¿Qué son los nódulos tiroideos?

Los nódulos tiroideos son bultos que pueden aparecer en la glándula tiroides frente a la garganta. Un nódulo tiroideo puede sentirse como un bulto en el costado o en el medio de la garganta.

A veces, las personas pueden identificarlos como un bulto en la parte delantera del cuello, pero a menudo no pueden verlos ni sentirlos.

La glándula tiroides produce hormonas tiroideas. Estas hormonas tienen varias funciones. Los órganos los necesitan para funcionar correctamente y el cuerpo los necesita para generar energía y calor.

Un nódulo puede desarrollarse por diferentes motivos. Puede ser un quiste, un signo de deficiencia de yodo o, en algunos casos, canceroso.

¿Qué son los nódulos tiroideos?

Varios problemas pueden provocar nódulos tiroideos, que pueden sentirse como un nudo en la garganta.

Los nódulos tiroideos son bultos que se desarrollan dentro o alrededor de la glándula tiroides. Una persona puede tener uno o más nódulos. Son comunes y afectan aproximadamente del 20 al 76 por ciento de los adultos en los Estados Unidos.

Algunos nódulos son fáciles de palpar, pero otros pueden estar en la profundidad del tejido tiroideo o en la parte baja de la glándula, lo que dificulta su localización o detección. De hecho, solo del 4 al 7 por ciento de los nódulos tiroideos son palpables.

Hay diferentes tipos y formas de nódulos, que incluyen:

  • un quiste o nódulo tiroideo que está lleno de líquido o sangre
  • un nódulo benigno, como suele ser el caso, aunque algunos son cancerosos
  • un nódulo que secreta hormona tiroidea, aunque otros no lo hacen

Si un nódulo produce más hormona tiroidea de la que el cuerpo necesita, esto puede provocar complicaciones.

Síntomas

A menudo, un nódulo tiroideo no presenta signos ni síntomas. Cuando hay síntomas, estos pueden depender de dónde se encuentre el nódulo.

La glándula tiroides se encuentra frente a la garganta, junto a la tráquea y el esófago. Si un nódulo presiona la tráquea o el esófago, la persona puede tener:

  • una voz ronca
  • una sensación de cosquilleo en la garganta
  • dificultad para respirar
  • problemas para tragar
  • sensación de asfixia cuando está acostado
  • ganglios linfáticos inflamados

En raras ocasiones, una persona puede tener dolor en el sitio del nódulo que se desplaza hasta el oído o la mandíbula.

Causas

Los nódulos tiroideos pueden ocurrir por diferentes razones, como se describe aquí:

Deficiencia de yodo

El yodo es una parte esencial de la dieta. Sin él, el cuerpo no puede producir suficiente hormona tiroidea. Cuando esto sucede, se puede desarrollar un bocio o tiroides agrandada. También se pueden formar nódulos.

La Asociación Americana de Tiroides recomienda que las personas usen sal yodada para prevenir la deficiencia de yodo.

Inflamación

Ocasionalmente, se produce un nódulo tiroideo debido a una inflamación de la glándula tiroides, conocida como tiroiditis subaguda.

Esta afección es poco común, pero puede ocurrir después de una infección viral, como un virus de las vías respiratorias superiores, la gripe o las paperas.

Con la tiroiditis subaguda, la tiroides puede estar sensible o dolorosa y puede sentirse irregular.

Hipertiroidismo

Algunos nódulos tiroideos producen más hormona conocida como tiroxina. Esta es una de las hormonas que secreta la glándula tiroides.

Los síntomas pueden incluir:

  • pérdida de peso involuntaria
  • nerviosismo y temblor
  • latidos cardíacos rápidos o irregulares
  • intolerancia al calor

Tiroiditis de Hashimoto

La tiroiditis de Hashimoto es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico del cuerpo ataca la glándula tiroides. Los científicos no saben por qué sucede esto.

