La acupuntura puede reducir los efectos secundarios de los medicamentos contra el cáncer

La antigua práctica de la acupuntura ha sido probada en una variedad de condiciones, con resultados variables. Recientemente, se ha enfrentado al dolor articular asociado con el tratamiento temprano del cáncer de mama.

¿Podría la acupuntura reducir la artralgia inducida por fármacos?

Los inhibidores de aromatasa se usan comúnmente en el tratamiento del cáncer de mama sensible a hormonas.

Aunque son efectivos, producen efectos secundarios desagradables que incluyen artralgias o dolor y rigidez en las articulaciones.

La artralgia, que ocurre en aproximadamente la mitad de todas las personas que toman inhibidores de la aromatasa, puede ser lo suficientemente grave como para hacer que algunas personas abandonen el tratamiento.

Encontrar una manera de minimizar el malestar ayudará a las mujeres a tolerar estos medicamentos y mejorará las tasas de supervivencia a largo plazo.

La acupuntura es un tema controvertido entre los investigadores. Aunque se ha utilizado durante siglos para tratar innumerables enfermedades, se han cuestionado sus beneficios para el alivio del dolor más allá del efecto placebo. Aún es difícil conseguir evidencia confiable que respalde la acupuntura.

Inhibidores de la acupuntura y la aromatasa

Independientemente de las controversias, la acupuntura se ha probado previamente por su potencial para reducir las artralgias en mujeres que toman inhibidores de la aromatasa. Pero según el último estudio, publicado en JAMA, estos estudios tenían deficiencias sustanciales.

Como explican los autores del estudio, algunos problemas incluyeron "tamaño de muestra pequeño, cegamiento ineficaz e implementación en centros individuales". El equipo involucrado en el proyecto reciente, dirigido por la Dra. Dawn L. Hershman, tenía como objetivo eliminar algunas de estas arrugas.

El estudio incluyó a 226 mujeres posmenopáusicas con cáncer de mama en etapa temprana y se llevó a cabo en 11 sitios en los Estados Unidos. Todos tomaban inhibidores de la aromatasa y experimentaban artralgia.

Los participantes se dividieron en tres grupos: acupuntura, acupuntura simulada y control. El grupo de acupuntura simulada recibió un tratamiento muy similar a la acupuntura, pero las agujas eran más delgadas y se insertaban menos profundamente en la piel. Además, se insertaron en puntos de no acupuntura.

Aquellos en los dos grupos de acupuntura recibieron dos sesiones por semana durante 6 semanas, luego una sesión por semana durante las siguientes 6 semanas. El grupo de control no recibió intervenciones.

Medir la reducción del dolor articular

Para investigar si las intervenciones habían funcionado, los investigadores utilizaron el Inventario Breve de Dolor (BPI). En particular, fue la categoría de “peor dolor” del BPI lo que resultó de interés, que es una medida del peor dolor experimentado en las últimas 24 horas.

Esta escala está marcada de 0 a 10, donde 10 denota el dolor más severo. Todas las mujeres clasificadas 3 o más antes de que comenzara el ensayo.

En la marca de las 6 semanas, la puntuación de peor dolor de BPI para las mujeres en el grupo de acupuntura se redujo en un promedio de 2,05 puntos, en el grupo de acupuntura simulada en 1,07 puntos y en el grupo de control en 0,99 puntos.

La mejora en el puntaje promedio de peor dolor de BPI entre las personas en el grupo de acupuntura fue significativamente mayor que las mejoras en cualquiera de los otros grupos. Las medidas de la gravedad del dolor y la peor rigidez también fueron significativamente mejores para el grupo de acupuntura.

A las 12 semanas, los puntajes promedio de dolor del grupo de acupuntura aún eran significativamente mejores que los de los otros dos grupos. Pero, en otras categorías de BPI (peor dolor, interferencia del dolor, intensidad del dolor y peor rigidez) sus puntuaciones no fueron significativamente mejores que las del grupo de acupuntura simulada.

Conclusiones y consultas en curso

Aunque se midieron algunos beneficios, el estudio deja más preguntas por responder, y los autores terminan con cautela, diciendo que "la mejora observada fue de importancia clínica incierta".

Evaluar cuánto dolor está experimentando alguien y cuánto interfiere con su vida, siempre será un desafío. La naturaleza subjetiva del dolor hace que sea increíblemente difícil de medir con precisión y es particularmente sensible a los efectos del placebo.

Pero, debido a que la acupuntura casi no tiene efectos secundarios, vale la pena estudiarla como una intervención. Sin embargo, ciertas limitaciones vienen con este tipo de tratamiento; por ejemplo, las compañías de seguros a menudo no lo cubren y no está ampliamente disponible en gran parte del país.

Debido al entusiasmo que albergan los pro-acupunturistas y su relativa seguridad, es probable que se lleven a cabo más ensayos y las conclusiones se vayan uniendo lentamente.

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