazón.

Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) de venta libre pueden ayudar con el dolor. Sin embargo, es importante no utilizar analgésicos como una forma de ignorar el dolor y volver a las actividades diarias. Los analgésicos no curan la afección subyacente, y poner demasiado peso sobre un tendón o una articulación lesionados puede empeorar la lesión.

Para lesiones más graves, una persona puede necesitar tratamiento adicional. Algunas personas encuentran alivio con la fisioterapia, especialmente si sufren lesiones crónicas o por uso excesivo.

Cuando un ligamento o tendón se desgarra por completo, es posible que un médico deba repararlo quirúrgicamente.

La bursitis y la tendinitis a menudo se curan por sí solas, pero en algunos casos, una bursa inflamada puede infectarse. Cuando esto sucede, un médico puede drenar el líquido o incluso eliminar la bursa.

El tratamiento de la subluxación depende de su gravedad y la causa subyacente. En muchos casos, una persona necesitará cirugía y fisioterapia. Si una persona tiene una afección subyacente que aumenta el riesgo de subluxación, un médico puede recomendar tratamientos adicionales o cambios en el estilo de vida.

La tendinitis a menudo se cura por sí sola, pero algunas personas encuentran alivio con las inyecciones de corticosteroides. Cuando la tendinitis es crónica o grave, un médico puede recomendar una cirugía para extirpar el tejido inflamado o dañado.

Resumen

Las lesiones de tendones y ligamentos pueden ser muy dolorosas. Una persona puede incluso confundir la lesión con un hueso roto. Es muy difícil autodiagnosticarse la lesión o diferenciar entre lesiones de tendones y ligamentos basándose únicamente en los síntomas.

Aunque muchas lesiones menores de tendones y ligamentos se curan por sí solas, una lesión que cause dolor intenso o que no disminuya con el tiempo requerirá tratamiento.

Un médico puede diagnosticar rápidamente el problema y recomendar un tratamiento adecuado. Las lesiones de tendones y ligamentos no tratadas aumentan el riesgo de dolor crónico y lesiones secundarias. Las personas deben buscar atención médica inmediata en lugar de ignorar el dolor.

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