¿Cuál es la diferencia entre la demencia y el Alzheimer?

La demencia y la enfermedad de Alzheimer son similares pero no iguales. La demencia es un término general y tiene muchos tipos diferentes, de los cuales el Alzheimer es uno. A veces hay confusión entre los dos porque las personas suelen usar los términos indistintamente.

La demencia es un término general que se utiliza para describir un conjunto de síntomas que afectan ampliamente el funcionamiento cognitivo, que incluyen:

  • memoria
  • pensar y concentrarse
  • resolución de problemas
  • idioma
  • percepción visual

La enfermedad de Alzheimer es un tipo específico de demencia que causa una disminución gradual de la memoria y el pensamiento.

¿Qué es la demencia?

Algunos síntomas de la demencia pueden ser leves y difíciles de detectar.

La demencia es un síndrome, lo que significa que describe una colección de síntomas sin una causa específica. Un síndrome es diferente de una enfermedad, que tiene síntomas específicos y una causa común.

La demencia puede afectar una amplia gama de funciones mentales. Como resultado, muchas enfermedades y afecciones diferentes son tipos de demencia.

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia, pero existen varios otros tipos, que incluyen:

  • demencia vascular, que resulta de accidentes cerebrovasculares u otras afecciones que bloquean el flujo sanguíneo al cerebro
  • Demencia con cuerpos de Lewy, que es el resultado de depósitos de proteínas anormales en el cerebro.
  • Trastornos frontotemporales, que son tipos de demencia resultantes de daños en los lóbulos frontal y temporal del cerebro.

Es posible tener múltiples tipos de demencia. El término para esto es demencia mixta.

Causas y factores de riesgo

La causa depende del tipo, pero las causas exactas de muchas formas de demencia actualmente no están claras.

Uno de los principales factores de riesgo de la demencia es la edad. De hecho, hasta el 50 por ciento de las personas de 85 años o más pueden tener algún tipo de demencia. Alrededor del 32 por ciento de las personas mayores de 85 años padecen actualmente la enfermedad de Alzheimer.

Los síntomas tienden a empeorar a medida que avanza la edad, pero es importante recordar que la demencia no es una parte normal del envejecimiento.

Es posible desarrollar demencia a una edad más temprana, pero es más común entre los adultos mayores.

Signos y síntomas de advertencia

Algunas personas encuentran que los síntomas de la demencia son difíciles de detectar porque pueden ser leves. Sin embargo, en otros casos, podrían ser lo suficientemente graves como para afectar significativamente la vida diaria.

Los síntomas varían según el área del cerebro que afecta la demencia, pero los signos más comunes incluyen:

  • ansiedad y angustia
  • bajo estado de ánimo
  • desapego y desinterés
  • repitiendo las mismas preguntas
  • psicosis
  • trastornos del sueño
  • caminando sin razón aparente
  • comportamiento inapropiado, como desinhibición social y sexual

Es posible que los síntomas de la demencia surjan muchos años después del inicio. Esto puede ser un problema a la hora de diagnosticar y tratar el síndrome.

Es posible que una persona ya tenga un daño significativo antes de visitar al médico, lo que puede dificultar el diagnóstico y el tratamiento.

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¿Qué es la enfermedad de Alzheimer?

La enfermedad de Alzheimer tiene un conjunto específico de síntomas que comparten una causa común.

Los investigadores creen que una acumulación de proteínas anormales forma placas y ovillos en el cerebro, lo que causa la enfermedad de Alzheimer. Estas proteínas anormales rodean las células cerebrales y pueden dañar su capacidad para comunicarse. Esto eventualmente causa lesiones y muerte a las células.

Estas acumulaciones ocurren en áreas específicas del cerebro, incluido el hipocampo. Esta región juega un papel crucial en el recuerdo de la memoria a largo plazo.

Signos y síntomas de advertencia

La enfermedad de Alzheimer afecta funciones mentales específicas porque afecta áreas específicas del cerebro. Provoca algunos síntomas que son comunes en otras formas de demencia, como:

  • Confusión
  • desorientacion
  • problemas de memoria
  • cambios de humor

Otros síntomas más específicos de la enfermedad de Alzheimer incluyen:

  • dificultad para recordar eventos pasados
  • dificultad para recordar nueva información
  • cambios de personalidad, como volverse más agresivo o paranoico
  • estado de ánimo persistente
  • dificultad para tragar, hablar o caminar

Tratamiento de la demencia y la enfermedad de Alzheimer

Mantenerse activo puede ayudar a retrasar el desarrollo de la demencia.

No existe cura para la demencia y los tratamientos actuales no pueden revertir el daño. Las opciones de tratamiento varían según el tipo de demencia.

Los tratamientos para la enfermedad de Alzheimer, por ejemplo, tienen como objetivo aliviar los síntomas y podrían incluir:

  • medicamentos para la pérdida de memoria
  • medicamentos para cambios de comportamiento o depresión
  • entrenamiento cognitivo
  • ayudas para dormir

Los cambios positivos en el estilo de vida son una parte importante de la salud general y pueden ayudar a prevenir o retrasar la progresión de la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia.

Algunos cambios en el estilo de vida pueden incluir seguir la dieta mediterránea y realizar actividad física con regularidad. Sin embargo, confirmar los beneficios de estos cambios requerirá investigación adicional.

Tratar a personas con enfermedad de Alzheimer u otras formas de demencia es un gran desafío. Es importante ayudar a las personas a mantener la mayor independencia posible y brindarles apoyo cuando sea necesario.

panorama

El pronóstico para las personas con demencia depende de qué tan temprano un especialista diagnostique y trate su afección. Es posible, según el tipo de demencia, detectar los síntomas lo suficientemente temprano como para que el individuo viva muchos años más y mantenga una calidad de vida lo más alta posible.

La demencia en general y la enfermedad de Alzheimer en particular son trastornos progresivos sin curas disponibles. El tratamiento puede ayudar a retrasar la degeneración, pero no puede prevenirla.

La tasa de deterioro cognitivo varía considerablemente, pero puede tener un impacto grave en la calidad de vida.

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