Lo que debe saber sobre el trastorno bipolar II
El trastorno bipolar II implica períodos de depresión y períodos de estado de ánimo elevado, llamados hipomanía. Esto es como una manía pero menos extrema.
Todas las formas de trastorno bipolar implican cambios en el estado de ánimo y los niveles de energía y actividad.
Bipolar II causa hipomanía, un período en el que el estado de ánimo y el comportamiento se elevan más allá de lo que experimenta la mayoría de las personas. En un estado de hipomanía, una persona puede sentirse eufórica, llena de energía o incluso irritable.
Bipolar I causa manía, un estado de ánimo más elevado que la hipomanía.
Los expertos introdujeron el término "trastorno bipolar II" en 1994 para ayudar a los médicos a describir y tratar la afección de manera más eficaz.
Sin embargo, a medida que los científicos descubren más sobre la afección, algunos han pedido que se ponga fin a la distinción entre los tipos I y II. Argumentan que es más realista ver el trastorno bipolar como un espectro con una variedad de síntomas, patrones y gravedad.
Bipolar II frente a bipolar I
El asesoramiento puede ayudar a una persona con trastorno bipolar II a desarrollar estrategias de afrontamiento.La principal diferencia entre bipolar I y II se relaciona con la intensidad de los períodos maníacos. Sin embargo, la distinción no está clara, según los investigadores.
A continuación se muestran los criterios de diagnóstico para ambos tipos de trastorno:
Bipolar I: una persona tendrá al menos un episodio maníaco, con o sin un episodio de depresión. Un episodio maníaco puede implicar psicosis, que puede incluir alucinaciones o delirios. Durante la manía, una persona puede necesitar atención hospitalaria.
Bipolar II: una persona tendrá al menos un episodio depresivo y al menos un episodio de hipomanía, que no implica psicosis. La depresión suele ser el estado de ánimo dominante.
Según algunos investigadores, es probable que las personas con bipolar II padezcan depresión más del 50% del tiempo, mientras que en las personas con bipolar I, la depresión está presente alrededor del 30% del tiempo.
Obtenga más información sobre la depresión bipolar aquí.
Síntomas
Bipolar II se caracteriza por períodos de hipomanía seguidos de episodios depresivos. Sin embargo, la duración y la gravedad de estos episodios y la variedad de otros síntomas pueden variar mucho de una persona a otra.
La hipomanía suele durar unos días y puede implicar los siguientes síntomas:
- tener más energía y confianza en sí mismo
- sentirse más creativo
- ser más sociable, coqueto o sexualmente activo
- tener pensamientos más rápidos y acciones más rápidas
- distraerse más fácilmente
- irritabilidad
- hablando más rápido y más de lo habitual
- participar en comportamientos de riesgo, como gastar o entrar en discusiones
- beber más café o alcohol
- fumar más o tomar más drogas
Una persona con hipomanía puede sentirse bien y funcionar bien, pero otros pueden notar que su comportamiento es inusual. Después de sentirse bien, existe el riesgo de que se produzca un episodio depresivo.
Los síntomas de un episodio depresivo pueden incluir:
- sentirse triste, vacío o sin esperanza
- tener baja motivación
- perder interés en las actividades
- dormir demasiado o muy poco
- tener bajos niveles de energía
- tener sentimientos de inutilidad y culpa
- tener problemas para concentrarse
- ganar o perder peso sin intentarlo
- tener pensamientos o tendencias suicidas
Los síntomas tienden a aparecer en la edad adulta temprana, pero el trastorno puede desarrollarse en niños y, más a menudo, en adolescentes.
Obtenga más información sobre los síntomas del trastorno bipolar.
Causas y factores de riesgo
Los médicos no saben exactamente qué causa el trastorno bipolar, pero lo siguiente puede influir:
- una variedad de factores genéticos
- factores medioambientales
- características estructurales en el cerebro
Es más probable que el trastorno bipolar se desarrolle en una persona con un pariente cercano que lo padezca.
