Depresión durante el embarazo: síntomas, tratamiento y más
La depresión es una afección de salud mental generalizada. Las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo de depresión debido a un mayor estrés, cambios en la salud física, cambios químicos en el cuerpo y otros factores.
Si bien las estimaciones varían, un análisis de 2016 sugiere que entre el 7% y más del 20% de las mujeres embarazadas en todo el mundo padecen depresión. La tasa real podría ser más alta, ya que algunas mujeres pueden ser reacias a buscar ayuda.
La depresión durante el embarazo puede tener efectos emocionales, de salud, de relación y económicos. Algunas personas conocen esta condición como depresión prenatal. Sin embargo, la Asociación Estadounidense de Psiquiatría ya no usa este término. En su lugar, utilizan el término trastorno depresivo mayor con inicio en el periparto.
La depresión durante el embarazo es tratable.
En este artículo, obtenga más información sobre los síntomas de la depresión durante el embarazo, así como las opciones de tratamiento y cuándo consultar a un médico.
Signos y síntomas
Una persona con depresión puede tener sentimientos de aislamiento y baja autoestima.Es normal sentir una mezcla de emociones durante el embarazo y estar embarazada.
Si bien una persona con depresión puede sentirse triste, la tristeza es solo uno de los muchos síntomas de depresión.
Algunos otros signos incluyen:
- sentimientos nuevos o que empeoran de inutilidad o desesperanza
- no disfrutar de actividades que alguna vez fueron divertidas o significativas
- retirarse de los amigos, la familia, la escuela, el trabajo o los pasatiempos
- nuevos síntomas de salud física, como dolores de cabeza o de estómago
- problemas para sentirse emocionado por el embarazo o para establecer vínculos con el bebé después del parto
- sentimientos de aislamiento y baja autoestima
- problemas para dormir
- durmiendo demasiado
- cambios en los hábitos alimenticios, como comer más o menos de lo habitual
- pensamientos de muerte o suicidio
- llanto frecuente
- ira inexplicable
- estrés en la relación
- dificultad para seguir las recomendaciones de salud prenatal debido a sentimientos de impotencia o desesperanza
Prevención del suicidio
- Si conoce a alguien en riesgo inmediato de autolesión, suicidio o lastimar a otra persona:
- Llame al 911 o al número de emergencia local.
- Quédese con la persona hasta que llegue la ayuda profesional.
- Retire cualquier arma, medicamento u otros objetos potencialmente dañinos.
- Escuche a la persona sin juzgar.
- Si usted o alguien que conoce tiene pensamientos suicidas, una línea directa de prevención puede ayudar. La Línea Nacional de Prevención del Suicidio está disponible las 24 horas del día en el 1-800-273-8255.
Factores de riesgo
Cualquiera puede deprimirse durante el embarazo, aunque algunas personas son más vulnerables.
Los autores de un análisis de 2017 revisaron 5 años de estudios previos sobre el tema e identificaron los siguientes factores de riesgo:
- historia previa de depresión
- poco o nada de ejercicio
- no tener pareja
- un historial de abuso o trauma
- abuso por parte de una pareja
- sentirse fuera de control
- de fumar
- usar ciertos medicamentos, como los opioides
- problemas para dormir
- problemas del sistema inmunológico
- tener un embarazo no deseado
- no tener trabajo
Efectos sobre el embarazo
Muchas mujeres que experimentan depresión durante el embarazo tienen embarazos saludables. La depresión no significa que el bebé no sea saludable o que el resultado de un embarazo en particular sea inevitable.
Sin embargo, la investigación sugiere que la depresión durante el embarazo puede aumentar el riesgo de:
- depresión post-parto
- depresión en el padre del bebé
- nacimiento prematuro
- bajo peso al nacer
- problemas de comportamiento o un temperamento difícil en el bebé
- cambios en el desarrollo del cerebro del bebé
Un estudio de 2011 enfatiza que la depresión no tratada aumenta el riesgo de resultados adversos del embarazo. El tratamiento oportuno puede mejorar los resultados tanto para la mujer embarazada como para el feto en desarrollo.