Los posibles factores de riesgo de la tiroiditis de Hashimoto incluyen:

  • tener un familiar con enfermedad de la tiroides
  • exposición a la radiación
  • exposición excesiva al yodo

La tiroiditis de Hashimoto afecta a las mujeres con más frecuencia que a los hombres.

Cáncer

La Asociación Estadounidense de Tiroides señala que más del 90 por ciento de los nódulos son benignos, pero algunos pueden ser cancerosos.

Según el Instituto Nacional del Cáncer, los factores de riesgo del cáncer de tiroides incluyen:

  • ser mujer
  • tener entre 25 y 65 años
  • signos de que el nódulo ha crecido
  • exposición a cualquier tipo de radiación en la cabeza o el cuello durante la infancia
  • antecedentes familiares de cáncer de tiroides, bocio u otra enfermedad de la tiroides
  • ciertas condiciones genéticas

Un médico puede sospechar de cáncer si el nódulo tiene las siguientes características:

  • un tamaño de al menos 4 centímetros
  • una firmeza cuando se toca
  • parece estar fijado a los tejidos cercanos

En 2018, el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. Prevé que habrá 53,990 nuevos diagnósticos de cáncer de tiroides, lo que equivale al 3,1 por ciento de todos los diagnósticos de cáncer.

El número de casos nuevos de cáncer de tiroides es de alrededor de 14,5 por cada 100.000 adultos. Aproximadamente el 1 por ciento de estos serán fatales.

Otras causas de nódulos

Otras causas de nódulos tiroideos incluyen:

  • un crecimiento excesivo benigno conocido como adenoma coloide, que generalmente es inofensivo
  • un quiste, que puede contener líquido o sangre

Diagnóstico

Una ecografía puede detectar nódulos tiroideos.

Las personas a menudo no pueden ver o sentir un nódulo tiroideo. Es posible que se den cuenta de que tienen uno cuando se sometan a una prueba de imagen para detectar otra afección.

Las pruebas para investigar la actividad tiroidea inusual incluyen:

  • una ecografía para ver si hay un nódulo, su tamaño y si contiene líquido
  • un análisis de sangre para evaluar los niveles hormonales y otros factores
  • una biopsia para extraer y analizar un pequeño trozo de tejido
  • un escáner de tiroides nuclear

Una biopsia con aguja fina o una aspiración pueden mostrar si un nódulo es maligno o no. El médico insertará una aguja fina en la glándula tiroides y succionará algunas células para su análisis.

Si los resultados de la biopsia sugieren cáncer, el médico puede recomendar una cirugía para extirpar el nódulo y examinar el tejido más de cerca.

Una gammagrafía tiroidea nuclear puede mostrar si la glándula tiroides está funcionando correctamente. Para esta prueba, el individuo toma yodo radiactivo por vía oral o por vía intravenosa. Luego se someten a una exploración para ver qué tan bien está funcionando la glándula tiroides y si hay nódulos.

Tratamiento

El tratamiento de los nódulos tiroideos dependerá de su causa.

Si un nódulo es benigno, el médico continuará monitoreando a la persona de cerca con exámenes físicos y una ecografía cada pocos meses.

Si el nódulo produce hormonas, es posible que el individuo necesite medicación para regular estas secreciones hormonales.

Cirugía

Si el médico sospecha de cáncer, es posible que recomiende una cirugía para extirpar el tejido canceroso.

También pueden sugerir una cirugía si ocurre alguno de los siguientes:

  • el nódulo es grande o crece rápidamente
  • una ecografía revela un quiste complejo
  • hay signos de compresión de la tráquea o el esófago

panorama

La mayoría de los nódulos no son cancerosos. Incluso si hay cáncer, la Asociación Estadounidense de Tiroides señala que la mayoría son curables y rara vez se vuelven potencialmente mortales.

Si un nódulo no es canceroso, es posible que aún necesite tratamiento, control o ambos.

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