Además, el estrés y los eventos traumáticos pueden contribuir a desencadenar la afección en una persona con predisposición genética.
Según el Instituto Nacional de Salud Mental, los síntomas pueden aparecer por primera vez durante el embarazo o después del parto.
Diagnóstico
Para un diagnóstico de bipolar II, una persona deberá haber tenido al menos un episodio de depresión y al menos un episodio hipomaníaco.
Las personas a menudo se sienten bien durante la hipomanía y buscan ayuda médica cuando experimentan depresión. Por esta razón, los médicos a menudo diagnostican erróneamente el trastorno bipolar II como depresión.
Al hacer un diagnóstico, un médico:
- preguntar acerca de los síntomas
- preguntar acerca de la historia familiar
- realizar un examen físico
- ordenar pruebas, como análisis de sangre, para descartar otras posibles causas
Luego, utilizan criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales para hacer un diagnóstico.
El médico también puede usar una lista de verificación para identificar la hipomanía.
Tratamiento
El tratamiento para el trastorno bipolar II generalmente implica una combinación de medicamentos y psicoterapia.
Suele ser a largo plazo y continuo. Si una persona interrumpe el tratamiento, incluso cuando se siente bien, los síntomas pueden reaparecer.
Medicamento
Estos pueden incluir:
- estabilizadores del estado de ánimo
- antipsicóticos
- antidepresivos
- medicamentos para ayudar a mejorar la calidad del sueño
Puede llevar tiempo encontrar la mejor combinación y dosis. Es posible que una persona deba trabajar con su médico durante algún tiempo antes de llegar a una solución adecuada.
Informe cualquier efecto secundario al médico para ayudarlo a realizar los ajustes correctos. Los seres queridos de confianza también pueden ofrecer información útil.
Psicoterapia y asesoramiento
Hablar sobre las emociones y los desafíos asociados con el trastorno bipolar puede ayudar.
El propósito de la psicoterapia o el asesoramiento puede ser:
- Desarrollar estrategias de afrontamiento para los síntomas.
- identificar formas efectivas de manejar el estrés
- Identificar los factores desencadenantes y las formas de evitarlos.
- educar a la persona sobre el trastorno bipolar
Algunas personas tienen problemas de salud concomitantes, como trastornos por consumo de alcohol o drogas. El tratamiento también puede ayudar con estos.
Cambios en el estilo de vida
Varias estrategias pueden ayudar a una persona a lograr estados de ánimo más estables y una sensación más profunda de bienestar, que incluyen:
- Ejercicio: un médico puede ayudar a desarrollar un plan de ejercicios para apoyar el manejo del estrés y la salud en general.
- Dieta: Una dieta variada y saludable proporciona nutrientes esenciales y aumenta el bienestar general.
- Sueño: dormir lo suficiente de calidad con regularidad puede ayudar, y una rutina constante es importante.
- Lleve un registro: anotar los cambios de humor y los eventos de la vida puede ayudar a identificar patrones y desencadenantes.
Si bien existe evidencia de que algunos suplementos pueden ayudar con los síntomas leves a moderados, es esencial que las personas con síntomas graves busquen ayuda profesional. Las personas pueden encontrar que los suplementos ayudan a controlar los síntomas y a prevenir las recurrencias cuando los usan junto con el tratamiento convencional.
Además, es esencial hablar primero con un médico, ya que algunos suplementos pueden interactuar con medicamentos.
Obtenga más información sobre los tratamientos para el trastorno bipolar.
panorama
Los síntomas del trastorno bipolar II a menudo aparecen en la edad adulta temprana.
La afección es de por vida, pero una variedad de tratamientos pueden ayudar a controlarla. Es esencial seguir las instrucciones del médico: una persona no debe suspender la medicación antes de hablar con un proveedor de atención médica.
El trastorno bipolar es una afección compleja que puede afectar muchos aspectos de la vida de una persona. Encontrar un médico de confianza y estar en contacto regular con él puede ayudar.