Tratos
Muchas personas descubren que deben probar varios tratamientos o una combinación de tratamientos para aliviar los síntomas de la depresión.
Algunas opciones de tratamiento que pueden funcionar incluyen:
- antidepresivos para controlar los cambios químicos en el cerebro que causa la depresión
- terapia para ayudar a la mujer embarazada a hablar a través de las emociones, identificar habilidades de afrontamiento y obtener apoyo para los desafíos del embarazo
- apoyo de amigos y familiares
- Consejería familiar o de relaciones para ayudar a las personas que esperan a hablar sobre sus emociones y manejar los desafíos de la crianza de los hijos.
- cambios en el estilo de vida, como hacer más ejercicio, siempre que sea seguro durante el embarazo
- grupos de apoyo para futuros padres
- tratamiento para cualquier condición médica subyacente
¿Son seguros los antidepresivos durante el embarazo?
Algunos estudios relacionan el uso de antidepresivos durante el embarazo con un mayor riesgo de discapacidades congénitas. Algunos estudios también han encontrado un mayor riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer.
Sin embargo, muchos estudios no controlan otros factores que podrían explicar estos resultados, como una peor salud en las mujeres con depresión o los efectos de la depresión en el embarazo. Además, algunas de las investigaciones son contradictorias y no concluyentes. Los efectos secundarios no son consistentes entre los estudios.
Los riesgos de depresión no tratada pueden superar los riesgos potenciales de los antidepresivos. Las investigaciones han encontrado que entre el 60 y el 70% de las mujeres que dejan de usar antidepresivos durante el embarazo experimentan un regreso de los síntomas de la depresión.
El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos advierte que el riesgo de efectos secundarios de los antidepresivos durante el embarazo es bajo. El riesgo, añaden, es mayor en las primeras etapas del embarazo, durante la tercera a la octava semana.
Sin embargo, los antidepresivos no son el único tratamiento para la depresión durante el embarazo. La terapia, los cambios en el estilo de vida, el apoyo de amigos y familiares y, a veces, el asesoramiento familiar o de pareja también son buenas opciones. La mayoría de las personas usa una combinación de tratamientos.
Algunas mujeres embarazadas prefieren probar otros tratamientos antes de elegir antidepresivos. Esta estrategia puede funcionar para algunas personas, pero no para otras.
Cuando ver a un doctor
Cualquier persona que esté embarazada y sospeche que tiene depresión debe consultar a su médico lo antes posible. La mayoría de los obstetras y parteras tienen una formación básica para detectar la depresión en mujeres embarazadas.
También pueden ayudar a una persona a decidir los tratamientos correctos y responder cualquier pregunta que tenga sobre los riesgos potenciales para el bebé.
Para obtener un tratamiento integral y de calidad, la mayoría de las personas necesitan apoyo adicional de un profesional de la salud mental.
Un psiquiatra puede ayudar a decidir el medicamento correcto, evaluar el riesgo de efectos secundarios y cambiar de medicamento si es necesario. Un terapeuta, psicólogo o trabajador social clínico también puede ofrecer terapia y recomendar cambios en el estilo de vida u otros cambios para mejorar los síntomas.
Resumen
La depresión durante el embarazo puede ser una experiencia de aislamiento. Los amigos y la familia pueden tener expectativas injustas de que las mujeres embarazadas siempre se sientan felices y no reconozcan los muchos desafíos asociados con el embarazo y la paternidad.
Algunas mujeres se sienten culpables o avergonzadas de sus emociones o les preocupa que la depresión signifique que no son aptas para la paternidad.
La depresión no es culpa de nadie. Es una condición médica tratable. La desesperanza que acompaña a la depresión puede convencer a una persona de que el tratamiento no funcionará o de que se sentirá miserable para siempre. Estos sentimientos son síntomas de depresión, no una evaluación razonable.
El tratamiento oportuno es vital para aliviar los síntomas y ayudar a la mujer a tener un embarazo saludable y satisfactorio.